MUNDO
China confinó ciudad de 16 millones de habitantes para controlar brote de coronavirus
Esa ciudad registró este jueves 157 nuevos contagios locales.
La ciudad china de Chengdu, con cerca de 16 millones de habitantes y situada en el suroeste del país, estará bajo confinamiento desde el jueves con el objetivo de frenar un nuevo brote de la covid-19.
China es la última gran economía del mundo que sigue aplicando la llamada estrategia “cero covid” para erradicar el virus a base de restricciones a los viajes internacionales, cuarentenas, test masivos y severos confinamientos.
Las autoridades de Chengdu difundieron un documento oficial en el que instan a los residentes a “quedarse en casa en principio” a partir de las 18H00 del jueves para luchar contra una nueva ola de contagios.
Cada hogar podrá mandar una persona al día a comprar víveres y bienes esenciales, pero deberán haber realizado una prueba negativa en las últimas 24 horas, según el documento.
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Entre el jueves y el domingo, todos los residentes realizarán pruebas y las autoridades pidieron que no salieran de la ciudad salvo si fuese “absolutamente necesario”.
“El estado actual del control de la epidemia es anormal, complejo y sombrío”, expone el documento. Las medidas, según el escrito, pretenden “detener con decisión la propagación del brote y garantizar la salud de todos los ciudadanos”.
Chengdu registró el jueves 157 nuevos contagios locales, de los cuales 51 no presentaban síntomas, dijo el Gobierno de la ciudad en otro comunicado.
En otras partes de China, los niños de al menos 10 ciudades y provincias se enfrentan a la interrupción del nuevo curso académico, ya que los controles de la pandemia obligan a las escuelas a adoptar medidas como el aprendizaje en línea, según un informe publicado el jueves por un medio de comunicación afiliado al estatal Diario del Pueblo.
Japón vuelve a aliviar las restricciones fronterizas por covid-19
Japón flexibilizará sus restricciones sanitarias para el ingreso de turistas extranjeros, quienes podrán volver al país sin tener que ir acompañados por un guía, anunció el miércoles el primer ministro Fumio Kishida.
No obstante, se mantendrá la obligación de reservar el viaje a través de una agencia de viajes, señaló Kishida en rueda de prensa.
“Permitiremos a los turistas de todo el mundo entrar al país a través de viajes organizados, pero sin guía”, dijo.
Precisó que la medida entrará en vigor el 7 de septiembre, fecha en que también se elevará la cuota de llegadas diarias a Japón a 50.000 personas, desde 20.000 en la actualidad.
La semana pasada, el Gobierno japonés anunció que a partir del 7 de septiembre dejaría de exigir certificado de prueba negativa de la covid-19 para visitantes con tres dosis de la vacuna.
“En la medida que el comercio internacional se intensifica nuevamente en el mundo, Japón se unirá al movimiento”, acotó el gobernante, al explicar que también quiere “aprovechar” la actual debilidad del yen, que puede hacer a Japón atractivo para visitantes foráneos.
“Queremos seguir suavizando” las restricciones fronterizas en el futuro, “teniendo en cuenta la situación infecciosa nacional y en el exterior, el nivel de demanda y las medidas fronterizas de otros países”, agregó Kishida, quien acaba de concluir un período de aislamiento por dar positivo al covid-19 el 21 de agosto.
Japón no ha impuesto un confinamiento a la población durante la pandemia y el número de muertes por covid-19 en el país (unos 39.000 desde inicios de 2020) es relativamente bajo comparado con otros países.
Más de 64 % de la población japonesa ha recibido tres dosis de la vacuna contra el coronavirus y el número sube a 91 % entre la población de 65 años y más.
Japón era un destino turístico popular y de rápido crecimiento antes de la pandemia, con un récord de 31,9 millones de visitantes extranjeros en 2019, una importante fuente de ingresos para la economía local.
Con información de AFP