Inspirar a las mujeres a empezar de nuevo

La creadora de contenido Katy Cardona tiene un mensaje contundente: ”Nunca es tarde para retomar los sueños”. Lo dice con frecuencia en sus videos y publicaciones, subrayando la creencia de que la fuerza interior y la determinación superan cualquier barrera de tiempo o circunstancia.

Nacida y criada en el barrio Marroquín 2 en Cali, Katy creció en un entorno de valores religiosos y escasez económica, lo que la llevó a comenzar a trabajar a temprana edad. Sin embargo, esto no apagó su curiosidad y su sed de aprendizaje. Exploró diversas áreas, desde la belleza y el arte hasta la venta en almacenes, antes de dar el salto a las redes. En cada una de esas experiencias, dejó su sello de dedicación y optimismo, aspectos que hoy se reflejan en su contenido digital.

Su ejemplo más reciente y potente de resiliencia se dio con la maternidad. Tras convertirse en madre, atravesó cambios físicos y emocionales que la llevaron a cuestionarse sus propias capacidades. Sin embargo, en vez de ceder a la incertidumbre, optó por compartir ese proceso con honestidad, permitiendo que su audiencia —principalmente mujeres— se identificara con sus temores y pequeños triunfos.

Ha repetido una y otra vez que si ella puede, “cualquier mujer puede”, enfatizando en la importancia de no rendirse cuando las responsabilidades de la vida familiar parecen abrumadoras. Uno de los ejes de su discurso radica en que la edad y las circunstancias personales no deberían impedir perseguir nuevos objetivos.

Constantemente, recibe mensajes de mujeres que, a los treinta, cuarenta años o más, sienten que han perdido oportunidades o se ven frenadas por prejuicios sociales. Katy responde con anécdotas, recordándoles que ella también comenzó en redes sin mayor preparación profesional y que, aun así, ha logrado construir un proyecto sólido y con propósito. Cree en la educación continua y la capacidad de ”reentrenarse” en cualquier etapa de la vida. Esta filosofía empuja a muchas seguidoras a buscar nuevas salidas laborales o creativas.

A través de charlas virtuales y transmisiones en vivo, Katy comparte consejos sobre cómo equilibrar la vida cotidiana —hijos, pareja y responsabilidades— con el proceso de aprender o emprender. Busca desterrar la idea de que las mujeres deben ser perfectas en todo momento, promoviendo, en cambio, la noción de que el crecimiento personal es un camino plagado de tropiezos e incertidumbres, pero también de satisfacciones invaluables.

Más allá de su testimonio personal, la influencer potencia el mensaje de otras voces femeninas que han logrado sobreponerse a dificultades. Ha invitado a colaboraciones con emprendedoras, líderes de opinión y expertas en diversas áreas, otorgándoles un espacio en sus redes para contar sus historias de éxito o de superación. En cada una de esas alianzas, el factor común es la motivación para que otras mujeres se animen a dar el paso, a probar una actividad nueva, a cambiar de rumbo profesional o incluso a replantear la forma en que se cuidan física y emocionalmente.

La cercanía con su audiencia la ha llevado a recibir, en muchas ocasiones, correos y mensajes en los que sus seguidoras le cuentan sus historias de vida. Algunas han dejado trabajos que no las satisfacían para aventurarse en un emprendimiento soñado; otras han retomado estudios universitarios que dejaron inconclusos años atrás. Todo esto, impulsadas por la certeza de que ”nunca es tarde” y de que, aunque el camino no sea sencillo, la perseverancia y la actitud positiva pueden allanar las dificultades.

Por supuesto, Katy no se presenta como una gurú infalible. Reitera que ella misma sigue aprendiendo y que a diario enfrenta miedos e inseguridades. Sin embargo, considera que su papel como creadora de contenido es compartir ese recorrido y mostrar que, en cada pasaje de la vida, se puede encontrar un motivo para emprender algo nuevo. Para subrayar su punto, a menudo relata cómo empezó grabando videos con su teléfono, sin contar con ningún equipo profesional, y cómo fue experimentando con distintos formatos hasta encontrar su lugar en plataformas como TikTok, Instagram o YouTube.

Este carácter de inspiración se ve reforzado por la congruencia entre su discurso y sus actos. Katy, además de impulsar a otras mujeres, ha promovido campañas asequibles para marcas pequeñas, muchas de las cuales están lideradas por emprendedoras que buscan un lugar en el mercado. También ha compartido consejos para cuidar la salud mental, identificando el estrés y la ansiedad como barreras comunes para avanzar en proyectos personales.

La repercusión de sus palabras se nota en los testimonios de seguidoras que, con lágrimas de felicidad, han agradecido la valentía con que habla de temas íntimos. El impacto de esa sinceridad ha sido tan grande que muchas han optado por participar de manera más activa en su comunidad, ofreciendo ayuda mutua y compartiendo sus propios consejos y desafíos. Así, se ha forjado una cadena de apoyo en la que cada historia de superación refuerza la determinación de las demás.

La trayectoria de Katy Cardona como influencer y creadora de contenido se enmarca en un propósito mayor: alentar a las mujeres a creer en su poder para reinventarse. Mientras ella siga demostrando que la edad, la maternidad o la falta de recursos económicos no son obstáculos insalvables, su voz continuará abriendo caminos y alimentando la esperanza de quienes decidan dar un paso adelante, sin importar lo tarde que crean que es.