Con trabajo articulado se atraerá más inversión para la infraestrucutura en el país

Los colombianos, poco a poco, estamos empezando a ver materializados y a disfrutar proyectos de infraestructura de talla mundial en nuestro país. Las Concesiones 4G ya han iniciado la entrega de Unidades Funcionales generando efectos positivos tanto en la conectividad de las comunidades como en la competitividad de las regiones.

El impacto que se está generando en la economía se vio reflejado por primera vez en el Indicador del PIB Construcción Dane del segundo trimestre de este año, en donde el indicador de construcción de carreteras y vías de ferrocarril, de proyecto de servicio público y de otras obras de ingeniería, mostró un crecimiento del 13,9 por ciento.

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El tener inversionistas y financiadores dispuestos a apostarles a las concesiones estructuradas por el Gobierno y los privados es fundamental para poder convertir en realidad estos proyectos. Eso se logró en estos últimos años. La apuesta de los inversionistas en Equity –capital privado– de las 17 concesiones que cuentan con cierre financiero está alrededor de 20 billones de pesos, mientras que los contratos de crédito de largo plazo –financiaciones de proyecto–, tanto con banca comercial nacional e internacional, como con mercado de capitales internacional, suman alrededor de los 30 billones de pesos.

Semejante manifestación de confianza en el sector de infraestructura no se había visto en nuestro país, y podremos mantenerla siempre y cuando seamos conscientes de los mensajes que se dan a estos inversionistas y financiadores, de tal manera que no tengan duda de que podrán recuperar su inversión dentro de las expectativas de rentabilidad y plazo esperados.

El reto que tenemos como país, en cabeza del Gobierno, específicamente la ANI y todas las entidades responsables de temas ambientales, sociales, prediales y arqueológicos, es el de articular las prioridades, actuando de manera ágil, oportuna y proporcionada. De tal forma que, con base en un adecuado liderazgo institucional, se puedan tomar decisiones que nos permitan la ejecución de los proyectos dentro de los tiempos programados.

Adicionalmente, el Gobierno debe reflexionar y rápidamente reaccionar sobre las dificultades que han tenido los proyectos en ejecución, especialmente para decidir respecto de la asignación de riesgos en las futuras estructuraciones y proceder, dentro del marco de la ley, a realizar los ajustes necesarios en los actuales contratos.

Soy optimista, pronto vamos a tener concesiones en operación a lo largo del país, y es el momento en el que debemos motivar a los inversionistas de largo plazo a que tomen la buena oportunidad de inversión que son nuestras concesiones Brown Field. Esto permitirá que los inversionistas con capacidad de tomar el riesgo de construcción recuperen su inversión y puedan volver a invertir en proyectos Green Field.

Este sería un círculo virtuoso para la infraestructura y para la economía del país.

*Presidenta de Construcciones El Cóndor.