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Según la ciencia, estos son los 5 hábitos que identifican a una persona con un coeficiente intelectual alto

Expertos en ciencia y psicología, señalan que ni leer o estar siempre interactuando con otras personas son señales de una mente brillante.

6 de julio de 2025, 12:21 a. m.
Creativo
En el aula Estudiantes multiétnicos escuchando a un profesor y escribiendo en cuadernos. Jóvenes Inteligentes Estudian en el Colegio. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Aunque en la sociedad algunos hábitos como leer, relacionarse con otras personas de manera frecuente o tener varios logros académicos están asociados con una inteligencia elevada, expertos desmienten estas afirmaciones revelando realmente cuáles son esas actividades diarias que identifican a una persona con un coeficiente intelectual alto.

Entre los hallazgos, investigadores de psicología y neurociencia coinciden en que, quienes poseen un CI elevado, tienden a mostrar actitudes y hábitos distintos al promedio, los cuales se ven reflejados en la forma en que se relacionan con la información, el entorno social y consigo mismos.

En este contexto, según un informe de Ok Diario, estos comportamientos que han sido objeto de estudio y análisis son:

1. Curiosidad permanente y pasión por aprender

Las personas con alto CI suelen distinguirse del promedio porque nunca se conforman con saber lo básico, sino que intentan conocer a fondo el porqué de cada situación. Según la Universidad de Cambridge, esto les ayuda a mantener una mentalidad abierta y explorar diversos temas.

De igual manera, indica que no se trata solo de consumir información, sino de reflexionar sobre ella, contrastarla con otras fuentes y aplicarla de manera práctica, desarrollando así una mayor capacidad de análisis y pensamiento crítico.

A sus tres años fue admitido en una asociación para personas con alto coeficiente intelectual (imagen de referencia).
A sus tres años fue admitido en una asociación para personas con alto coeficiente intelectual (imagen de referencia). | Foto: Getty Images / pinstock

2. Preferencia por la soledad

Suelen valorar el tiempo a solas para pensar, reflexionar y concentrarse sin distracciones. Desde la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, aclaran que este hábito no es falta de habilidades sociales, sino de una valoración consciente sobre los beneficios de estar en espacios tranquilos para procesar información y estimular la creatividad.

3. El desorden hace parte de su día a día

Aunque resulta difícil de creer, el desorden podría estimular su creatividad, así lo reveló un estudio de la Universidad de Minnesota. Según la investigación, este hábito ayudaría a desarrollar el pensamiento creativo y estimular nuevas ideas.

4. Pensamiento crítico y cuestionamiento de normas

Generalmente, las personas con un coeficiente intelectual alto no aceptan ideas o instrucciones sin analizarlas primero. Esto se debe a que prefieren comprar la información, dudar de argumentos sin base racional y evitan seguir ciegamente a la autoridad.

Según un informe del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP), suelen cuestionar normas, estructuras sociales o creencias colectivas, acto que puede hacerlas parecer rebeldes o inconformistas, pero favorece su flexibilidad mental y toma de decisiones informadas.

“Una actitud crítica les permite adaptarse con mayor eficacia a los contextos y escenarios cambiantes. También, tomar decisiones más informadas para estimular la flexibilidad mental”, señala el CEDEFOP.

5. No buscan reconocimiento social

Las personas con alto CI, según expertos, muestran una notable independencia emocional, por lo que no buscan impresionar a los demás ni obtener reconocimiento social inmediato, precisa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Debido a esto, su comportamiento se caracteriza por tener mayor autenticidad y coherencia con los valores personales, desarrollando su autonomía y reduciendo la influencia de la presión social en la toma de decisiones.

También favorece la perseverancia en proyectos a largo plazo, ya que no se desmotivan con facilidad ante la falta de resultados inmediatos. Contrario a ello, suelen ser pacientes y resilientes, dos cualidades clave a la hora de enfrentar desafíos complejos.