Foto: Real Academia Española

Día del Idioma

El español según algunos expertos

En agosto de 2020, el Festival de Poesía de Pereira invitó a importantes traductores de poesía al español a que hablaran de los detalles y complejidades de su oficio. Arcadia tuvo la oportunidad de conversar con ellos y de preguntarles cómo describirían el idioma español. Aquí sus respuestas.

Cristina Esguerra Miranda
23 de abril de 2021

El año pasado, uno de los principales temas del Festival de Poesía Luna de Locos fue la traducción de ese complejo género literario, que la escritora uruguaya Fernanda Trías describe como inagotable. Se habló de las buenas y las malas traducciones y de cómo pasar a otro idioma el sonido de las palabras y el ritmo de los versos, sin que ello implique sacrificar fragmentos del significado del poema.

En las discusiones participaron traductores de poesía al español de diferentes partes del mundo, entre ellos: 1) Edgardo Dobry, un ensayista, crítico literario y traductor argentino, que dicta clases de literatura hispanoamericana y de teoría de la literatura en la Universidad de Barcelona. Dobry ha traducido libros del escritor Roberto Calasso, del filósofo Giorgio Agamben y de los poetas John Ashbery y William Carlos Williams.

2) Abel Murcia, un poeta, traductor y fotógrafo español, especialista en español como lengua extranjera. Murcia es el director del Instituto Cervantes en Varsovia, ya ha traducido al español a las Premio Nobel Wislawa Szymborska y Olga Tokarczuk, y al reconocido periodista y escritor Ryszard Kapuscinski.

3) Aurora Luque es una filóloga clásica, que traduce los versos de poetas como Safo, Catulo, los eróticos griegos y Anne Carson. La española también es conocida por sus propias y eruditas poesías. En 2019 recibió el Premio Loewe por el poemario Gavieras.

Luego de hablar con Arcadia sobre su oficio, de que Dobry explicara que “se traduce un poema partiendo de la base de que es imposible y por eso mismo es necesario”; de que Luque dijera que para ella “traducir y amar son cosa parecida”, y que Murcia contara que él ve la traducción como un oficio artesanal difícil de describir porque cada poema es único y requiere de una “aproximación específica que permita sacar a la luz en otra lengua la riqueza que encierra,” a todos se les formuló la siguiente pregunta: ejerciendo como traductores, ¿qué han aprendido sobre el castellano? ¿Cómo describirían el idioma?

Aquí sus respuestas:

Edgardo Dobry: Describir el castellano sería como intentar describir las células de las que estoy hecho. Una lengua es una atmósfera: respiramos la cantidad de aire que necesitamos para cantar, sin caer en el alarido ni en el ahogo.

Abel Murcia: Me gusta creer que uno de los grandes valores de la traducción consiste en forzar los límites, la fronteras de la propia lengua, en hacer de la lengua un territorio más amplio, más libre, más creativo. En mi práctica como traductor he ido aprendiendo a manejar esa herramienta que en mi caso es el castellano cada vez mejor -o al menos eso es lo que quiero creer-, a sacarle cada vez un mayor partido, a conseguir que exprese determinadas cosas de una forma que hasta ese momento le era ajena… El mérito, claro está, ha sido de los textos originales y de la propia ductilidad de la herramienta.

Aurora Luque: El castellano es una lengua lenta, sabrosa, reposada. Tiene una arquitectura admirable, unos adjetivos prodigiosos. No es nerviosa como el inglés. Me seducen cada vez más sus infinitas músicas.

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