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Los dos objetos que no debería tener en su habitación porque podrían atraer la mala suerte, según el feng shui
Aplicando estos principios, se busca eliminar las energías negativas y atraer aspectos positivos.

El feng shui es una antigua filosofía china que busca generar equilibrio y armonía entre los seres humanos y su entorno. Esta práctica se basa en la creencia de que los espacios en los que se habita o se trabaja influyen directamente en el bienestar emocional, físico y mental. Según esta concepción, cada objeto, color y disposición en un espacio tiene el poder de afectar la energía de las personas, e incluso impactar su vida cotidiana.
En el marco de esta filosofía, se sostiene que ciertos elementos dentro del hogar, especialmente en áreas clave como la habitación, pueden atraer energías negativas, bloqueando aspectos esenciales como la prosperidad, la salud y la felicidad. Uno de los principios fundamentales del feng shui establece que las energías de los objetos que nos rodean influyen en el equilibrio interior.
Según el portal Mejor con Salud, entre los objetos más comunes que deben evitarse en el hogar, especialmente en la casa, se encuentran las plantas muertas o en mal estado, así como las decoraciones agresivas con colores oscuros. Estos elementos, al interferir con la energía del espacio, pueden alterar el bienestar de quienes lo habitan.

Plantas muertas
Las plantas vivas son vistas en el feng shui como símbolos de crecimiento, renovación y abundancia. Se cree que emiten energía positiva, promoviendo un entorno dinámico que favorece el bienestar de los residentes. En cambio, aquellas que están muertas o marchitas tienen el efecto contrario, ya que, al no ser adecuadamente cuidadas, atraen energía estancada.
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Además, estas plantas pueden reflejar un estado de descuido o indiferencia en otras áreas de la vida de la persona, tales como la salud, las relaciones personales o el bienestar emocional. Esta “energía de descuido” podría trasladarse a la vida diaria, generando una sensación de insatisfacción o desorden.
Objetos de colores sombríos
El color juega un papel esencial, porque se considera que cada tonalidad influye directamente en la energía generada en un espacio. Los colores oscuros, como el negro intenso o el gris, pueden crear una atmósfera pesada, cerrada y opresiva, lo que contrasta con los principios de armonía que busca esta filosofía. Para equilibrar la energía de un espacio, se sugiere optar por colores más claros y brillantes. Tonos como el blanco, el beige, el verde claro o los pasteles son considerados ideales para fomentar la paz, la serenidad y el equilibrio.
El feng shui también pone un énfasis particular en la importancia de mantener el hogar limpio y organizado, libre de elementos que generen confusión o caos. Según esta filosofía, el orden y la limpieza favorecen un flujo positivo de energía, lo cual resulta en un ambiente más relajado y armonioso.

Aplicando estos principios, tales como deshacerse de plantas muertas o evitar colores oscuros, se busca eliminar las energías negativas y atraer aspectos positivos como la prosperidad, la salud y la felicidad. Con un espacio organizado y lleno de elementos que favorezcan el flujo de energía, se puede lograr una vida más plena y satisfactoria.