Crónicas de concierto

El rap y el humo mandaron: reseña de Cypress Hill, Alcolirykoz y Oblivion’s Mighty Trash en el Movistar

Para un día sin carro, una increíble noche de música.

Alejandro Pérez Echeverry
7 de febrero de 2025, 7:45 p. m.
Cypress Hill / Alcolirykoz / Oblivion's Mighty Trash /Movistar Feb 6 2025
B-Real carburando y cantando. Pocas agrupaciones son tan militantes con la marihuana como lo es la icónica Cypress Hill. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

No hubo transporte privado ayer en la ciudad (aquí dejamos una imperdible mirada geométrica a la jornada), pero eso no impidió que desde temprano llegara la gente a atiborrar las tribunas del Movistar Arena para una noche que prometía reunir leyendas, y eso hizo.

Si estuvieron pendientes de lo que sucedía antes de su show, los legendarios Cypress Hill seguramente dimensionaron que, sin importar el recorrido, siempre será difícil (no imposible) seguir en Colombia, en Bogotá, a una agrupación como Alcolirykoz, que ha cultivado tanta conexión en beats, samples y letras con su público. La banda es de Medellín, pero juega de local. Se sienten parte de esta ciudad porque la respetan y aprecian. Y la gente así les retribuye. Cantando todo, con inflexión e intención. Fuerte.

Cypress Hill / Alcolirykoz / Oblivion's Mighty Trash /Movistar Feb 6 2025
Gambeta, de Alcolirykoz, le habla al público como lo mira, como le canta. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

Eso se sintió desde el piso del Movistar Arena (que acaba de anunciar su cartelera de espectáculos para el año y un concierto de Rod Stewart) la memorable noche del 6 de febrero de 2025, donde el sonido retumbó fuerte, con la contundencia que exigía la ocasión (quizá con un poco más de brillo que lo ideal).

Los paisas sumaron por cuenta doble a una avalancha rapera que juntó a tres generaciones de exponentes del género y que cerró la agrupación estadounidense de raíces latinas, con un despliegue intenso y asombroso de canto icónico, tornamesas y música.

La noche empezó con los sonidos de DJ Mike Style, orgullo de Soacha, a quien hay que reconocer. Antes de los conciertos de Oblivion’s y de Alcolirykoz, este hombre de música mantuvo al público prendido con una gran selección. Puso las canciones que eran, rindió tributos necesarios e incluso tuvo espacio para invitar a tarima a integrantes de Flaco Flow y Melanina, incluyendo a Benny Bajo, y desató una algarabía merecida.

A las 7:30 salió a tarima Oblivion’s Mighty Trash (Juan Sebastián Álvarez Sierra, nacido en 2003, en Bello, Antioquia, que desde 2020 sacó la cabeza en la escena y sigue dando pasos clave). Lo hizo acompañado de bajista, guitarrista, teclista, trompetista y DJ, dejando una impresión sonora de sus rimas y de su gusto por el jazz smooth y el rap. El público respondió a sus entregas. El joven que “empezó en esto sin un peso en el bolsillo”, hizo lo mejor del momento, y cuando tuvo invitado cantando con él, lo hicieron valer.

Cypress Hill / Alcolirykoz / Oblivion's Mighty Trash /Movistar Feb 6 2025
Oblivion's Mighty Trash dejó una muy buena impresión, en la apertura. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

Entonces, luego de un nuevo tramo del ya mencionado DJ Mike Style, en el que dio pista a sus invitados, vino el turno de Acolirykoz. No es nuevo, pero no deja de impactar el efecto en el ánimo de la gente, de sus enormes pistas, del comando en las tornamesas y sonidos de Fazeta, de sus dos poderosos MC, Kaztro y Gambeta, que se complementan maravillosamente.

Y si bien el de ellos es un espectáculo que ha crecido en visuales y en alcance, mantiene una vibra cercana, que vivimos presencialmente, por primera vez, en el Festival Almax, de 2016 en Corferias, ante decenas de personas, y que no cambia. Ellos, por su parte, recordaron anoche un toque fundacional en esta ciudad, encaramados en la barra de algún lugar de la popular cuadra picha.

