Carlos Fernando Galán destapa sus cartas para 2025: reducir los homicidios y la extorsión, y agilizar las obras, sus principales desafíos

Como si se tratara de una historia de la mitología griega en la que Prometeo robó una chispa de fuego de la forja de Hefesto para dársela a los humanos, o como si fuera una vivencia de 1857, época en la cual, según los historiadores, se remonta la frase en francés baptême de feu, que en español significa bautismo de fuego, hace un año, con tan solo días de haberse posesionado como alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán vivió lo que fue un verdadero bautismo de fuego en la capital del país.

No acababa de acomodarse al frente de su despacho en el Palacio Liévano cuando vivió el primer gran reto como mandatario distrital: los voraces incendios que se propagaron y se tomaron rápidamente los cerros orientales de Bogotá, afectando más de 43 hectáreas. Una situación originada, en algunos casos por manos humanas, pero en su mayoría consecuencia de la inclemencia del fenómeno de El Niño.

Y la ciudad no había terminado de superar las afectaciones ambientales por la voracidad de las conflagraciones, cuando Galán se encontró de frente con su segundo gran reto como alcalde: el racionamiento de agua en Bogotá. Una decisión altamente costosa, políticamente hablando, que no quiso tomar la administración de la exalcaldesa Claudia López, a pesar de que las evidencias así lo exigían.

A la par de estas situaciones, el alcalde Galán debió empezar a poner las primeras piedras para edificar sus principales propuestas de gobierno: recuperar la confianza de la ciudadanía y lograr que Bogotá empezara a caminar segura.

Una tarea nada sencilla partiendo de la herencia que le dejó Claudia López a Bogotá: proyectos de movilidad, infraestructura y obras de valorización con grandes retrasos y desfinanciamiento por más de 2 billones de pesos; además de la crisis en la seguridad con grupos delincuenciales totalmente robustecidos.

“Nos tocó llegar a poner la casa en orden. Nosotros recibimos una ciudad con graves problemas y grandes retos. Un frente principal fue el tema de las obras. Pudimos agilizar la velocidad de las obras en un promedio de 80 por ciento”, aseguró Galán a SEMANA.

Un avance para nada menor si se tiene en cuenta la falta de gestión de administraciones anteriores. “Encontramos una obra de valorización de 1995 que fue cobrada en 1998, no había iniciado su construcción, pero ya la iniciamos el año pasado. Entonces logramos activar las obras que estaban paralizadas. Eso tiene impacto en la reactivación económica, en el empleo y principalmente en la recuperación de la esperanza de la ciudadanía”, sostuvo el alcalde.

Seguridad

Más allá de la aceleración y puesta en funcionamiento de las obras en la ciudad, que fue uno de los principales logros de la administración distrital el año anterior, la gran mayoría de los focos se centraron en la seguridad a raíz de la promesa de Galán, en su plan de Gobierno, de tratar de lograr que Bogotá camine segura.

El primer año de mandato del burgomaestre dejó un balance agridulce en materia de seguridad. “Logramos reducir el hurto en todas sus modalidades, según las cifras oficiales de Fiscalía y de Policía, pero hemos enfrentado un aumento del homicidio y la extorsión. En parte, el tema del homicidio tiene que ver con el enfrentamiento de bandas delincuenciales que buscan copar espacios que son liberados por los golpes que les hemos dado”, indicó Galán.

Efectivamente, los homicidios aumentaron en la capital más del 13 por ciento, siendo 2024 el año con más homicidios en los últimos tres años en la ciudad. De acuerdo con cifras de la Fiscalía, son 29 las bandas delincuenciales con presencia en Bogotá. Bosa, Suba, Usme y Kennedy fueron las localidades en las que la Fiscalía reportó mayor presencia de estos grupos criminales.

Pero más allá del aumento de una cifra, el secretario César Restrepo explicó qué hubo detrás de la conducta homicida en la capital del país en el año inmediatamente anterior. “Cuando un sistema criminal que viene en fortalecimiento y consolidación, las instituciones lo enfrentan y lo desestabilizan, el efecto natural que ocurre son confrontaciones dentro de esas organizaciones por reacomodación de mandos e intereses entre esas organizaciones por buscar reposicionamientos o control de áreas que antes eran controladas por ellos”, sostuvo Restrepo.

