“Lo experimental es una práctica para dislocar y deconstruir las normas”: Julián Medina

Desde hace cinco ediciones, Cineautopsia se ha manifestado como una respuesta a la masificación de contenidos elaborados bajo ciertos cánones y modos de producción que han invadido las esferas de creación y la realización. Por eso, los creadores del festival decidieron apostar por la búsqueda de un cine auténtico que se resista a las convenciones establecidas por las grandes industrias mediante la convergencia de las artes visuales y la resignificación de conceptos, donde muchos artistas se oponían a los modos estandarizados.

Este espacio le brinda a los realizadores la posibilidad de establecer sus propias formas de narración, representación y realización, les sirve para apartarse de las fórmulas usuales y explorar otras manifestaciones creativas que quieran proponer. Se interesa por la investigación y profundización en nuevos modelos que evocan la libertad en la práctica. IV Cuerpos de Juan José Arias, una de las piezas expuestas este año, logra generar una sinestesia a partir de la unión de la animación y la deconstrucción del arte en una obra realizada a partir de pinturas de Sandro Botticelli. 

Cortesía Cineautopsia

El festival cuenta entre sus objetivos fundamentales el de crear públicos, por lo cual propone interacción a sus espectadores. Como afirma Julián Medina, productor del festival, “el hecho de tener talleres y laboratorios de creación experimental nos permite el contacto con las personas interesadas en estas expresiones, nos da la posibilidad de conocer sus percepciones y hace que se vaya formando una escena de lo que es el cine experimental”. A estos laboratorios de creación se suman intervenciones artísticas, muestras alternativas y charlas con realizadores y jurados invitados.

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El festival Cineautopsia se ha posicionado como un epicentro creativo que congrega expresiones derivadas del cine y otras artes. Los hace con tres talleres: el taller Laboratorio Experimental: Expanded Cinema TouchDesigner, en el cual se genera contenido audiovisual, multimedial y/o interactivo en tiempo real en 3D y 2D; el taller Animación y realidad, el archivo familiar como fuente para crear, que también hace parte del Laboratorio Experimental; y el Laboratorio de Creación: dibujar, pintar (y otras en el tiempo).

En diciembre de 2018, Cineautopsia realizó la convocatoria internacional para su quinta edición por medio de plataformas digitales. La cerró en marzo de este año con 765 obras internacionales de 57 países, entre ellos Estados Unidos y Francia. Naturalmente el país con un mayor número de exponentes fue Colombia, con 151 piezas inscritas.

Cortesía Cineautopsia

La selección de las obras estuvo a cargo de 12 curadores, los cuales revisaron las piezas y las clasificaron en los dos bloques principales del festival. Primero, están las obras destacadas, una selección de 34 piezas participantes entre las que están 10 obras colombianas, 9 latinoamericanas y 15 de otras latitudes las cualesparticipan por ser las ganadoras del festival. En un segundo plano, las obras del bloque panorama, agrupadas por ejes temáticos y con distintos conceptos entre los que destacan discursos de cuerpo y genero, político y resistencia, ambiental, entre otros.

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Entre las curadurías invitadas para integrar la programación de esta edición del festival están AREA-Rosario (Asociación de Realizadores Experimentales Audiovisuales Rosario), CineToro (Valle, Colombia), Backup & Beyond Bauhaus (Alemania), Festival de la Imagen (Manizales, Colombia), Mujeres en la animación experimental latinoamericana por Moebius (Bogotá, Colombia) y Experimental Film Society (Irlanda).

Entre varios espacios, Cineautopsia se ha tomado la Cinemateca distrital, donde se proyectan las obras de la selección oficial. Las obras Panorama se pueden ver en espacios como Cine Tonalá, Espacio Odeón, la Alianza Francesa, el centro cultural Antípoda, la Universidad Central y la Casa San Felipe.

Pasajeros en trance natalia hermida, una de las 10 obras destacadas de colombia en el festival.

En esta entrega, diez piezas de la selección oficial pujan para ganarla, entre las cuales se destacan: Pasajeros en trance de Natalia Hermida, No nací en el cuerpo equivocado, tenía una idea equivocada de mi cuerpo de Julián Pedraza y Hermana de Lucía Martínez entre obras del bloque Colombia. 

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El festival mira con insistencia a “lo experimental” pues, según Medina, es cuando “se es consciente de lo que se hace, de los modos de realización y de cómo se experimenta innovando, cambiando y dislocando los parámetros, rompiendo estructuras y deconstruyendo desde adentro”.