Lo mejor de esta descarga alcolírica es que, en últimas, usted no necesita ser recurrente de la “Misa de Sanazión”, como le llaman a sus conciertos, para disfrutar del fiestón. La música gana peso con su batería de apoyo, con su trompeta (si bien ayer quedó algo sepultada en la mezcla). Además, el espectáculo se galvaniza con una propuesta visual y estética muy bien lograda, que rinde homenaje a los temas de sus canciones, a su identidad forjada en Aranjuez (de la A a la Z), a sus inquietudes. Y sí que aprovechó la gran pantalla disponible anoche.

Viéndolos, es muy fácil entender por qué a los recurrentes jamás los aburre la experiencia. La música es genial, y en encuentro con las voces y las letras (seguidas por el público con altísima intensidad), con los samples de canciones como “Cariñito” (que Gambeta declaró el himno nacional, y razón no le falta), y con las menciones a Pambelé, hacen de este un show único y genuino.

Cypress Hill / Alcolirykoz / Oblivion's Mighty Trash /Movistar Feb 6 2025
Kaztro, de Alcolirykoz, poseedor de una de las voces, fraseos, cadencias y entregas más fascinantes de la escena. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

Tocaron lo mejor de su repertorio clásico, algo de sus más recientes trabajos (Anarcolirykoz viene de salir hace meses), y sacaron a tarima a sus hermanos mayores, Laberinto ELC, para una poderosa colaboración. Desde su performance, establecieron su respeto por las nuevas generaciones de raperos y las viejas por igual, porque “hacer esto acá es muy hijueput*”. Y dejaron frases como “Yo sé que Bogotá no decepciona. Sabemos de qué está hecha la gente de acá”.

Ante el estado del mundo, con racismo exacerbado, en el que los latinos son más criminalizados que de costumbre (parece imposible, pero no), Gambeta expresó que nos queda “ser buenos vecinos”, y añadió que “los regionalismos no han servido para nada nunca, ni en el fútbol”. Razón no le falta. Expresando que todo lo bueno tarda, cerraron su gran concierto, que duró un poquito más de hora y 25 minutos.

Las leyendas

La noche de Cypress Hill abrió con un despliegue de proeza en las tornamesas de DJ Lord, de aproximadamente diez minutos. Una absoluta bestia, una especie de trotamundos de Harlem sonoro, Lord sirvió la mesa para las leyendas de los noventa que se rehúsan a pasar de moda (y prometieron nuevo trabajo, en español).

Cypress Hill / Alcolirykoz / Oblivion's Mighty Trash /Movistar Feb 6 2025
DJ Lord dejó en claro desde el inicio que sus habilidades en las tornamesas son superlativas. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

Luego de esa introducción (que desde los beats quebrados del hip hop abrió la cancha a géneros como el funk y el heavy de “Enter Sandman”, de Metallica), se condensaron en escena los dos esperados figurones, los rostros más visibles de Cypress Hill, B-Real y Sen Dog (su gorro define “look icónico”), acompañados de un percusionista y baterista fuera de serie como Eric Bobo (cuyos aportes en el Ill Communication, de Beastie Boys, son legendarios).

Cypress Hill / Alcolirykoz / Oblivion's Mighty Trash /Movistar Feb 6 2025
Eric Bobo es una bestia, en la percusión y/o en la batería. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

No toca batería o percusión. Con baqueta o con sus manos, Eric Bobo azota tambores con notoria potencia y talento. Y en las canciones en las que asumía los bongos o las congas, otro baterista asumía. Siempre había piso y soporte. En un punto de la noche, las voces se fueron, dejando a DJ Lord y a Eric Bobo en plena combustión. Experimentar esa pieza, que Sen Dog aseguró fue única, también queda para el recuerdo.

Cypress Hill / Alcolirykoz / Oblivion's Mighty Trash /Movistar Feb 6 2025
La voz de Sen Dog sonó potente, y su pinta y su presencia no pueden ser más icónicas. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

Para la mucha gente que no había podido verlos en Colombia (país en el que han pasado por accidentadas noches, como la el Castillo Marroquín en 2013, y por enormes entregas, como la del Cordillera 2023), fue un memorable repaso a la carrera de estos gigantes, que en medio del grunge se hicieron espacio con su propio sonido de West Coast rap, de su sangre latina, chicana, cubana.

Así se hicieron leyendas, y así se mantienen aún vigentes. Cypress Hill ocupa su propio espectro sonoro, y habitarlo ayer fue una experiencia fantástica.

