RADIOGRAFÍA DEL SECTOR
Estas son las 3 transformaciones de la industria automotriz en el futuro
Vivimos la era del carro eléctrico (cero emisiones), de las computadoras al volante (cero accidentes) y de usuarios que buscan un coche para transportarse, pero no para comprarlo (cero propiedad). Así va el sector.
La producción automotriz de potencias como China y Alemania se contrae. El mundo mira con inquietud la guerra comercial entre el gigante asiático y Estados Unidos, y los vaivenes del brexit, que podrían afectar al sector; pero no hay certezas. Solo especulaciones. Los expertos no se ponen de acuerdo. Es difícil predecir qué sucederá con este ramo que depende de tantos factores. Sin embargo, los analistas sí coinciden en que la nueva ruta de la industria la marcarán los cambios tecnológicos.
De acuerdo con un estudio publicado a finales de 2018 por la consultora Strategy&, de PwC, la producción de automóviles se dividirá en dos: el mercado masivo, en el que los vehículos se alquilarán por viaje; y los personalizados, para quienes quieren tener su carro propio. Con esta transformación cambiaría también la mano de obra requerida en los procesos. El estudio estima que tan solo entre el 40 y el 60 por ciento de los trabajadores actuales con habilidades modernas serían necesarios en el taller; mientras que la demanda de ingenieros expertos en data y software en planta podría aumentar hasta 90 por ciento.
“La industria automotriz no ha alterado significativamente su modelo desde que llegaron las líneas de montaje de Ford hace más de un siglo”, explica Heiko Weber, socio de PwC Strategy& Alemania. “Sin embargo, esperamos que muchos de estos cambios marquen el ritmo en 2021”.
Sí, el sector afronta interesantes modificaciones y lo explica con claridad Fabio Novoa, consultor empresarial y profesor de Escuelas de Negocios en México, Perú, Argentina, Uruguay, República Dominicana y España. Novoa advierte que los estudios actuales muestran un revolcón real del sector debido a tres macrotendencias: cero emisiones, cero accidentes y cero propiedad. Estas determinan el mercado. “En las grandes capitales como Madrid no se puede entrar al centro de la ciudad con vehículos contaminantes, solo con eléctricos. Y lo mismo pasará en las urbes latinoamericanas”, explica.
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En Colombia ya comenzó la revolución eléctrica, pero crece lentamente. Según la alianza Andi-Fenalco para el sector automotor, durante los últimos siete años se han comercializado cerca de 5.425 vehículos alternativos (híbridos y eléctricos). Tan solo entre enero y octubre de 2019 han sido matriculados 1.922 de ellos, lo que marca un crecimiento del 269 por ciento frente al mismo periodo de 2018. El Gobierno nacional apoya este cambio: en julio sancionó una ley para incentivar el uso de los autos eléctricos. Con este impulso espera que el país tenga 600.000 vehículos de esta naturaleza en 2030. Así reducirá las emisiones de carbono en el país.
La segunda macrotendencia de la que habla Novoa, “cero accidentes”, está relacionada con los coches autónomos, que aún necesitan muchos ajustes. Algunos de estos ya se venden en Colombia y son aquellos vehículos que se estacionan solos. Su talón de Aquiles es el diálogo entre ellos. Actualmente se invierten miles de millones de dólares en esta tecnología. “Los vehículos de hoy son un computador con ruedas. Los de antes se fabricaban en Detroit, en Michigan; ahora se producen en California, en Silicon Valley. Los competidores de las grandes compañías como Toyota, General Motors (GM) y Volkswagen son Google, Amazon y Apple”, explica Novoa.
La tercera macrotendencia es la de “cero propiedad”. Las personas ya no quieren comprar vehículos, necesitan movilizarse, pero para conseguirlo no tienen que tener la propiedad de un carro. Este es un gran desafío para el sector. “Hay aplicaciones muy interesantes que cumplen con esa labor. Esto provocará que las ventas individuales de la industria automotriz disminuyan y que, por ejemplo, crezcan las ventas de flotas. Estas pueden ser adquiridas por una nueva empresa que se convierta en una suerte de ‘Airbnb’ de automóviles, o por firmas como las de las patinetas eléctricas”, explica Novoa. Recuerde que los autos que se están creando hoy saldrán al mercado en una década y serán un buen ejemplo de esas nuevas macrotendencias globales.
¿Y las exportaciones?
Ante las probabilidades de que el dólar se mantenga el próximo año en los altos niveles que marcó en 2019, ¿cuál sería el panorama del sector en el país? La directora ejecutiva de la Cámara de la Industria Automotriz de la Andi, Juliana Rico, explica que “estas condiciones encarecerán los vehículos importados y el comercio internacional. Es probable que las exportaciones se vean en dificultades por las condiciones económicas de México, Argentina y Brasil, que arrastran un comportamiento negativo”, explica.
Pero hay motivos para el optimismo. Rico dice que como Colombia cuenta con condiciones macroeconómicas y jurídicas estables es probable que los proyectos de la industria sean asignados a GM-Colmotores y Renault en nuestro país, lo que permitiría “que las exportaciones de vehículos autopartes asciendan y puedan llegar a 1.400 millones de pesos, la meta propuesta para 2022”.
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Colombia, a través de General Motors-Colmotores, Sofasa Renault, e Hino, del Grupo Toyota, y junto con 200 empresas proveedoras de autopartes, exporta autos, camionetas, camiones y buses a 60 países. Cada año el país fabrica cerca de 150.000 vehículos y el 40 por ciento de ellos será exportado a 19 naciones. El negocio no va nada mal. De acuerdo con las cifras de ProColombia, las exportaciones de todo el sector, entre enero y septiembre de 2019, suman cerca de 550 millones de dólares; 84 millones más que en ese mismo periodo de 2018.
*Periodista económica.