Uno de los cineastas más apreciados de la actualidad, con justicia, es este noruego modelo 1974 que en Sentimental Value, su sexta película, alcanza indudablemente el estatus de maestro. Su nombre comenzó a llegar a los incautos (no así a los especialistas) desde el estreno de la brillante The Worst Person in the World, en la que también introdujo al planeta a Renate Reinsve, una actriz de presente inmenso, intenso y futuro sin límites. En esta nueva producción que llega a salas el 25 de diciembre, Trier la vuelve a hacer protagonista, esta vez junto con el genial Stellan Skarsgård.

Desde ahí se desprende un reparto impresionante, que suma a Elle Fanning, a Inga Ibsdotter Lilleaas y varios colaboradores con los que siempre había querido trabajar (y menciona en esta entrevista). No hay rol pequeño en esta emocionante obra cinematográfica, ni delante ni detrás de la pantalla. Todo el reparto y el equipo se hacen esenciales en la construcción sentida y profunda sobre la historia, los legados familiares, espacios, duelos, atravesada por el rol del arte, del teatro y del cine. Al respecto de una cinta que sin dudas lo verá nominado al Óscar, esto nos dijo Trier, en exclusiva para Colombia.

SEMANA: ¿Cómo se conecta y cómo se separa Sentimental Value de su trabajo anterior?
JOACHIM TRIER: Buena pregunta. Conecta porque sigo creando historias de personajes. Hablo de relaciones, de temas intergeneracionales, pero es diferente porque es un trabajo más polifónico. Creo que esta vez también intento hablar de las implicaciones históricas en la vida individual, y esa es una nueva dirección.
SEMANA: Esta película se siente como un logro monumental, del cual es difícil separarse. ¿Se siente así?
J.T.: ¡Gracias! Bueno, después de una película siempre siento que he hecho lo mejor que he podido, pero luego empiezo de nuevo, de cero, y algo más llega. Así que ansío volver a escribir, no estancarme y continuar en una nueva dirección.
SEMANA: Cuéntenos un poco sobre la casa, un personaje en sí mismo. ¿De dónde viene esa pulsión de hacerla tan central?
J.T.: Empezó muy simplemente. No queríamos hacer un drama de cámara, con gente sentada en la mesa hablando; queríamos que tuviera una mirada más amplia, y la casa es eso: representa una perspectiva más amplia en la historia que conecta a la familia con elementos históricos. La casa es un gran testigo del siglo XX, y eso me pareció interesante.

SEMANA: Su representación de la joven adultez desde la perspectiva femenina conecta profundamente con millones. ¿Qué hace o qué no hace con su coguionista para crear personajes que resuenan tanto?
J.T.: Intento crear historias humanas. Intento observar el mundo y a la gente que me rodea, pero también intento comprenderlos desde dentro cuando escribo, y casi convertirme en el personaje. Supongo que, tal vez, tengo un lado femenino que estoy explorando en estos personajes. No pensamos mucho en el género cuando escribimos. Por supuesto, es un aspecto de la vida; ser mujer es diferente a ser hombre, y no menospreciando ese hecho, pero pienso en ellos como individuos. Y también creo que las actrices y actores contribuyen mucho. Les dan vida.
SEMANA: El personaje de Inga conecta el pasado del país, el pasado de la familia. Ella es familia y es historia. Una estrella callada de esta película.
J.T.: Me alegra que lo anote. Ese personaje es muy querido para mí. Y uno de los mayores desafíos fue encontrar a Inga para interpretar a la hermana menor, Agnes. Escribí la película para Renate y para Stellan, pero no sabía quién interpretaría a la hermana menor, y encontrarla fue una de las mayores fortunas porque es extraordinaria, muy veraz en su interpretación. Y usted tiene toda la razón, es una fuerza fundamental, un polo a tierra que los conecta con el pasado y la historia. Y la comprendo, además, porque intenta conectar a dos personajes difíciles, el padre y la hermana mayor, una tarea imposible...