Cuando sonó “Hits from the Bong”, con ese sample fantástico extraído de “Son of a Preacher Man”, sónicamente se vivió la emoción del pasado en el momento presente. Y, ¿qué más se puede pedir en estas congregaciones sónicas? Es la mejor bomba de tiempo que existe, la única espiritualmente enriquecedora. La sensación se repitió durante muchas canciones, como “Lowrider”, otra interpretación anticipada que superó expectativas.

Cypress Hill / Alcolirykoz / Oblivion's Mighty Trash, Movistar Arena, Bogotá, la noche del 6 de febrero de 2025.
B-Real, genio y figura, porro en mano. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

Como era de esperarse, después de su rotundo despliegue, Cypress Hill pavimentó un cierre memorable, con canciones contundentes como “How I Could Just Kill a Man” (que cerró integrando el riff del genial cover de Rage Against the Machine), “(Rock) Superstar” (que suena como una tromba indescriptible y a la cual integraron una cadencia quebrada hacia el final), “Insane in the Brain” (una máquina del tiempo instantánea) y luego un cover infalible, “Jump Around”, de House of Pain.

El mundo puede estar llevado estos días, en los que la oscuridad y el odio parecen triunfar, pero para quienes en la música y el encuentro encontramos el antídoto, “We Ain’t Goin Out Like That”...

Cypress Hill / Alcolirykoz / Oblivion's Mighty Trash, Movistar Arena, Bogotá, la noche del 6 de febrero de 2025.
"Yo quiero fumar, fuuumaaaar", cantaron los Cypress. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

Ojo y oído de seguidor y músico

Cristian Leguizamón, bajista y voz de Los Rabones, y anfitrión del pódcast La radio Boombox, quien tenía la deuda de ver a Cypress Hill en vivo, nos comparte sus impresiones de la noche.

Lo vivido la noche del 6 de febrero de 2025 fue mágico. Tenía la deuda de ver a Cypress Hill de toda la vida y ellos tenían la deuda de dar un concierto en Bogotá que estuviera a la altura de la leyenda que representan en el rap en todo el mundo.

Casi 14.000 personas asistieron al Movistar Arena y fueron preparándose para lo que sería la noche, empezando con Oblivion’s Mighty Trash, con una propuesta de rap y jazz muy chill, apenas para lo que seguiría en el orden de la fiesta.

Fazeta, Kaztro y Gambeta saltaron al escenario y todos nos unimos en un solo canto en cada una de las canciones que los Alcolirykoz iban soltando en medio de la felicidad de ver un sueño cumplido. Si bien no es la primera vez que llenan el Movistar, es la primera vez que ellos no son la cabeza de cartel.

Un show impresionante fue el que ‘los ninjas’ prepararon para esta fiesta: recrearon Aranjuez en una pantalla de video que se imponía en el escenario, luces que matizaban y una banda compacta en tarima, invitaron a Laberinto en Los Legendarios. Me las canté todas y sin saberlo necesitaba de esa “misa de sanAZión” como llaman a cada uno de sus shows.

Cypress Hill / Alcolirykoz / Oblivion's Mighty Trash, Movistar Arena, Bogotá, la noche del 6 de febrero de 2025.
Mucha gente fue a ver Alcolirykoz, y quienes se quedaron hasta el final (alentados por los paisas) vivieron el legado de unas leyendas. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

La mayoría de la gente iba por ellos y lo sabían, por eso prepararon al público para la descarga de Cypress, algo para lo que no estábamos preparados, si Alcolirykoz es una fiesta de principio a fin, los californianos son una patada en la cara, una clase magistral de éxitos y de ese rap que suena a Los Ángeles, a calle, a punk y hardcore, que nos han acompañado toda la vida.

B-Real y Sen Dog, con sus voces y energía intactas, y Eric Bobo y DJ Lord nos dejaron boquiabiertos a todos en la Arena. Era lógico que muchos de los allí presentes no conocieran a los Cypress y que fueran por nuestros amigos de Aranjuez, pero seguramente al salir de vuelta a sus casas escuchaban retumbar en sus cabezas “Insane in the membrane, Insane in the brain”… No me repongo aún, anoche finalmente vi a Cypress Hill y espero que no demoren de nuevo más de 13 años para volver a Bogotá”.