Cómo

Por este error común, al regar las plantas, se podrían dañar y morir antes de tiempo

Aunque se cree que es en beneficio, esta acción podría jugar en contra.

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8 de julio de 2025, 6:51 p. m.
Manchas o marchitez en las hojas del Anthurium
Las hojas secas de las plantas son un indicativo de estrés vegetal. | Foto: Getty Images

Regar las plantas una vez por semana, siempre en el mismo día y a la misma hora, puede parecer una rutina inocente e incluso responsable. Sin embargo, este hábito tan extendido es, según los expertos, uno de los errores más frecuentes y dañinos en el cuidado doméstico de las plantas.

Lo que muchas personas consideran una acción estable, en realidad puede estar perjudicando gravemente a sus macetas sin que se den cuenta.

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Regar plantas: los errores más comúnes al hacerlo | Foto: Getty Images

Así lo advierte Álvaro Pedrera, creador de contenido especializado en jardinería y conocido en redes sociales como @ypikue. En uno de sus vídeos más recientes, Pedrera alerta de que regar “por sistema” puede provocar síntomas visibles como hojas amarillas o raíces podridas, especialmente en cambios de estación o tras trasplantes.

No todas las plantas necesitan agua cada siete días

Según explica este divulgador, uno de los principales problemas es aplicar un mismo criterio de riego a todas las plantas por igual. La necesidad de agua varía no solo en función de la especie, sino también de otros factores como:

  • La cantidad de luz que recibe.
  • El tipo de maceta.
  • El sustrato utilizado.
  • La temperatura y humedad ambiente.
  • La época del año.

Por eso, una pauta de riego semanal puede funcionar durante un tiempo y volverse perjudicial en determinadas condiciones, incluso para plantas que parecían sanas.

¿Cómo regar las plantas con café?
¿Cómo regar las plantas de forma correcta? | Foto: Getty Images

El problema no es echar agua, es por qué se hace

El error, según Pedrera, está en regar por inercia, sin observar si la planta realmente lo necesita. “Tú vas a tu calendario y piensas: hoy es día de regar. Y lo haces sin más. Ahí empieza el problema”, explica. El exceso de agua, acumulado sin control, puede saturar el sustrato, impedir que las raíces respiren y terminar dañando la planta.

Este tipo de riego automático puede no mostrar consecuencias inmediatas, pero sí en situaciones de estrés, como un cambio de estación, un traslado o un trasplante. Los síntomas suelen llegar más tarde, en forma de hojas decaídas, tonos amarillentos o raíces blandas por pudrición.

¿Cómo saber cuándo toca regar las plantas?

La recomendación más extendida entre expertos es comprobar el estado del sustrato antes de regar. Introducir un dedo en la tierra para comprobar si está seca o húmeda sigue siendo uno de los métodos más eficaces. Si el sustrato aún conserva humedad, conviene esperar unos días más.

También se recomienda observar el comportamiento de la planta: si las hojas pierden firmeza, si la tierra se despega de la maceta o si el peso del tiesto se ha reducido, puede ser momento de hidratarla.

Adaptar el riego al tipo de planta y a su entorno es clave para evitar daños innecesarios. Cambiar la mentalidad de “regar porque toca” por “regar cuando lo necesita” puede marcar la diferencia entre una planta que sobrevive y otra que prospera.

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