FAUNA
El triste final de Pongo, una jirafa a la que le aplicaron la eutanasia
Tras fracturarse dos de sus patas, heridas de las cuales inicialmente se recuperó, pero que luego se agravaron, la jirafa más alta del Zoológico de Miami debió ser sacrificada. Tenía 12 años y medía 4,87 metros. Esta es la historia.
Un acontecimiento triste se registró en los últimos días en el Zoológico de Miami. Pongo, una jirafa macho, de 12 años de edad y casi cinco metros de altura, debió ser sacrificada luego de que se fracturara dos de sus patas y después de un tiempo las heridas se agravaran impidiendo su movilidad.
Destacaba entre las principales atracciones del Zoológico, pues era la más alta de los ejemplares de su especie en el lugar, lo que llamaba la atención de los visitantes, que de forma permanenete la alimentaban y consentían.
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"Con gran tristeza, los funcionarios del Zoológico de Miami han tenido que tomar la difícil decisión de sacrificar a Pongo, una jirafa macho de casi 12 años de edad y 4,87 metros de altura”, informó el parque del sur de Florida a través de una comunicación oficial.
Las difíciles condiciones por las que atravesaba el animal venían de hace meses. En septiembre, un equipo multidisciplinario de más de 24 personas logró inmovilizarlo y realizarle un procedimiento que funcionó de forma temporal. En su momento, los especialistas lograron ponerle unos zapatos de goma, los cuales fueron hechos a la medida y tomarle radiografías para determinar sus verdaderas condiciones, lo que se convirtió en un trabajo sin antecedentes, pues la jirafa pesaba más de 900 kilogramos.
En aquella ocasión, los médicos veterinarios realizaron de forma simultánea varias tareas, entre ellas las radiografías, poda de los cascos, terapia con láser y la recolección de muestras de sangre y tejido.
El animal fue inmovilizado para validar las condiciones de sus patas. Foto: Zoológico de Miami
Según informó el propio zoológico, inicialmente las prótesis impuestas permitieron que la jirafa volviera a caminar de manera normal; sin embargo, unas semanas después estas se desprendieron de las patas del animal, que nuevamente sufrió fracturas, esta vez con mayor gravedad.
Si bien el interés de los funcionarios del zoológico era recuperar nuevamente al animal continuando con un tratamiento que le permitiera volver a levantarse, al practicar nuevas radiografías evidenciaron la gravedad de las lesiones y las difultades que el animal tendría para retornar a la normalidad.
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Tras nuevos análisis, los especialistas determinaron que el casco estaba fracturado de una manera que evitaría que se tratara con éxito, por lo que tomaron la decisión de sacrificar al animal mientras se encontraba bajo el efecto de la anestesia.
"Lamentablemente, las radiografías revelaron que en las últimas dos semanas se había fracturado aún más el pie de una manera que impidió que el equipo de Animal Health (Salud Animal) pudiera tratarlo con éxito, por lo que se tomó la dolorosa decisión de sacrificarlo mientras estaba bajo anestesia", informó el zoológico.