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¿Por qué en la Semana Mayor no se celebra el día de ningún santo?, estas son las razones
Los días de Semana Santa son considerados los más importantes en la iglesia católica.

La Semana Santa es una de las tradiciones más antiguas del mundo y una de las celebraciones más conocidas debido a su profundo significado religioso, cultural e histórico. Su origen se remonta a eventos cruciales en la historia del cristianismo, especialmente a la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, momentos que marcan la esencia de la fe cristiana.
Esta festividad ha trascendido, llegando a millones de personas en todo el planeta, con tradiciones y costumbres propias que varían según la región, pero manteniendo siempre el mismo propósito de reflexión y devoción, con la idea de que sean días de arrepentimiento y de acercarse a Dios.
En cada parte del mundo esta celebración se vive de manera diferente, pero hay una norma que es clara y que no todos conocen. Durante la Semana Mayor, existe una disposición litúrgica específica sobre las fiestas de los santos y beatos de la Iglesia Católica y es que en estos días no se celebra a ninguno de ellos.
De acuerdo a la Conferencia Episcopal Española (CEE), la Semana Santa “conmemora los acontecimientos de la pasión, muerte, sepultura y resurrección de Cristo, que constituyen el misterio pascual, el centro de la vida del Señor”.
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En el contexto litúrgico de la Iglesia, las celebraciones se clasifican en diferentes categorías según su importancia, como lo establecen las Normas Universales sobre el Año Litúrgico. Estas categorías incluyen solemnidades, fiestas y memorias.
Según ese calendario, el Domingo de Ramos, el Jueves Santo (Cena del Señor), el Viernes Santo (Pasión del Señor), así como el Sábado Santo son consideradas solemnidades. Por lo tanto, estas festividades tienen prioridad sobre cualquier otra celebración.
En lo referente a los otros días de la Semana Santa, lo que se establece es que desde el lunes hasta el miércoles tienen prioridad sobre cualquier otra celebración, por lo que las festividades de los santos dejan de tener la misma trascendencia que en cualquier otro momento del año litúrgico.
En conclusión, cada día de la Semana Mayor tiene una importancia suprema sobre cualquier solemnidad, fiesta o memoria de los santos y beatos, y durante este tiempo no se pueden celebrar estas últimas.

¿Por qué se celebra la Semana Santa?
Para la religión católica, la Semana Santa es una de las festividades más importantes, ya que se conmemoran los días que antecedieron a la crucifixión de Jesucristo.
Los días clave son el Jueves Santo, en donde se celebra la última cena de Jesús de Nazaret con sus discípulos, la institución de la eucaristía y del orden sacerdotal, así como el lavatorio de pies. Este día se conmemora con diferentes celebraciones eucarísticas.
En el Viernes Santo se conmemora la pasión, muerte y crucifixión de Jesucristo en el Gólgota. Por lo tanto, es una jornada de luto y reflexión donde los creyentes recuerdan el sacrificio de Jesús por la humanidad. Según los Evangelios, es el día en que Jesús fue arrestado, juzgado, condenado a muerte, y finalmente crucificado.
El Sábado Santo conmemora el tiempo que Jesús pasó en el sepulcro tras su crucifixión, antes de su resurrección. Este día se caracteriza por el silencio y la espera, simbolizando el lamento y la esperanza de la resurrección.