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Luces, cámara y acción: Cine Colombia, en escena
Con nuevos proyectos y planes de inversión que superan los 125.000 millones de pesos, Cine Colombia avanza en la recuperación de su operación, después del dramático impacto que generó la pandemia y que tuvo cerradas las salas por más de un año.
Si hubo un sector al que la pandemia lo puso contra las cuerdas fue al del entretenimiento. Y entre ellos, a las salas de cine. Cine Colombia, adelantándose a las restricciones y cuarentenas, cerró su operación el 14 de marzo de 2020 y solamente hasta el 15 de junio de 2021 la reabrió. Ese 2020 fue para el olvido. “Fue el peor año que he tenido en los 30 que llevo al frente de la compañía, con una pérdida operacional del orden de 70.000 millones de pesos”, señala Munir Falah, presidente de Cine Colombia.
Sin embargo, en medio de las dificultades, la organización ha tenido una evolución importante en el desarrollo del negocio y, como agrega Falah, en tan solo seis meses de funcionamiento en 2021, registró punto de equilibrio operacional.
Pero llegar a este punto no fue una tarea fácil. Cine Colombia se enfocó en tres aspectos claves para tener hoy una posición relativamente sana y sólida, y afrontar la reapertura. La primera decisión fue relacionada con su personal para proteger los puestos de trabajo el mayor tiempo posible, sin operaciones. Por varios meses se les reconoció el salario, luego parte de él, “pero cuando la situación se complicó ofrecimos, sobre todo a los jóvenes que estaban en los teatros y que estaban necesitando recursos, un plan de retiro muy atractivo económicamente. Y cuando reabrimos en 2021, volvimos a contratar a muchos de esos jóvenes que se habían retirado”, recuerda Falah.
El segundo aspecto clave fue anticiparse a las dificultades que vendrían en la caja de la empresa. “En la semana en que cerramos la operación en 2020, teníamos el presentimiento de que esto iba a durar más de la cuenta y tomamos 300.000 millones de pesos en deuda para tenerla en caja –explica el presidente de Cine Colombia–. Preferimos hacerlo para estar sanos, siempre he tenido la política de poca deuda, entonces, nos cogió la pandemia con muy poca deuda, lo que nos facilitó endeudarnos y eso fue lo que nos permitió lograr atender todas nuestras obligaciones sin ningún problema durante cerca de dos años”. A los seis meses, cerraron el crédito a todo el sector de exhibición de cine, casi que en todo el mundo.
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Y el tercer punto fue un cambio en la filosofía de manejo de la compañía. Siempre se está muy pendiente, al evaluar los resultados del PyG. “Nos olvidamos totalmente de él, y empezamos a trabajar con base en el flujo de caja de la compañía. El PyG era un resultado de las decisiones que tomábamos”, explica Falah.
Además, inició un proceso de renegociación con todos sus proveedores y con quienes tenían algún vínculo con Cine Colombia, y adelantaron una inversión cercana a 5.000 millones de pesos para que, cuando se reabrieran las salas, el público las encontrara en mejor estado que cuando las cerraron.
También ajustó su plan de inversiones. De un poco más de diez proyectos que tenía para desarrollar, canceló cuatro y mantuvo los otros vigentes, con inversiones que superan los 125.000 millones de pesos. De hecho, ya abrió tres –múltiplex Fusagasugá; Barranquilla, en el Centro Comercial Alegra, y en el centro comercial Nuestro Bogotá–, y avanza en otros múltiplex: en Hacienda Santa Bárbara, que según Falah marcará un hito en el desarrollo de Cine Colombia y estará listo a principios del año 2024, y uno en Cartagena, en un proyecto que se llama La Gran Manzana, que entrará en operación a mediados del año entrante.
Igualmente, la reapertura de las salas le permitió a Cine Colombia, hace un par de semanas, pagar 70.000 millones de pesos, de los 300.000 millones que había pedido prestados al inicio de la pandemia.
Sin embargo, aún el sector está lejano a los niveles de asistencia que tenía en 2019. Falah explica que con la reapertura se empezó con cerca del 20 por ciento de la asistencia de 2019, al cerrar 2021, ese porcentaje subió al 40 por ciento y a mayo de este año registró 51 por ciento. “Estamos a la mitad, más o menos, de 2019, pero no olvidemos un factor: estamos utilizando como benchmark el 2019, el mejor año en la historia de cine en Colombia”, dice, y agrega que la actual es una época de transición y espera que la asistencia se normalice hacia 2024.
