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Cómo informar sin alarmar en temas oncológicos

Hablar de cáncer en medios de comunicación implica una gran responsabilidad. Informar sin alarmar es un reto que pocos logran equilibrar, pero Solmayra Vargas ha sabido recorrer ese camino con claridad y sensibilidad.

25 de julio de 2025, 4:37 a. m.
Solmayra Vargas
Solmayra Vargas | Foto: Solmayra Vargas

Su experiencia como periodista y educadora en salud, especialmente en temas de prevención del cáncer de piel, la ha convertido en un referente regional. Desde sus inicios, ha buscado traducir los hallazgos médicos en información comprensible, sin sacrificar el rigor científico ni la empatía.

Solmayra tiene claro que el objetivo no es solo divulgar cifras o alertar sobre riesgos, sino empoderar a las personas para tomar decisiones informadas. Su enfoque se apoya en el periodismo de servicio, donde cada dato cumple una función educativa.

En sus reportajes, evita los tecnicismos innecesarios y opta por un lenguaje cotidiano que conecte con distintos públicos. Prefiere hablar de “señales visibles” en la piel antes quede “lesiones sospechosas”, o comparar la protección solar con ponerse un cinturón de seguridad.

Uno de sus mayores aciertos ha sido integrar los testimonios de pacientes en su narrativa. Estos relatos dan rostro y emoción a temas que muchas veces se tratan desde la frialdad estadística. Lejos de victimizar, Solmayra muestra historias de superación, diagnósticos oportunos y rutinas de autocuidado que transforman vidas.

Esa humanización del mensaje rompe el silencio que muchas veces rodea al cáncer y estimula conversaciones necesarias en los hogares. Para evitar el alarmismo, se apoya en fuentes validadas: entrevistas con oncólogos, dermatólogos y la revisión constante de literatura científica. Esta base le permite traducir con precisión conceptos complejos y contrastar la información que circula en redes sociales.

La verificación es parte de su rutina profesional, pero también lo es su sensibilidad para decidir cuándo y cómo comunicar ciertas noticias. Apuesta por una comunicación que genere acción sin inducir temor.

Uno de sus ejes de trabajo es la prevención del cáncer de piel. Promueve el uso del protector solar con campañas adaptadas a cada público, desde adolescentes hasta trabajadores al aire libre. Para ello, diseña contenidos visuales, retos interactivos y materiales educativos que puedan circular fácilmente en redes sociales. Su estrategia multiplataforma le permite llegar a comunidades con baja alfabetización sanitaria y a usuarios digitales que demandan información inmediata.

Detrás de su solvencia está una formación rigurosa: estudios en periodismo, diplomados en comunicación para la salud y capacitaciones continuas en salud pública. Esta preparación le ha permitido trabajar junto a organizaciones médicas, ONG y medios internacionales. También ha sido reconocida por su labor con premios de instituciones como la Sociedad Anticancerosa de Venezuela y el Premio Roche de Periodismo en Salud.

Solmayra insiste en que el periodista no debe ser solo un difusor, sino también un mediador cultural. Por eso, adapta sus mensajes según el contexto: no habla igual en una escuela que en un foro académico, ni usa los mismos ejemplos con adultos mayores que con adolescentes. Esta adaptabilidad ha sido clave para generar confianza y fidelidad en su audiencia.

En un entorno saturado de noticias falsas y titulares alarmistas, su estilo pausado y didáctico resulta refrescante. Sabe que no se trata de ocultar la gravedad del cáncer, sino de ofrecer herramientas para enfrentarlo desde el conocimiento.

Su meta no es provocar miedo, sino fomentar el autocuidado y la consulta oportuna. Para Solmayra Vargas, informar sobre salud es una forma de compromiso social. Lo hace desde el respeto, la evidencia y la escucha activa. Y en esa conjunción de ciencia y empatía, encuentra su mayor fortaleza comunicativa. Porque comunicar bien, en temas oncológicos, puede ser tan decisivo como un buen tratamiento: puede salvar vidas.

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