Barcú 2.0

Desde hace siete años Feria de Arte y Festival Cultural Barcú se realiza entre las coloniales casas del barrio La Candelaria. Ese es parte de su encanto. Los visitantes pasan horas viendo obras de arte para todos los gustos, y salen a caminar por calles como esta:

No queriendo perder el particular encanto del barrio -su barrio-, la plataforma digital de la feria se vistió de La Candelaria. Los visitantes encontrarán fotografías de sus tradicionales plazas de mercado, recorridos virtuales por sus calles, fotos históricas y testimonios de sus personajes icónicos.

Los conciertos de las Noches Barcú se llevarán a cabo “en escenarios íntimos, tipo unplugged”, “en locaciones mágicas de La Candelaria,” explican los organizadores del evento en el comunicado de prensa. El público podrá verlos virtualmente a través de la página del evento. Para llegar a ellos basta con elegir la opción Edición actual, en el menú principal, y luego Música.

Esa misma opción Edición actual, pero eligiendo Arte y luego Galerías, lo lleva a los espacios de arte que hacen parte de la feria. La página despliega los logos de las galerías que se pueden visitar, y también da la opción de hacer recorridos 3D, con o sin guía. Si elige el de la Galería Obrarte, por ejemplo, puede ver obras de Pedro Ruiz, de Noel Morera y de Pablo Tamayo, mientras que en la galería suiza Bändli encontrará a los artistas Vanessa Barragão y Jesus Ángel Bordetas.

Con todo y pandemia, Barcú no quiso dejar de tomarse la capital, llenarla de arte, y poner a los bogotanos a pensar. Por las pantallas del Movistar Arena, el Parque Bicentenario y la Galería de arte San Diego, se presentará la obra Sin Cielo de Clemencia Echeverri, artista invitada nacional de la feria.

En su página oficial, Echeverri describe Sin cielo así: “En fragmentos de imágenes que se descomponen y recomponen sobre nueve pantallas organizadas en una cuadrícula, el paisaje en un lugar del nor-occidente colombiano (Marmato, Caldas) es transformado por agresivas marcas dejadas por la minería de oro. Un territorio envenenado, tóxico y olvidado. Esta acción audiovisual revela huellas de cianuro, de mercurio en aguas putrefactas de lodazales que a su paso dejan devastación y ahogo. Es una ‘ruina moral’ que tiene profundos efectos en la dimensión política, social e ideológica del territorio.”

Exhibir esa impactante obra justo ahora tiene su razón de ser: “en un momento en el que en Colombia se discuten temas como el fracking o la minería en páramos y en parques nacionales, esta obra de Clemencia Echeverri tiene un mensaje muy pertinente que debe ser escuchado,” dice el comunicado de prensa.

Y para regalarle un poema a Bogotá, en el último piso de un edificio en construcción en la 84 con 8, presentarán en letras gigantes “MINE LOVE DISTRIBUTE HOPE” del conocido artista británico Robert Montgomery.

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