Comer pescado es beneficioso para las mujeres embarazadas. Sin embargo, se deben evitar algunas especies como el atún. | Foto: LUNAMARINA

CONSUMO

Mitos y verdades sobre el mercurio

¿Todos los pescados lo contienen? ¿Es peligroso estar cerca de un termómetro que se rompe y libera este químico? Aclaramos estos y otros interrogantes similares.

25 de julio de 2018

El pescado tiene mucho mercurio

Falso. Esta es una absurda generalización. Solo algunas especies como el tiburón, el atún, el pez espada o el panga, tienen altas concentraciones de este metal. Este último proviene del río Mekong, en Vietnam, y en Colombia se conoce como basa. Por su bajo costo, y su práctica presentación en filete sin espinas, se consume en grandes cantidades en todo el mundo. Sin embargo, esta especie tiene en su organismo presencia de pesticidas y compuestos químicos.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España recomienda no ingerir este producto más de dos veces a la semana.

Algunas vacunas lo contienen

Verdadero. Este metal es utilizado para su conservación y la de otros productos farmacéuticos. Pero al estar en forma de tiomersal (etilmercurio) y al ser una cantidad mínima, el organismo puede metabolizarlo rápidamente y su ingesta no representa ningún riesgo para la salud.

Las mujeres embarazadas no pueden comer pescado

Falso. Los productos de mar representan un importante aporte para una dieta saludable y deberían comerse dos veces por semana ya que son ricos en nutrientes como el Omega 3. Pero, no se deben incluir en la dieta los pescados mencionados en el punto 1.

El exceso en la ingesta de estos puede producir efectos negativos en el feto.

También está en los productos cosméticos

Verdadero. Una gran cantidad de ellos, como los jabones para desmaquillar, los tónicos antiarrugas y cremas blanqueadoras contienen mercurio. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), sus principales efectos negativos son las erupciones cutáneas, la disminución de la resistencia de la piel a infecciones, la decoloración, la ansiedad y la depresión. Una sugerencia: lea siempre la letra pequeña en los envases de estos productos. Asegúrese de que no tengan ingredientes como el yoduro mercúrico, cloruro mercurioso, mercurio amoniacal, amidocloruro de mercurio, azogue o cinabrio.