Decathlon: una marca francesa de deportistas para deportistas

Una pareja de ciclistas emprende un viaje alrededor del mundo recorriendo una quincena de países. El tramo final de la travesía tiene como escenario a Suramérica. El punto de partida es Bogotá y el destino final es Buenos Aires.

El propósito de este periplo, además de completar la aventura, es descubrir las limitaciones recurrentes de un ciclista ante las largas distancias y conocer las necesidades técnicas de una bicicleta para este tipo de excursiones. Mientras los deportistas pedalean un grupo de expertos recibe sus valoraciones y discute la implementación de nuevos modelos de bicicletas, las cuales estarán disponible para toda clase de público.

Detrás del viaje y del estudio científico se encuentra la conocida marca deportiva francesa Decathlon, que llegó a Colombia en 2017 y hoy cuenta con tiendas en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.

Y es que la innovación siempre ha sido el pilar de esta firma. Podríamos citar decenas de ejemplos creados en sus laboratorios: caretas de esnórquel que permiten respirar bajo el agua al igual que se hace en la superficie, carpas que tardan solo dos segundos en armarse, o redes portátiles para practicar tenis.

La compañía tiene claro que para innovar en este campo la única manera es conviviendo con los deportistas y aprendiendo de sus experiencias. De hecho, cuando la empresa selecciona a sus colaboradores se fija en que practiquen algún tipo de deporte. Por eso es habitual que en sus tiendas los compradores sean atendidos por especialistas en diversas disciplinas; así pueden brindarles asesoría técnica.

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Decathlon nació en Francia, en 1976. Ahí tiene sus principales laboratorios de investigación. En sus inicios la empresa se centró en la distribución de material deportivo, pero más adelante se dedicó al estudio y al desarrollo de productos, que hoy abarcan más de 70 deportes; cada uno tiene su marca propia.

Aunque es una multinacional enorme ha mantenido los valores de una compañía familiar y ha estimulado que sus colaboradores tengan plena autonomía sobre las decisiones en sus áreas y puedan crecer dentro de la empresa de acuerdo con sus capacidades. De hecho, la firma cuenta con una escuela de formación que busca fortalecer el talento humano de sus equipos.

“En Decathlon las relaciones se basan en la confianza y cercanía, todos los colaboradores son autónomos en la toma de decisiones de su perímetro-cargo”, explica Mariana Velásquez, responsable de la comunicación corporativa y quien ha integrado el equipo de la marca desde su llegada al país. “Buscamos que cada colaborador sea autor de su propio desarrollo”.

Este modelo permite que se trabaje en espacios abiertos que fomentan la comunicaición entre todos los departamentos y cargos. De esta manera siempre hay cabida para la colaboración y el mejoramiento mutuo. Además se genera un sentido de pertenencia hacia la empresa tan alto que, por ejemplo, todos los colaboradores, sin importar su función, se ponen enfrente de las cajas registradoras en un día de mucho movimiento.

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Cabe añadir que Decathlon ofrece a sus empleados la posibilidad de convertirse en accionistas, una oportunidad que la gran mayoría toma y que ha impulsado un sentido de pertenencia absoluto con la empresa.

Toda esta cadena de valores, sumada a un empeño constante por innovar en materia deportiva, ha convertido a la firma francesa en un modelo global. Hoy sus tiendas abren sus puertas en los cinco continentes y marcas propias como Quechua, Kalenji o Domyos son referentes del mercado. En este continente, en donde culminará el recorrido de la pareja de ciclistas, Decathlon tiene presencia en Brasil, Chile, México y Colombia.