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Así contó alias Gabriela por qué se iba de Bogotá, tras atentar contra Miguel Uribe Turbay: “Le dije a mi mamá que me iba a otra vida”
La joven de 19 años, capturada en Florencia, nunca le contó la verdad a su mamá sobre lo que había pasado.

En el extenso interrogatorio a Katerine Andrea Martínez, publicado por SEMANA en exclusiva este domingo, hay un dato llamativo y es la manera en la que la joven, conocida como alias Gabriela, le narró a su mamá por qué debía salir de la ciudad de repente.
Para ese entonces, ya habían pasado varios días del atentado y ella se había visto en las imágenes de seguridad que mostraban los noticieros. El jefe de la banda, alias el Costeño, le había dicho que podía irse para Caquetá y esconderse allí, donde nadie la encontraría.
“Me dijo que no esperara a que buscaran mi cara, sino que me fuera, que me fuera para Florencia, porque allá no me iba a encontrar nadie; que allá me iban a dar todo y no me iba a faltar nada“, narró ella.
El Costeño le aseguró que él tenía contactos en Caquetá que podían protegerla. "Él me dijo que un curso de drones o un curso de francotirador, que estos cursos iban a ser allá con la guerrilla. No me mencionó qué grupo de guerrilla, si eran de las Farc o cuál era. Me dijo que él tenía contacto con la guerrilla allá, que él conocía personas, que no me iba a faltar nada".

La joven quería en un comienzo huir a Ecuador, pero el Costeño la convenció de que viajara a Caquetá. “Yo le dije que me quería ir para Ecuador y él me preguntó por qué. Yo le dije que porque mi pareja ya había estado allá y que allá no se necesita visa, ni pasaporte. Él me dijo que no, que allá era más fácil que me encontraran y me insistió que me fuera para Florencia, que allá podía estudiar lo que yo quisiera”.
A Katerine le llamó la atención el plan, pero siempre tuvo un temor y era qué podía pensar su mamá. “Les dije (refiriéndose a sus padres) que estaba viajando para Ecuador, pues antes de irme en la flota, llamé a mi mamá y le dije que me iba para allá. Ella me preguntó que por qué así de repente”.

“Le dije a mi mamá que me iba a otra vida, a trabajar, a hacer otras cosas”, manifestó la joven en la diligencia judicial.
En Florencia, la joven de 19 años fue capturada y puesta a disposición de las autoridades. Contó que estaba en un bar, en la madrugada, cuando la Policía entró a hacer requisas.
“Ahí se me acercó un oficial y me dijo que yo tenía una orden de captura. Me leyó por qué tenía la orden de captura. Me dijo que estaba detenida por tentativa de homicidio, porte de armas y municiones y por uso de menores. Me leyó mis derechos. Me desmayé. Me levantaron los policías y me esposaron. Me quitaron una plata que llevaba, como 450 mil pesos. Ahí me subieron a una patrulla, me tuvieron como media hora allí. Me decomisaron los celulares, un millón cien que tenía".

“Esa plata, los 450 mil y el millón cien, era mía, de mi trabajo como webcam. Ahí me transportaron en avión, me tomaron fotos cuando me subieron y bajaron del avión. Ya aquí me llevaron para una estación metropolitana de Bogotá. Me llevaron para Puente Aranda, a Medicina Legal; me examinaron para [corroborar] que no tuviera lesiones y me preguntaron que si me habían tratado mal. Les dije que no y me trasladaron para acá”, aseguró.
En su interrogatorio confesó que fue la persona que llevó el arma al atentado y acompañó todo el tiempo al jefe de la banda.
