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Oración a Santa Bárbara para pedir protección ante situaciones peligrosas
Con esta súplica se busca la intervención de esta importante figura religiosa en las adversidades que generan preocupación.
Las oraciones son consideradas como el medio fundamental de comunicación entre el creyente, Dios y otras figuras religiosas que han sido veneradas a lo largo de la historia de la Iglesia católica.
A través de estas súplicas, los fieles buscan una guía, solución, paciencia o fortaleza en momentos difíciles como lo es la pérdida de un ser querido, la falta de trabajo o los daños causados por una enfermedad.
En el caso de las oraciones elevadas a Santa Bárbara, una de las figuras más emblemáticas de la Iglesia católica, el propósito es pedir su protección ante situaciones peligrosas.
De acuerdo con el portal Aci Prensa, cada 4 de diciembre se le rinde honor como una santa y mártir, que se representa con un manto rojo, al lado de un cáliz, una rama de olivo, una corona y una espada.
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Oración a Santa Bárbara de protección ante el peligro
Antes de elevar sus súplicas a Santa Bárbara, es importante tener en cuenta que una situación peligrosa es cualquier evento que ponga en riesgo a una persona o le haga daño.
Por eso, si considera que está atravesando por un momento complejo, puede acudir a ella para pedir su intervención.
Para ello, el sitio web Oraciones y misas comparte esta poderosa oración:
Te invocamos con fe y devoción.
Tú que fuiste una santa mujer, ejemplo de virtudes y de amor, intercede por nosotros ante Dios.
Protégenos de los peligros que nos rodean, y danos la fuerza y el valor que necesitamos para superarlos.
Te suplico que intercedas por aquellos que están en peligro.
Guíalos y protégelos de todo mal y peligro.
Que puedan encontrar el camino de la vida.
De este modo, llegar a ser adultos sanos y fuertes.
Amén.
Según la historia, Santa Bárbara habría vivido en el siglo III en Nicomedia (actual Turquía) y era conocida por ser la hija de un alto funcionario pagano, Dióscoro.
Sin embargo, se dice que fue puesta en cautiverio por su propio padre para prevenir su conversión, por lo que solicitó una tercera ventana en su celda como símbolo de la Santísima Trinidad.
Durante su reclusión, Bárbara descubrió el cristianismo y se convirtió en una ferviente creyente, dejando una huella imborrable que la convirtió en símbolo de protección, especialmente en momentos de tormentas, rayos y otros peligros naturales.
Además, según las creencias, Santa Bárbara también intercede por quienes la buscan en caso de enfrentar otro tipo de problemas que los agobian e, incluso, con dificultades en el amor.
