¿Qué significan las manchas amarillas en la almohada y cómo pueden eliminarse con o sin lavadora?

La almohada es uno de los elementos más usados en los hogares. La mayoría de las personas las utilizan para dormir, pues son clave para tener una buena postura que permita un descanso adecuado, manteniendo la cabeza en una posición neutral.

Sin embargo, es clave hacer uso de una buena almohada que no solo brinde comodidad, sino que se adapte a las necesidades con el fin de mejorar los aspectos posturales, que si no se cuidan pueden resultar perjudiciales al causar molestias cervicales o neurales.

A esto se suma que este elemento se debe mantener en una buena condición de limpieza, pues con frecuencia aparecen manchas amarillas que pueden deberse a varios factores. Uno de ellos es que durante la noche el cuerpo suda naturalmente, y el sudor tiene una combinación de agua, sal y aceites que puede filtrarse a través de la funda y dejar manchas amarillas cuando se seca.

De igual forma, el cuero cabelludo y la piel producen aceites naturales a los que se le conoce como sebo y, mientras la persona descansa sobre la almohada, estos pueden transferirse y acumularse en la tela, creando manchas amarillas.

Lo propio ocurre con los productos para el cabello y la piel como geles, cremas, aceites o lociones. A esto se suma que si la almohada no tiene suficiente ventilación o no se airea regularmente, la acumulación de humedad y aceites puede ser más frecuente.

Estos aspectos juntos ocasionan una acumulación de bacterias. La combinación de sudor, aceites y células muertas de la piel puede propiciar la proliferación de estos microorganismos, lo que es posible que se traduzca en complicaciones de salud como, por ejemplo, alergias, irritaciones en la piel o problemas respiratorios.

La importancia de la limpieza

Ante esta realidad, es clave mantener este elemento limpio y en buena condición. Si bien la almohada puede lavarse en la lavadora o a mano, lo ideal es siempre validar el material con el fin de evitar que se estropee. Uno de los trucos para quitar las manchas amarillas sin necesidad de poner en la lavadora es el siguiente, según el diario El Confidencial.

Se debe empezar por retirar las fundas o protectores. Después, se espolvorea bicarbonato sódico sobre ambos lados y de forma paralela se prepara una solución mezclando partes iguales de agua y vinagre blanco en un pulverizador, que se rocía sobre el bicarbonato.

Se deja que la mezcla actúe durante al menos media hora. Luego, se utiliza un cepillo para tapicerías o un aspirador para retirar el bicarbonato y los restos de suciedad. Si el clima lo permite, se airean las almohadas al aire libre para aprovechar las propiedades de los rayos de sol y eliminar posibles olores persistentes.

Si la limpieza se quiere hacer en la lavadora, la creadora de contenido especializada en limpieza @laordenatriz recomienda sumergir la almohada en un recipiente grande con agua y detergente, dejándola en remojo durante cuatro horas.

Después de este tiempo se cambia el agua y luego se aplica bicarbonato sobre las manchas y se deja actuar un tiempo similar. Posteriormente, se introduce la almohada en la lavadora con la mitad de la dosis habitual de detergente, usando un programa largo, pero suave, que permita lograr un aclarado profundo. Se puede agregar vinagre para hacerles frente a las manchas y usar agua caliente. Luego se saca y se pone al aire libre para facilitar su ventilación y secado.

De cualquier forma, es claro que mantener las almohadas limpias es esencial para garantizar un descanso saludable y prevenir posibles problemas de salud asociados con la acumulación de bacterias y alérgenos.