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Por esta razón es necesario hervir las fresas antes de comer, si estuvieron congeladas

Esta práctica es adecuada para consumir esta fruta sin riesgos.

21 de mayo de 2025, 7:39 p. m.
Las fresas se deben guardar en la nevera para conservarlas por más tiempo.
Las fresas se deben guardar en la nevera para conservarlas por más tiempo. | Foto: Getty Images

Las fresas congeladas se han convertido en un recurso habitual en muchas cocinas. Son prácticas, permiten disfrutar de esta fruta fuera de temporada y son perfectas para preparar smoothies o batidos en verano.

Sin embargo, hay una recomendación de seguridad poco conocida que conviene tener en cuenta y es que si se van a consumir en crudo, es preferible aplicar calor antes de comerlas.

Fresas
Fresas sobre fondo de madera. | Foto: Getty Images

Aunque congelarlas es un método seguro para conservar alimentos, no elimina ciertos microorganismos que pueden estar presentes desde el origen, y en el caso de frutas congeladas que se consumen directamente tras descongelar, la aplicación de calor puede ser una barrera preventiva eficaz frente a posibles riesgos.

¿Congelar las fresas sirve para descongelarlas?

Tal y como recoge la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) en su manual de referencia Bad Bug Book, la congelación detiene temporalmente el crecimiento de bacterias, virus y parásitos, pero no los destruye. Al descongelar, estos microorganismos pueden volver a activarse si estaban presentes en el alimento.

Esta situación no es exclusiva de las fresas: puede darse en cualquier fruta o verdura congelada que no haya sido sometida a un tratamiento térmico previo.

De hecho, el propio manual recoge casos puntuales de brotes de hepatitis A y norovirus asociados al consumo de frutas rojas congeladas, aunque se trata de episodios poco frecuentes en comparación con el volumen de consumo global.

Algunas de las fresas venían congeladas en empaques
Fresas congeladas | Foto: Getty Images / Irina Marwan

Además, el nivel de riesgo puede variar en función del origen del producto y de cómo se haya manipulado y procesado, siendo mayor en productos importados que no han sido sometidos a tratamiento térmico en origen.

El consumo de alimentos congelados suele percibirse como seguro por parte de los consumidores. Sin embargo, estudios como el publicado en Frontiers in Sustainable Food Systems advierten que la confianza en la apariencia o en el envase de estos alimentos no debe sustituir a las buenas prácticas de higiene, especialmente en alimentos que no van a cocinarse.

Por eso, el uso de frutas congeladas en smoothies o postres fríos debería acompañarse de una precaución sencilla pero eficaz: aplicar calor antes del consumo directo.

¿Qué es el tratamiento térmico y por qué funciona?

El tratamiento térmico consiste en calentar el alimento a una temperatura suficiente durante un tiempo determinado para reducir o eliminar la presencia de microorganismos.

Según el Bad Bug Book, la cocción es efectiva frente a patógenos como Salmonella, E. coli, Listeria monocytogenes y norovirus en alimentos como carnes.

Sin embargo, para frutas o verduras no existe una temperatura oficial definida, ya que su estructura y composición requieren otros parámetros de validación.

hojas de fresas
La fresa deberían calentarse antes de consumirse | Foto: dpa/picture alliance via Getty I

En el caso de parásitos como Cryptosporidium o Toxoplasma gondii, un informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) indica que una cocción adecuada puede inactivar todas las etapas de transmisión de estos organismos cuando están presentes en alimentos contaminados, incluidos aquellos que habitualmente se consumen crudos, como frutas y verduras. Aunque no se especifica un tiempo concreto,

¿Qué pasa si no se consumen en el momento?

Si las fresas se hierven previamente y no se van a utilizar en el momento, pueden dejarse enfriar y conservarse en frío o incluso volver a congelarse, siempre que se sigan buenas prácticas de higiene y manipulación.

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