Otro de los factores a los que ha tenido que enfrentarse la industria de la exhibición de cine es al desarrollo de plataformas de canales y productoras, que alcanzaron un protagonismo alto en tiempos de pandemia y que ahora tienen decenas de competidores: Netflix, Amazon, Disney+, HBO, Paramount, Universal, entre muchos.
Como recuerda Falah, para unos productores o estudios como los de Hollywood, que tienen el control sobre las producciones cinematográficas en el mundo, era muy fácil tomar decisiones sin que los exhibidores estuvieran abiertos al público. Eso aceleró el proceso de las plataformas, que prácticamente todos los estudios terminaron de desarrollar y las lanzaron al aire. “Yo diría que hasta cierto punto fueron un poco desleales con su socio natural, como son las salas de cine, porque dijeron que ahora el enfoque de los estudios iba a ser la plataforma, y no tanto las salas de cine; repito, eso es muy fácil decirlo cuando las salas de cine están cerradas”, señala.
En la medida en que las salas se fueron abriendo, empezaron a estrenar películas en la plataforma y en el cine paralelamente, pero también empezaron a cambiar las fechas de estreno de las películas y grandes producciones, sin tener en cuenta a la sala de cine. “Hemos vivido un periodo de incertidumbre muy grande. Ellos eliminaron en esa época la ventana –el periodo que transcurre entre el estreno en cine y el estreno en cualquier otra plataforma digital–, que era de 90 días, y se fue a cero. Pero, gran sorpresa, se encontraron que sin el cine sus películas no tenían el mismo valor o el mismo éxito que en una plataforma. Entonces, en este momento, ya se está en esa transición nuevamente, donde están respetando una ventana para la industria del cine, obviamente no de 90 días, pero sí de entre 30 y 45 días, que, creo, es relativamente aceptable”, explica Falah.
Las lecciones
La pandemia dejó muchas lecciones, pero en el caso de Cine Colombia, lo hizo en dos áreas específicas: tecnología y alimentos. Antes de la pandemia, la empresa trabajaba con una plataforma para compra de boletas, Fandango, y también tenía una propia. Sin embargo, entre las dos no llegaban al 12 por ciento de la boletería vendida. “En la pandemia hicimos un desarrollo muy importante en tecnología: una plataforma web muy robusta y eliminamos la de Fandango y nuestra app. Hoy estamos vendiendo más del 30 por ciento de la boletería, a través de esta nueva plataforma”, señala Falah.
En la parte de alimentos, Cine Colombia eliminó 70 por ciento de los productos que tenía, pero mantuvo formatos como los de sushi, las tiendas Juan Valdez y ahora incluyó la pizza, que está ofreciendo en algunas salas de cine. Para su sorpresa, el consumo por espectador ha aumentado.
Una de las tareas que ha venido realizando Cine Colombia es su colaboración con producciones colombianas, que variaba entre cinco y diez al año y en las que invertía entre el 10 y el 20 por ciento del valor de la producción. “A raíz de la situación, la producción colombiana se ha reducido un poco. Nosotros en este momento no estamos invirtiendo en producciones colombianas, por obvias razones, y además hay que entender que, si uno mira los últimos tres años, desde 2019 hacia acá, el público todavía está asistiendo primordialmente a los blockbuster de Hollywood. A películas de arte, a películas independientes, inclusive a películas colombianas, la asistencia ha sido relativamente poca”, agrega Falah.
Ante el aumento de la inflación y la posibilidad de que muchos consumidores empiecen a priorizar gastos en detrimento de algunos sectores como entretenimiento, Falah reconoce que la gente se está cuidando un poco más en sus gastos, pero también advierte un nuevo ángulo.
“El cine es un entretenimiento barato, sin contar una salida a un parque, y no solamente en Colombia, sino en muchos países del mundo. El precio del cine en Colombia, comparativamente con países más desarrollados, es infinitamente menor. No hemos trasladado el crecimiento de la inflación y eso lo hemos venido absorbiendo en gran parte nosotros, porque sabemos que hay que esperar que evolucione poco a poco, y uno tiene que tratar de acomodarse a la situación de nuestro público por ser este un sector muy masivo”, puntualiza.