Madre del presidente Boric en Chile confiesa que su hijo “no estaba preparado, pero ha hecho grandes cosas”, en medio del rechazo a su gestión

En la jornada del plebiscito constitucional que se desarrolló este domingo, 17 de diciembre, en Chile, en donde sus ciudadanos acudieron a las urnas para decidir si aprueban una nueva Constitución, propuesta por la derecha para cambiar la actual o mantenerla, desde la época de Pinochet, unas declaraciones de la madre del presidente, Gabriel Boric, generaron polémica ante el fuerte rechazo a su mandato.

María Soledad Font, madre mandatario, quien lo acompañó al centro de votación donde depositó su decisión, tuvo unas breves declaraciones a la prensa chilena en las que resaltó las cualidades de su hijo, pero también señaló que no estaba listo para ocupar el sillón presidencial.

“Creo en la misión que él tiene es dura, pero por algo está acá, ya sea para aportar al diálogo (o) por crear consenso, tiene grandes virtudes. Obviamente, no estaba preparado, pero ha hecho grandes cosas y es difícil poder avanzar con todas las trancas”, aseguró al medio chileno Televisión Nacional.

Unas palabras que generaron revuelo en las redes sociales ante el fuerte rechazo hacia Boric debido al hartazgo de los chilenos por la situación económica, con una inflación disparada y la inseguridad que se ha incrementado en el último año debido a los robos y las balaceras.

Gabriel Boric lleva un año y medio al mando de Chile, como protagonista de la vuelta de un presidente de izquierda en el país austral. En el momento de su elección, el joven mandatario era la respuesta de la inconformidad de los chilenos en esa coyuntura, bajo la administración de Sebastián Piñera. Tensos momentos sociales y una serie de protestas paralizaron el país.

Sin embargo, tras la elección de Boric, la realidad con el nuevo Gobierno ha sido más compleja. Tanto que, según la más reciente encuesta de la firma Cadem, el mandatario chileno tiene una aprobación de apenas el 31 %, mientras que la desaprobación se eleva hasta el 63 %.

Números que si bien no son los peores de su gestión, representan las dificultades y falta de conexión del Gobierno del mandatario de izquierda con el pueblo chileno, que esperaba una transformación y nuevas políticas.