Arte
Justicia en el caso Gurlitt: Berlín devuelve a sus legítimos propietarios las obras de arte robadas por los nazis
Casi 10 años después de haber confiscado la colección de arte de Cornelius Gurlitt, Alemania devolvió a familias judías 14 obras identificadas como robadas durante la Segunda Guerra Mundial.
La historia es como de película: comenzó en 2010, cuando Cornelius Gurlitt, de 77 años, viajaba en tren de Suiza a Alemania, luego de haber vendido unas obras de arte de su rica colección. En una requisa protocolaria un funcionario de aduanas lo registró, y vio que llevaba alrededor de 9.000 euros (cerca de 25 millones de pesos). La cifra estaba justo por debajo del límite legal para sacar dinero del país, pero era suficientemente alta como para levantar sospechas y propiciar una investigación en su apartamento de Múnich.
En él, las autoridades encontraron una caleta con alrededor de 1500 obras de arte que habían sido robadas por los nazis. Apiñadas en armarios, metidas entre cajas y colgadas de las paredes del diminuto apartamento, había piezas de Picasso, Matisse, Monet, Durero, Renoir, Cézanne, Beckmann, Delacroix y Munch.
Focus publicó la noticia en 2013 y la historia no tardó en darle la vuelta al mundo. La revista avaluó la colección en unos 1300 millones de dólares. Con el tiempo se supo que la cifra podría ser exagerada, pues buena parte de la colección estaba compuesta de litografías, dibujos y acuarelas.
Luego de un largo proceso de investigación, las autoridades lograron determinar que de las 1500 obras encontradas, 380 hacían parte de las miles de obras que los nazis confiscaron legalmente de los museos alemanes, y que cerca de 300 pertenecían a Hildebrand Gurlitt.
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Para 2018, cinco habían sido identificadas como arte robado a familias judías, y se estaba investigando la procedencia de unas 499.
Tras su muerte en 2014, Cornelius Gurlitt designó al Museo de Bellas Artes (Kunstmuseum) de Berna, Suiza, como el heredero de su colección, pero las cerca de 500 piezas de origen dudoso permanecieron en Alemania y la investigación sobre su procedencia continuó.
El pasado miércoles 13 enero el Ministerio de Cultura alemán dio conocer importantes avances: 14 obras de arte habían sido devueltas a sus legítimos propietarios, entre ellas, un dibujo del poeta y pintor alemán Carl Spitzweg titulado Das Klavierspiel.
A petición de los herederos de Henri Hinrichsen -un editor de partituras musicales que murió en Auschwitz en 1942-, la obra fue enviada a la casa de subastas Christie’s.
El dibujo había sido robada por los nazis en 1939, y comprada al año siguiente por marchante de arte Hildebrand Gurlitt, el padre de Cornelius, y cercano al régimen de Hitler.
Este importante avance no significa el cierre del caso Gurlitt. Las autoridades siguen investigando la procedencia de varias de las obras de la colección, valorada en varios millones de dólares.
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