Es así como el funcionario destacó que “en Bogotá, durante el primer semestre del año, la Policía incrementó sustancialmente la acción contra estructuras para frenar la extorsión, la venta de drogas y la expansión criminal que se produjo durante los últimos cuatro años en la ciudad. Al haber golpeado a esas organizaciones, ocurrió el efecto de desestabilización del sistema criminal”.

De acuerdo con el secretario, esa dinámica criminal se ve reflejada en las cifras de sicariato y antecedentes de las víctimas de estos homicidios. “El mayor crecimiento está en los sicariatos. Más del 10 por ciento de las víctimas, de acuerdo con la información que nos ha dado la Policía Metropolitana, tenían órdenes de captura vigentes. Más del 60 por ciento tenían anotaciones o antecedentes judiciales, es decir, gente que había salido de la cárcel. Y casi el 90 por ciento de las víctimas había estado en un contexto asociado a programas delictivos”.

Para el alcalde Galán, parte de la inseguridad que se vivió en Bogotá durante 2024 también correspondió a la dinámica del deterioro del orden público en el país.

“Enfrentamos un año en el que la capacidad de producción de droga en Colombia creció significativamente, siendo lo más alto de la historia y eso terminó afectando a las ciudades. En Bogotá recibimos el fortalecimiento de organizaciones criminales que se dedican al tráfico de drogas, generando un combustible para todo tipo de actividades delincuenciales”, afirmó Galán.

Desafíos

Al pasar la página de este primer año de administración, se ponen sobre la mesa los desafíos que se deben enfrentar en este 2025 para entender hacia dónde va Bogotá. La seguridad, el racionamiento de agua y el metro serán los temas principales a trabajar.

“En 2025 tenemos que lograr frenar el crecimiento del homicidio, frenar el crecimiento de la extorsión. Para ello, es importante que la política distrital trabaje en llave con la política nacional para debilitar las estructuras criminales que afectan las ciudades como Bogotá”, enfatizó el alcalde.

En cuanto al racionamiento del agua, si bien el alcalde precisó que todo depende de las afluencias, se espera que este año que empieza se puedan levantar completamente las medidas de restricciones en el consumo de agua. “Dependerá de las afluencias que haya en el primer trimestre para ver si logramos eventualmente llegar a un nivel que nos permita levantar las medidas”, dijo.

Ahora, con la advertencia que hizo el Gobierno nacional de un posible freno al giro de recursos al Distrito para las obras de la primera línea del metro de Bogotá, tras el hundimiento de la ley de financiamiento al finalizar el año pasado en el Congreso de la república, el alcalde Galán subrayó que bajo ninguna circunstancia dejará frenar el proyecto.

“La nación en 2024 cumplió con sus compromisos con el metro y espero que así siga siendo este año. Ahora, Bogotá no va a permitir y vamos a hacer todo lo que tengamos en nuestras manos, para garantizar que esa obra no se pare. La vamos a blindar para llevarla a buen puerto y espero que en eso concurra la nación con los recursos que le corresponden”, señaló.

En todo caso, el alcalde es consciente de que en medio de todo estará la tensa relación que el presidente Gustavo Petro mantiene con Bogotá. “Hemos tenido diferencias. Mi responsabilidad ha sido defender los proyectos y la autonomía de Bogotá. Espero que este sea un año de diálogo constructivo, en medio de la diferencia, pensando en el bienestar de la ciudadanía. El Gobierno no puede ver a Bogotá como una isla y decir en Bogotá no operamos. No, hay responsabilidades de la nación que debe cumplir con Bogotá”, manifestó Galán.

En materia de movilidad, Galán reveló que no habrá cambios en el pico y placa. “Los frentes de obra lo impiden”, comentó. Finalmente, en materia de salud, el gran reto será la implementación del nuevo modelo Más Bienestar, a la par que el Distrito se opone a la reforma a la salud del Gobierno Petro. “La reforma no ayuda a mejorar en nada el sistema de salud en el país”, enfatizó el secretario Gerson Bermont.