Cultura
El salmo que se debe rezar diariamente para que todo salga bien
Creyentes en diferentes religiones lo seleccionaron como el más importante de la Biblia.
Los creyentes en las religiones católica y cristiana tienen un gran conocimiento en cuanto a salmos y oraciones dedicadas a cada una de las necesidades o situaciones que abarca la vida de una persona, pues en las mismas, es muy importante generar cierta conexión con Dios, la cual permita que el individuo pueda sentir un nivel de tranquilidad a pesar de los dolores o preocupaciones que lo aquejan.
Sin embargo, a pesar de que las personas no tengan alguna dificultad en específico, suelen dedicar algunos minutos de su día para comunicarse con Dios y conectar con el Espíritu Santo y los ángeles pertenecientes al reino de los cielos.
Este tipo de lecturas extraídas de las Sagradas Escrituras permiten conectar con la buena energía de los santos y sirven como refugio y fuente de fuerza en los momentos más complicados del diario vivir. Para poder obtener todo el poder que contienen los mismos por medio de sus palabras, se recomienda ubicarse en un ambiente tranquilo, el cual genere tranquilidad y permita desconectarse del ajetreo de la vida cotidiana.
Puede encender e intencionar una vela blanca, para que todas sus peticiones, súplicas y conversaciones sean escuchadas por Dios, con el objetivo de ser ayudado, bendecido y cubierto con su santo manto.
Salmo 91 - El Altísimo es nuestro refugio
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío». Solo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!
Salmo 51 - Oración de confesión y renovación espiritual
Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones. Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado. Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado. Contra ti he pecado, solo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos; por eso, tu sentencia es justa, y tu juicio, irreprochable.
Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre. Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo; en lo secreto me has enseñado sabiduría. Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. Anúnciame gozo y alegría; infunde gozo en estos huesos que has quebrantado.
Aparta tu rostro de mis pecados y borra toda mi maldad. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga.
Salmo 121 - El Señor guarda a los suyos
A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra. No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. Jamás duerme ni se adormece que cuida de Israel. El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre.