Cómo
¿Tiene manchas en la piel y no sabe qué hacer?
En Colombia, el sol brilla todo el año. Y aunque a veces se oculta entre nubes, su efecto sobre la piel es constante, acumulativo y silencioso.

Para muchas personas, los primeros rastros aparecen en el espejo: manchas que no estaban ahí antes, que no se van y que empiezan a afectar la forma en que se perciben a sí mismas.
“Las manchas, en realidad, son una respuesta defensiva de la piel frente al daño solar. Es su forma de protegerse, pero estéticamente son difíciles de sobrellevar, y emocionalmente, aún más”, explica el dermatólogo Christian Prada.
“El 90 % de los pacientes que buscan tratamientos despigmentantes es mujer. Y esto no es casualidad”. Hay razones biológicas y geográficas detrás: desde la exposición solar permanente —especialmente en ciudades de altura como Bogotá— hasta el factor hormonal y genética.

Según Prada, entre el 40 % y el 60 % de los casos de melasma tienen antecedentes familiares. “A partir de los 30 años hay más exposición acumulada, más cambios hormonales (como embarazos o anticonceptivos, en el caso de ellas) y más posibilidades de que aparezcan manchas que luego son difíciles de tratar sin acompañamiento médico”, agrega.
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Pero no todas las manchas son iguales. “Las pecas suelen tener origen genético; las manchas postinflamatorias aparecen tras lesiones como el acné, y el melasma —el más frecuente— se relaciona con sol, hormonas y predisposición genética”, explica Sandra Barrera, gerente de Mesoestetic en Colombia.
“El color también es una pista clave: si la mancha es marrón claro, probablemente es superficial. Si se ve grisácea o azulada, está más profunda en la dermis y el tratamiento será más largo”, añade.
¿Cómo cuidar una piel con manchas?
La clave no está en un solo producto ni en soluciones virales. Lo que sí funciona, coinciden los expertos, es una rutina constante y personalizada que incluya:
- Protector solar FPS 50 todos los días.
- Vitamina C antioxidante.
- Retinoides para estimular la renovación.
- Ácido tranexámico para controlar la producción de melanina.
- Nunca automedicarse ni seguir recomendaciones de redes sin respaldo médico.
“Uno de los errores más graves es comprar ácidos por internet o en farmacias sin diagnóstico. Hemos visto casos de hipopigmentación y ocronosis: manchas azuladas permanentes por mal uso de productos”, advierte Barrera.

¿Cuándo es necesario un tratamiento médico?
Cuando la mancha ya está y resiste a las rutinas básicas, es momento de buscar alternativas con respaldo clínico.
Se puede trabajar con protocolos despigmentantes profesionales, que no solo aclaran, sino que tratan la causa del problema, bloqueando la enzima responsable de la producción de pigmento, sin inflamar la piel, por ejemplo, explica Barrera.
El tratamiento puede combinar aplicación en consultorio y mantenimiento en casa.
Y hay tratamientos que actúan en todas las fases de la pigmentación: producción, liberación y acumulación.
“Lo importante es que el paciente entienda que no se trata solo de borrar una mancha, sino de mantener el resultado en el tiempo”, subraya.
La piel, espejo de la autoestima
Más allá del espejo, las manchas también se sienten. Un estudio del Journal of Cosmetic Dermatology (2023) confirmó que más del 60 % de las mujeres latinoamericanas con melasma reporta un impacto negativo en su autoestima y vida social.
“Muchas pacientes nos dicen que dejaron de asistir a reuniones, que ya no se sienten cómodas sin maquillaje o que las manchas les cambiaron la manera de relacionarse. Y eso sí se puede transformar, pero con información confiable, asesoría médica y realismo”, concluye la experta.