SEMANA: Stellan, Renate y Elle son estrellas, pero no hay papeles pequeños en esta película que incluso ostenta a Jesper Christensen. Cuéntenos sobre ese reparto (*que sin duda será nominado al premio Óscar, en la primera vez de dicha categoría)…
J.T.: Fue un gran privilegio reunirlo, y hay muchos profesionales geniales en esta película. Además de Jesper, tengo a Lena Endre, una gran actriz sueca; también tengo a Cory Michael Smith, que interpreta a uno de los agentes; y la publicista es interpretada por Catherine Cohen, una gran comediante en Estados Unidos. Y mi viejo amigo Anders Danielsen Lie también aparece, así como lo ha hecho en películas mías como Oslo, 31 de agosto, The Worst Person in the World y Reprise. Realmente, este era mi ensamble soñado. Quería trabajar con todos y todos dijeron que sí. Y por eso me siento sumamente agradecido.
SEMANA: Escribió para Stellan y Renate; están en el centro de la trama…
J.T.: Presentan la dinámica entre un padre y una hija que realmente se aman, pero no saben cómo conectar. De alguna manera, son personajes muy similares. Del lado de Renate, nos inspiramos mucho en el impulso workaholic de ella en su personaje; pensamos que era divertido e interesante de explorar y no negarlo, y del lado de Stellan fue necesario plantear un contraste, porque él es muy diferente de su personaje Gustaf Borg; es muy cálido, comunicativo y dulce. Así que fue interesante crear un personaje del que desgranamos las capas difíciles y vemos que, en el fondo, es un hombre herido y muy vulnerable.


SEMANA: Háblenos de Renate, de su actuación. Siempre es tan poderosa...
J.T.: Estoy superfeliz por ella. Creo que es una de las mejores actrices del mundo en este momento, y tenemos una amistad que atesoramos. Confiamos en el otro y no necesitamos decir muchas palabras. Entendemos intuitivamente muchas de las mismas cosas, y es una gran colaboración. Tengo mucha suerte de tener a alguien como ella con quien trabajar.

SEMANA: La película fue muy bien recibida en Cannes, tiene ocho nominaciones a los Globo de Oro y algo vendrá en los Óscar. ¿Cómo lo impacta esa recepción?
J.T.: Hay demasiados viajes, y no contaba con eso, pero estoy muy contento y orgulloso del equipo y los actores. Hay 1.072 personas en los créditos de la película que ayudaron, y yo soy como el capitán del barco que tiene que emprender este viaje ahora y hablar de ella. Es un privilegio, y me alegra mucho que la gente la reciba tan bien.

SEMANA: ¿Cómo interpreta ese momento en el que Netflix compra Warner Bros., y se estrenan películas increíbles como la suya, como Solo fue un accidente, Hamnet y varias más? Las películas están muy vivas, pero también en peligro...
J.T.: Yo filmo en película. Me encanta la pantalla grande. Me gusta el cine. Crecí en una silla de cine. Soy un ávido espectador de ir al cine. Me encanta estar con desconocidos en una habitación oscura, sintiendo que estamos juntos, llorando, riendo. Creo que necesitamos el cine más que nunca. Mi deseo de Navidad es que Ted Sarandos se despierte en Navidad y se dé cuenta de que necesita apoyar mucho más el cine exhibido en teatros con sus maravillosas películas, porque Netflix hace buenas películas, pero solo necesitamos que se vean en cine. Mi deseo de Navidad es ese: que Ted Sarandos apueste por los teatros. Eso haría el mundo mejor.
SEMANA: ¿Algo por decirle al público de Colombia antes de despedirlo?
J.T.: Vengo de un país del norte, Noruega, con solo cinco millones de habitantes, y me honra que mis películas hayan podido viajar muchísimo más allá de lo que esperaba. Espero que la historia humana central de esta película se traduzca a otros idiomas. La sensación que tengo es que la gente entiende que la familia es compleja en Colombia, en Noruega y en todo el mundo. Espero que la película genere un diálogo entre nuestras culturas. Ese es mi gran deseo.










