Coronavirus
Los tapabocas desechables están acabando con la vida silvestre en todo el mundo
Un estudio de biólogos de los Países Bajos alerta sobre los millones de mascarillas que la gente usa para protegerse del coronavirus: “Son una bomba de plástico para los animales”.
Científicos de la Universidad de Leiden en Holanda iniciaron su investigación después de descubrir un pez perca atrapado en un guante de látex. Lo definieron como la primera víctima holandesa de los desechos de coronavirus. Desde entonces, han estado recopilando datos y evidencia de las consecuencias de la contaminación por desechos de la covid-19 en los animales en todo el mundo.
Los biólogos Auke-Florian Hiemstra, del Centro de Biodiversidad Naturalis, y Liselotte Rambonnet, de la Universidad de Leiden, todavía están examinando con qué frecuencia y en cuáles lugares los animales se exponen más a los desechos.
Sus muestras y observaciones publicadas en la revista Animal Biology, el diario oficial de la Real Sociedad Zoológica Holandesa, abarcan todo el mundo, desde Brasil hasta Malasia, y provienen de redes sociales, sitios web e informes de periódicos locales.
Así, con este material disponible, los investigadores han confirmado incidentes con zorros en el Reino Unido y aves en Canadá, los cuales se enredaron en tapabocas desechables. Pero esto mismo les ocurre a erizos, gaviotas, cangrejos e incluso murciélagos que están expuestos permanentemente a los plásticos desechables.
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En algunos casos, dicen los autores del estudio, los animales se comen estos desechos. Hay informes de simios que mastican tapabocas, y también fue hallado un pingüino con uno de estos materiales en el estómago.
Además, los investigadores advierten que las mascotas, especialmente los perros, también corren el riesgo de tragarse accidentalmente una mascarilla. “Los animales se debilitan debido a que se enredan, o mueren de hambre a causa del plástico en su estómago”, alertó Rambonnet.
Están en todas partes, “los vertebrados e invertebrados en tierra, en aguas dulces y en el mar se enredan o quedan atrapados en los desechos”, agregó Hiemstra.
Y como si fuera poco, el estudio encontró algo que le agrega más tristeza y preocupación a lo que sucede: durante el último año, algunos animales han comenzado a usar la llamada “contaminación covid” para construir sus nidos. Por ejemplo, el equipo descubrió un nido de focha, un ave común en los Países Bajos, construido con mascarillas y guantes desechados de forma incorrecta.
“El material de los pañuelos de papel también se encuentra en los nidos. Como consecuencia también hemos hallado síntomas de la covid-19 en los animales”, informó Hiemstra, el científico del Centro de Biodiversidad Naturalis.
Los autores del estudio agradecieron a todos los fotógrafos, recolectores de basura, observadores de aves, centros de rescate de vida silvestre y veterinarios que contribuyeron a su proyecto.
“Como resultado de esto, podemos aprender más sobre el impacto de estos productos desechables en la vida silvestre. Por lo tanto, pedimos a las personas que sigan compartiendo sus observaciones para que podamos mantener una visión general actualizada”, concluyó Rambonnet.
Asimismo, el equipo solicitó que les envíen las observaciones a www.covidlitter.com mientras continúan creando conciencia sobre los desechos de coronavirus. También proponen que se considere remplazar los tapabocas y equipos de seguridad desechables por materiales reutilizables.
Cabe recordar que los tapabocas, fabricados con poliéster y polipropileno, pueden tardar cientos de años en descomponerse. “Las mascarillas no desaparecerán pronto, y cuando las tiramos, pueden amenazar el medio ambiente y los animales que comparten nuestro planeta”, dijo a la AFP Ashley Fruno, de la asociación de defensa de los animales PETA en Asia.