Cómo
El impacto real de lavarse el pelo todos los días, expertos revelan si es una buena o mala práctica
Antes de decidir la frecuencia de lavado del pelo, es importante revisar ciertos factores individuales para garantizar la salud del cabello y el cuero cabelludo.


Mantener un pelo limpio y sano es esencial porque es considerado un rasgo imprescindible de identidad y hace parte de la rutina diaria de higiene personal. Por eso, una de las dudas más frecuentes que suelen hacerse muchas personas es si está bien o mal lavarlo a diario.
Ante esta duda, diferentes expertos se han enfocado en estudiar si lavar el pelo con frecuencia es realmente una práctica buena o mala, teniendo en cuenta las necesidades del mismo y los procesos por lo que ha pasado.
Teniendo en cuenta estos aspectos, los especialistas coinciden en afirmar que lavarse el pelo todos los días no siempre es lo más recomendable, ya que depende de varios factores individuales como el tipo de cabello, el cuero cabelludo y el estilo de vida de cada persona.
De acuerdo con la Academia Americana de Dermatología (AAD), la mayoría de personas no necesitan lavar diariamente su pelo ya que, de hecho, al hacerlo con demasiada frecuencia se pueden afectar los aceites naturales del cuero cabelludo, provocando sequedad, irritación o incluso un efecto rebote con mayor producción de grasa.

En este contexto, la dermatóloga Francesca Fusco, profesora de la Escuela de Medicina Mount Sinai en Nueva York, citada en el portal 2001 Live, indica que quienes tienen el cuero cabelludo graso sí pueden ver algunos beneficios del lavado frecuente.
Sin embargo, advierte que quienes tienen cabello seco, rizado o tratado químicamente deberían manejar espacios entre los lavados para evitar daños.
Por otro lado, el Instituto Quirúrgico Capilar, explica que el cuero cabelludo juega un papel fundamental en la salud y apariencia del cabello, por lo que una de las principales consideraciones al hablar del lavado diario del pelo es el equilibrio de la producción de sebo.
Esta sustancia naturalmente producida por las glándulas sebáceas del cuero cabelludo, cumple la función de lubricar y proteger el cabello. Sin embargo, cuando la producción de sebo se desequilibra, pueden surgir problemas como el cabello graso o el cuero cabelludo seco.

Debido a esto, se recomienda entender cómo funciona el sebo y su relación con la frecuencia de lavado para tomar decisiones informadas sobre el cuidado del cabello, según el caso.
Otros factores para considerar son el tipo de cabello, las actividades diarias, el uso de productos capilares y los peinados, ya que cada uno puede influir en la necesidad de lavar el cabello con mayor o menor frecuencia.
Uno de los beneficios del lavado diario de pelo es que genera una sensación de limpieza y frescura, gracias a que elimina el exceso de grasa y previene la acumulación de productos capilares.
No obstante, el lavado diario también puede tener efectos secundarios negativos, como el resecamiento del cuero cabelludo, la estimulación excesiva de las glándulas sebáceas y la eliminación de los aceites naturales que protegen el cabello como se mencionó anteriormente.

Teniendo en cuenta esto, un artículo de Harvard Health Publishing señala que en caso de necesitar un lavado frecuente, es importante utilizar productos suaves siempre revisando las necesidades reales del pelo.
Entre esas estrategias para cuidar el cabello entre lavados, también está la opción de utilizar champús secos o acondicionadores en seco, que ayudan a absorber el exceso de grasa y refrescar el cabello sin necesidad de lavarlo completamente.