Alpilitro: el impacto que tienen los influencers y las redes sociales en los hábitos alimenticios

“Por culpa de los brackets estoy comiendo muchas cosas blanditas, cosa que me recomendaron porque duele masticar. Así que, dentro de las cosas blanditas que estoy comiendo, estoy comiendo harto Alpinito..”. Así inició el TikTok de Samuel Vela (@elfisicocuenta), comediante e influencer colombiano con más de 400k de seguidores en esta red social, 39k en Instagram y 6k en Twitter.

Este video publicado el 25 de enero dio inicio a una tendencia que finalmente resultó en la creación de un nuevo producto: el Alpilitro. A la fecha (13 de febrero), cuenta con más de 127k “me gusta”, más de 2.500 comentarios y ha sido compartido más de 2.600 veces.

Las redes sociales estallaron. Los hashtags #Alpilitro y #Alpinito fueron tendencia nacional por más de dos días. Esto llevó a que, solo tres días más tarde, Alpina, empresa colombiana de lácteos que lleva en funcionamiento desde 1945, respondiera con un TikTok donde se veía el primer prototipo del Alpilitro. Muchos se preguntaron si todo esto no había sido más que una estrategia de marketing con planeación anterior.

Sin embargo, en el comunicado de prensa de Alpina se lee: “la compañía, sin haber planeado el lanzamiento de este producto, gestionó la posibilidad de crearlo en tiempo récord y en menos de 24 horas le dio respuesta a sus consumidores por medio de un video de TikTok”. Además el mismo Samuel Vela, por medio de un StoryTime en TikTok, explicó que fue hasta luego de la publicación del primer video que Alpina lo contactó para hacer realidad el sueño de una generación.

¿Por qué las redes sociales tienen tanto impacto?

Es innegable el impacto que tienen hoy en día las redes sociales. El total global de usuarios representa más del 59% de la población mundial, una cifra que, según el reporte Digital 2022, es un 10% superior al dato del 2021.

Según cifras de Statista, para enero de 2023 Facebook había alcanzado los 2.958 millones de usuarios, Instagram rondaba los 2.000 millones y TikTok contaba con 1.051 millones de usuarios. En Colombia, para febrero del 2022, los usuarios activos en esta última red social sobrepasaron los 13 millones, de acuerdo con el reporte de We are Social. Se estima que todas las cifras van a tener un crecimiento de al menos el 10% para el 2023.

Además, los usuarios pasan en promedio más de dos horas diarias generando interacciones en estas plataformas. En el caso puntual de Colombia, el tiempo en redes sociales es una hora más alto que el promedio mundial, es decir que los colombianos duran tres horas y 46 minutos activos diariamente.

En el caso del Alpilitro, estas cifras fueron las encargadas de generar presión para la creación del producto. El Alpinito, presentación original del postre tipo queso con sabores, nació en Colombia en 1990, y la generación que tiene hoy entre entre 20 y 30 años, cuya infancia estuvo rodeada de este producto, es hoy en día la que más presencia tiene en las redes sociales. De hecho, aproximadamente el 47% de los usuarios de TikTok tiene entre 10 y 29 años y un poco más del 20% entre 30 y 39 años. Por eso, este producto que apela a la nostalgia de esa generación generó la tendencia que hoy trajo un nuevo producto al mercado.

¿Cómo afecta esto al mercado de productos alimenticios y gastronómicos?

El Alpilitro es solo un ejemplo de cómo las redes sociales pueden afectar a todo el mercado. Las tendencias hicieron que en menos de 24 horas una empresa movilizará toda una planta de producción para crear un solo producto, que ya tiene más de 100 mil personas inscritas para su preventa. Y aunque para muchos internautas sigue la duda de si fue una estrategia planeada o no, en ambos casos las redes sociales cumplieron su objetivo y demostraron que tienen un impacto no solo en el mundo online sino en el offline.

De hecho, recientemente un estudio desarrollado por La Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), demostró que los influencers tienen la capacidad de modelar los comportamientos y hábitos alimenticios de sus seguidores. Estos creadores de contenido se convierten en modelos simbólicos y por esto son capaces de promocionar productos, dietas e incluso tienen la capacidad de cambiar la autopercepción corporal de sus comunidades. Esto implica, para el mercado de productos alimenticios, una posibilidad tanto de conocer a sus usuarios como de promocionar sus productos de una manera nunca antes explorada.