Cómo
El evangelio de hoy, viernes 26 de julio: “El que escucha la palabra y la entiende, ese da fruto”
Las Escrituras invitan a reflexionar sobre las enseñanzas que Dios ha entregado a los hombres para guiar los pasos de la humanidad.
El papa francisco invita a reflexionar sobre las enseñanzas del Evangelio: “Jesús nos invita hoy a mirarnos por dentro: a dar las gracias por nuestro terreno bueno y a seguir trabajando sobre los terrenos que todavía no son buenos”.
Lectura para hoy viernes 26 de abril
Lectura del libro de Jeremías 3, 14-17.
“Volved, hijos apóstatas, oráculo del Señor, que yo soy vuestro dueño. Os iré reuniendo a uno de cada ciudad, a dos de cada tribu, y os traeré a Sion. Os daré pastores, según mi corazón, que os apacienten con ciencia y experiencia”.
“Os multiplicaréis y creceréis en el país. Y en aquellos días, oráculo del Señor, ya no se hablará del Arca de la Alianza del Señor: no se recordará ni se mencionará; nadie la echará de menos, ni se volverá a construir otra. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén ‘Trono del Señor’”.
Tendencias
Salmo de hoy
Jer 31, 10. 11-12ab. 13. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño
“Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, anunciadla en las islas remotas: ‘El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como un pastor a su rebaño’”.
“‘Porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte’. Vendrán con aclamaciones a la altura de Sion, afluirán hacia los bienes del Señor”.
Evangelio de hoy, viernes 26 de julio
Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 18-23
“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: ‘Vosotros, pues, oíd lo que significa la parábola del sembrador: si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumbe’”.
“Lo sembrado entre abrojos significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno”.