MÚSICA
La copla: una tradición centenaria que aún perdura en Santander
En la provincia de Vélez todavía es posible escuchar una conversación a través de coplas. ¡Que siga su vigencia! Aquí hacemos un homenaje a la tradición coplera.
La copla es una expresión cultural con cientos de años de historia. Los españoles la trajeron a América, y sus pobladores, sin importar la clase social, la adoptaron como propia. Copla viene del latín copula, que significa ‘unión’, por eso, esta composición poética, dicha con gracia e ingenio, fue tan importante para la cohesión de las nuevas sociedades.
Hoy la coplería sigue uniendo a las viejas y nuevas generaciones, principalmente en las zonas rurales de Santander, Boyacá, Cundinamarca y Antioquia. Germán Velandia, Jairo Mateus, Carlos Murcia y Rodolfo Sierra trabajan por mantener esta tradición. Para esta edición especial de Santander nos compusieron algunos versos con los que exaltan su tierra.
Jairo Mateus del municipio Jesús María
De la tribu de los guanes
quedó esta formulita
ellos le decían quezabe
nosotros le decimos chichita.
Llevamos sangre de indio
somos de raza bravía
y nos corre por las venas
la furia y la valentía.
En aquellos tiempos de antes
vivimos en ranchos de teja
y utilizamos petróleo
pa’ prender la candileja.
Esto decía mi nono
no seamos tan paparotes
en qué llevamos el agua
si no trajimos chorotes.
Carlos Murcia de El Peñón
Hay turismo en Santander una tierra que enamora
un territorio de paz
de gente trabajadora.
El mute santandereano
la arepa y su tradición
el bocadillo veleño
de Dios una bendición.
Ven a conocer Santander
y sus deportes extremos
el cañón del Chicamocha
la bienvenida le daremos.
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Rodolfo Sierra de El Playón
Cuando a mí me dicen pingo
no crean que eso es un ultraje
pues entre ríos y montañas
soy pingo viendo el paisaje.
Qué lindas son las culonas
con esos cuerpos perfectos
no sé lo que están pensando
yo hablaba de los insectos.
German Velandia de San Joaquín
Sobre los dichos santandereanos
un dicionicio les voy a hacer
y es pa’ que tuitos garlen lo mesmo
como garlamos en Santander.
De la Josefa y de su jetica
un dulce beso quise robar
y otras cositas pa’ entretenerme
porque la vida quería gozar.
Y la hijuechuca toa bejuca
me jue diciendo y sin vacilar
granitodioro rejijuepuerca
rejijuemula hágase pa’llá.
So hijuelita, so gran pendejo
no sea tan pingo no joa más
que si cuchuco quere conmigo
ni los sobraos le voy a dar.
Que usted de aquello quere un mincha
quere un trisito para prebar
rejijuemadre yo se lo juro
qué usted conmigo, nay, nay, nay na.
Sobre los dichos santandereanos
una minchita yo les garlé
el dicionicio quedó inconcluso
pues jalta mucho y yo ¡me mamé!