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Cinco razones por las que vale la pena visitar Medellín
El equipo de aventureros de la premiada guía ‘Rough Guides’ comparte los motivos por los que la capital antioqueña es un destino obligado para los viajeros del mundo.
Medellín vive un momento increíble. La segunda metrópoli de Colombia se ha sacudido de su turbulenta historia y es un verdadero epicentro de innovación. Es un lugar dinámico, interconectado, lleno de posibilidades: cuenta con diversos espacios culinarios, una escena artística vibrante y en sus calles se respira un aire creativo. La ciudad de la eterna primavera no para de crecer.
1. Innovación inspiradora
La luminosa Medellín de hoy es una urbe transformada. La política de arquitectura democrática ha rejuvenecido sus áreas más deprimidas. Por ejemplo, en una antigua plazoleta dedicada al crimen ahora brillan 300 agujas de luz. Varias bibliotecas, de diseño admirable, revivieron espacios barriales olvidados. Además, teleféricos y escaleras eléctricas conectaron aislados distritos con el corazón de la ciudad, como la Comuna 13, hoy reconocida por su arte callejero.
2. Café de verdad
Medellín reposa en una de las principales zonas cafeteras del país que, tradicionalmente, ha exportado lo mejor de su producto estrella mientras deja para los locales el de menor calidad. Pero algunos establecimientos están cambiando esa historia. La marca Pergamino lidera esta transformación al exhibir sus granos de origen, tostados localmente en una alternativa cafetería.
Medellín ha empezado a vender en su misma ciudad los mejores tipos de café que produce.
3. Arte
Sumergida en la creatividad, Medellín ya vale el tiquete solo por las obras de un joven local que se convirtió en artista legendario: un tal Fernando Botero. Veintitrés de sus redondeadas y fascinantes esculturas están distribuidas a lo largo y ancho de la Plazoleta Botero, mientras que en el Museo de Antioquia, su obra está acompañada por el arte de otros ilustres colombianos.
Vista interior del Museo de Antioquia.
4. La escena gastronómica
El lujoso barrio El Poblado es la zona de la buena comida y de las vibrantes noches que viven hasta el amanecer, la escena culinaria ofrece desde lo tradicional hasta lo más arriesgado. Uno de sus restaurantes destacados es El Cielo, donde el chef, Juan Manuel Barrientos, ha implementado su visión de la paz en la cocina. Allí, personas que decidieron dejar las armas y volver a la vida civil trabajan juntos para crear obras maestras de la cocina molecular.
El restaurante El Cielo contrata personas reintegradas a la vida civil y se especializa en cocina molecular.
5. Escapada a Guatapé
A solo dos horas de Medellín está Guatapé, un precioso pueblito de casas multicolores que se extienden hasta un pacífico lago. Su vecina, la piedra de El Peñol, irrumpe en el paisaje. Es un imponente monolito de 200 metros de altura. Una escalinata que dibuja un zig zag con 649 escalones permite alcanzar su cima. El esfuerzo de los caminantes es recompensado con una panorámica de varias islas abajo en el lago.
Tendencias
Guatapé es uno de los lugares emblemáticos más cercanos a Medellín. Está a dos horas por carretera.
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