INDUSTRIA MARÍTIMA
Los 3 grandes retos del transporte marítimo
El director de Puertos y Transporte del FTI de la OCDE, Olaf Merk, explica qué deberá cambiar esta industria para lograr ser más eficiente, rápida, rentable y amigable con el medio ambiente.
La industria del transporte marítimo debe afrontar a futuro tres retos fundamentales. El primero es el tamaño, porque la magnitud de los buques ha aumentado. La mayoría ha crecido de manera impresionante en las últimas décadas, en particular los de contenedores y los cruceros. Solo enormes compañías pueden comprar tales embarcaciones y mantener y llenar flotas de ese tamaño.
Como resultado de este fenómeno la industria de transporte de contenedores se ha concentrado: los ocho principales operadores del mundo ahora tienen una cuota del mercado del 80 por ciento. En consecuencia, los grandes buques también causan un impacto importante en los puertos ya que estos necesitan crecer y equiparse para los picos de carga que llegan en estas megaembarcaciones. Este aumento en los tamaños afecta la red de los puertos ya que estos reciben menos llamadas de los grandes buques y algunos muelles empiezan a perder oportunidades, así como lo indicamos en nuestro estudio The Impact for Mega-Ships.
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El segundo desafío es la velocidad. Solo los puertos más rápidos continuarán en el negocio. El tiempo de manejo de los barcos se ha reducido drásticamente en las últimas décadas, pero todavía hay mucho potencial por mejorar los procesos logísticos marítimos puerta a puerta. En particular, para los momentos del proceso que requieren una coordinación de las partes interesadas; por ejemplo, cuando un barco arriba y la carga está llegando o saliendo. La digitalización ayudará a que los procesos sean más eficientes, siempre que se basen en la colaboración entre los interesados, como describimos en nuestro reciente informe Information Sharing for Efficient Maritime Logistics. La digitalización también podría hacer más transparente la cadena de suministro y proveer servicios de valor agregado a los cargadores o transportistas.
Finalmente, el transporte marítimo solo tendrá futuro si se hace más sostenible. Hay dos aspectos claves en este tema: la contaminación del aire y el cambio climático. La calidad del primero, en muchas ciudades portuarias, está bajo la presión de las emisiones de los buques. Los gases de efecto invernadero del sector del transporte marítimo son sustancialmente equivalentes a los de un país como Corea del Sur. Aunque ya hay algunas regulaciones para mitigar estos efectos, con seguridad al sector se le exigirá hacer más al respecto. Esto se puede traducir en combustibles alternativos como hidrógeno o biocombustibles, y más energía renovable como la eólica y la solar. Otras opciones son reducir la velocidad de los buques y diseñarlos para ser más eficientes a nivel energético, como lo evaluamos en nuestro estudio de Descarbonización del transporte marítimo.
*Director de Puertos y Transporte del Foro de Transporte Internacional (ITF) de la Ocde.