Diseño

Restaurar muebles con historia es una tendencia de diseño que se impone en Colombia

Los espacios ya no se visten solo con lo nuevo. Arquitectos, diseñadores y marcas están apostando por rescatar piezas antiguas como sello de autenticidad. El mobiliario restaurado gana terreno.

18 de mayo de 2025, 3:45 p. m.
Restauración
Restauración | Foto: Suministrada

El diseño de interiores dio un giro. Hoy no basta con llenar un espacio de objetos nuevos. Lo que realmente marca la diferencia es integrar piezas con carácter, historia y materialidad honesta. Por eso, la restauración dejó de ser un oficio del pasado y se convirtió en un recurso clave de estilo.

Piezas con décadas de uso, fabricadas en maderas nobles y acabados originales, difíciles de encontrar en serie, están tomando protagonismo. No se trata de antigüedades costosas ni de mobiliario vintage de colección, sino de objetos cotidianos con valor estético que se integran en propuestas modernas.

Frente a la oferta masiva de objetos nuevos, muchas personas están redescubriendo el valor de lo que ya tienen. Un comedor que acompañó décadas de reuniones. Un baúl de herencia. Un espejo que siempre estuvo en la entrada. Lo que antes se reemplazaba sin pensarlo, ahora se restaura con intención.

Marcas como Lurdes le apuestan no solo a reparar, sino que también transforman espacios al reintroducir piezas que ya existían. “Cada mueble que llega trae una textura distinta, una forma de uso que ya no se fabrica, una historia que no hace ruido, pero se siente”, explica.

Trabajan desde el detalle: recuperan vetas, modernizan y dan nueva vida a piezas únicas. Y eso no solo emociona a quien entrega el mueble. También transforma el espacio al que regresa. Las piezas con memoria marcan puntos focales, abren conversaciones y construyen identidad.

“Hay quienes lloran cuando ven su mueble restaurado, pero no es por nostalgia. Es porque algo encaja otra vez. Porque sienten que hay coherencia entre el pasado y lo que quieren habitar hoy”, afirma. Y eso dice mucho del momento que vivimos: queremos espacios que hablen como nosotros, que no sean anónimos, que tengan algo que decir.

Esta tendencia también responde al diseño responsable. Restaurar no solo conserva materiales de mejor calidad —como cedro, roble o caoba— sino que evita el descarte innecesario y disminuye el consumo de mobiliario efímero. Es una decisión estética, pero también práctica y coherente con los tiempos.

Al final, la tendencia no busca volver al pasado. Lo que propone es mirar lo que ya existe, descubrir lo que aún sirve, y darle un lugar con sentido dentro de lo que estamos construyendo. Restaurar no es mirar atrás: es decidir qué vale la pena seguir incluyendo.

Noticias relacionadas