Cómo

Tres tips prácticos para conservar la sandía cortada sin que se dañe

Esta fruta aporta varios beneficios para la salud y se destaca por ser un manjar rico en agua.

29 de julio de 2025, 2:32 p. m.
Sandía
Sandía fresca cortada en rodajas | Foto: Getty Images

La sandía es considerada una de las frutas más refrescantes que existen, ideal para la temporada de verano. Además, varios estudios han desmotado los múltiples beneficios que ofrece al organismo gracias a su alto contenido en agua, fibra y vitamina C, entre otros componentes importantes para la salud.

De acuerdo con una investigación del Journal of Agricultural Food and Chemistry, citada por National Geographic, beber zumo de sandía después de haber realizado una rigurosa rutina de ejercicio ayuda a reducir la frecuencia cardíaca de los atletas, así como el dolor muscular.

Esto se debe, según explica el artículo, a que la sandía contiene un aminoácido llamado L-citrulina, algo que el cuerpo convierte en L-arginina, un aminoácido esencial que contribuye a relajar los vasos sanguíneos y a mejorar la circulación.

Además, su consumo tiene una baja aportación calórica y según un estudio publicado en Nutrients, su consumo puede ayudar a aumentar la calidad de los nutrientes que se ingieren y a mejorar la calidad de la alimentación de niños y adultos.

Sin embargo, uno de los mayores retos que enfrentan quienes la compran y quieren tenerla a la mano en casa es su conservación, un proceso que puede ser bastante complejo si no se tienen en cuenta algunas sugerencias.

La sandía es un alimento altamente nutritivo que estimula el sistema inmunológico.
La sandía es un alimento altamente nutritivo que estimula el sistema inmunológico. | Foto: Getty Images

Trucos para conservar la sandía cortada en buen estado

Cuando la sandía se corta por primera vez, representa todo un desafío lograr conservar el resto de la fruta sin que pierda su textura y sabor.

Aunque muchos optan por guardarla en rodajas e, incluso, llevarlas directamente al congelador, la verdad es que estas opciones pueden afectar negativamente su calidad.

En cambio, estos tres trucos que podrá ver a continuación podrían ser bastante útiles para conservar la frescura de la sandía sin fallar en el intento:

  1. El primero es trocear la sandía en porciones medianas o pequeñas y almacenarlas en una bolsa tipo ZIP, también conocida como bolsa con cierre hermético, procurando eliminar al máximo el aire del interior y, posteriormente, guardarla en la nevera preferentemente en una zona fría y estable, sugieren los expertos de Southern Living.
  2. Cuando la cantidad sobrante es mayor de lo que se puede consumir en pocos días, la mejor alternativa es mantenerla congelada, siempre y cuando se conozcan sus limitaciones, ya que no mantendría su textura crujiente original.
  3. Cubrirla bien, ya sea con papel film o al ponerla en un recipiente hermético, esto podría evitar que absorba olores y que pierda su humedad.

Otra sugerencia importante que no debería pasar por alto es que si dejó la sandía en mitades o cuartos, es importante poner el lado cortado hacia abajo en un plato y cubrirlo para lograr mantener su jugosidad sin fallar en el intento.