Crónicas de concierto

Festival Estéreo Picnic 2025, día 2: en una jornada épica, The Hives venció tormentas y Tool redefinió el plano sonoro

Tool hipnotizó a su rebaño con un ‘setlist’ inolvidable, Justin Timberlake congregó a una multitud absurda y Danny Ocean pintó con su buena onda la noche. Crónica de uno de muchos recorridos posibles, todos mojados.

Alejandro Pérez Echeverry
29 de marzo de 2025, 5:38 p. m.
THE HIVES
edición 15 del Festival Estéreo Picnic Bogotá 28 marzo 2025
The Hives se hacen llamar la mejor banda de rock que existe. Ayer, contra viento y marea, argumentaron muy bien su caso (si bien la competencia fue dura). | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

El Festival Estéreo Picnic venía gozando de una suerte casi absurda en cuanto al clima. Era su hora. Y por más increíble que suene, a pesar de las medias encharcadas, el diluvio solo hizo de la jornada una más épica e inolvidable.

Fue la noche en la que Tool tocó en Colombia por primera vez, e hizo historia. Aquí no tocaron Rush ni Rage Against the Machine, pero aquí ya tocó Tool. Con su ejecución memorable, hasta en los errores que cometió en Vicarious (de los que regresó con maestría), la banda que se conoció y formó en California (si bien ninguno es de allá) dejó agradecidos e impactados a propios y extraños. En el escenario Adidas, donde el año pasado Arcade Fire y King Gizzard & the Lizard Wizard dejaron la vara altísima, donde Alanis fue una absoluta reina la primera noche, Tool creo un nuevo plano sonoro. La de ayer fue una experiencia supersónica, en el patio de nuestra casa, de las que no se olvidarán nunca, de las que se hablará (más sobre este concierto, abajo).

THE HIVES
edición 15 del Festival Estéreo Picnic Bogotá 28 marzo 2025
Pelle Almqvist, ¡hombre de la gente! | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

También, y no es poca cosa, fue la noche en que The Hives, que desde su irreverencia se proclama la mejor banda de rock del universo, venció a una tormenta eléctrica ¡y argumentó su caso! Claro, la organización los detuvo, pero si hubiera sido por ellos, hubieran tocado hasta que un rayo los tostara. Y todo lo que hicieron, lo hicieron con su cantante enfermo, pero allá arriba pareció todo menos eso. Qué banda maravillosa, y que “cague de risa” además, porque Pelle Almqvist es un maestro de ceremonias que en la cadencia de su spanglish a la sueca saca sonrisas con facilidad asombrosa. Es tan enorme cantante como comediante de masas. La banda entera, por su parte, como unidad fue una tromba que dejó poder, riffs y más riffs, canciones, viejas y enormes, nuevas y potentes. All killer, no Filler, se dice de los álbumes a los que no les sobra nada. Y le aplica a este concierto, en el que además estrenaron canción a nivel mundial, en vivo, Enough is Enough, probando que quietos no se quedan.

Fue la noche en la que, ante una multitud absurda, Justin Timberlake cantó y bailó en sus varios registros musicales, con un talentosísimo regimiento de apoyo; y fue también la noche en la que Danny Ocean regó su onda ante miles con un show de alta escala, que a muchos sacó lágrimas. Ocean vino acompañado de una banda a la que se entregó y le agradeció todo el camino (y justo anunció que tocará en el Movistar Arena, el 19 de septiembre). En esta noche, Richie Hawtin confirmó que definitivamente no me ofrece nada a mí desde su sonido de electrónica (lo intenté), pero sí a miles que lo acompañaron a cerrar la noche a eso de las tres de la mañana.

JUSTIN TIMBERLAKE
edición 15 del Festival Estéreo Picnic Bogotá 28 marzo 2025
Justin vino muy bien acompañado, y no se esperaba menos. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA
JUSTIN TIMBERLAKE
edición 15 del Festival Estéreo Picnic Bogotá 28 marzo 2025
A Timberlake fue a verlo una impresionante multitud. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA
JUSTIN TIMBERLAKE
edición 15 del Festival Estéreo Picnic Bogotá 28 marzo 2025
El cantante estadounidense ofreció variadas facetas en su presentación. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

Vale dedicar unas palabras al dolor y a la frustración de los seguidores (sobre todo los apasionados) de Incubus, que a eso del medio día supieron que la banda no tocaría por cuenta de una insuperable maluquera, la misma que en Guatemala los llevó a cancelar. En ese sentido, no fue totalmente sorpresivo el hecho, pero no menos triste, por la banda que es y por el concierto que pudo ser. Se sumó esta a las maluqueras costosas (pero, afortunadamente, no mortales), porque una hernia discal nos privó de ver Fontaines D.C., que iba a ser, sin dudas, uno de los conciertos enormes del festival. Ojalá en las otras propuestas hayan encontrado consuelo.

Y por más que para muchos fue decepcionante, porque quizá esperaban una opción internacional (imposible de sortear en tan poco tiempo), se hace necesario reconocer lo que hicieron las 1280 Almas, en un muy corto aviso, para llenar ese espacio con mucha altura. Dieron un gran concierto, lleno de su marca de rock, de su alegría, de su resistencia.

La gran ducha desde el cielo, y la lucha sónica

Sí, el viernes 28 de marzo, el segundo día de su edición 2025, el FEP al fin se chocó de frente contra Bogotá en el modo más mordoriano imaginable. Pero sobrevivió con rebeldía. ¿Hubo temor de que todo se frenara, más allá de la pausa obligada? Sin duda, y por eso la noticia de que The Hives, que habían tenido que parar su concierto luego de 15 minutos de iniciado, volverían y el evento retomaba su programación habitual significó que el alma volviera al cuerpo de miles (del mío, sin duda).

I’m singin in the rain, or whatever

Pelle Almqvist

Era inevitable el aguacero. Por eso, en el encuentro que tuvimos con Pelle y Mikael de The Hives antes de su fragmentado y espectacular concierto (que pronto leerán completa en este portal), les preguntamos si tenían algún hechizo para espantar a la lluvia. Pelle Almqvist nos dijo que no, y que no había lío porque tocaban mejor bajo el ataque del agua. Vigilante Carlstroem (Mikael) añadió que no era tan malo porque la gente perdía la compostura, dejaba de preocuparse y se entregaba. Razón en esto no les faltó. Impermeable o no, una vez se está mojado, la música es un poderoso motor para seguir.

THE HIVES
edición 15 del Festival Estéreo Picnic Bogotá 28 marzo 2025
La música de The Hives no se entiende sin el humor que comunica. Esto solo suma a su absoluta descarga rockera. Y bajo la lluvia, pegó distinto, pegó como nunca. "Bajo la lluvia sonamos mejor", nos dijeron. No mintieron. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

Fue notable vivir que el festival es tan potente en su entrega sonora, que ni el aguacero más bravo lo apaga. Mientras caía la ducha celestial, se escuchaba perfectamente a la banda, y se podía rockear con claridad bajo el bombardeo de billones de gotas. El asunto, claro, es que no es tan fácil no irse mojando. Exige adaptación. Entregarse, dirían The Hives. En ese instante, dentro del festival y por fuera, la gente hizo lo que pudo para hacerle el quite al agua, pero fue imposible. Se hizo necesario abrazarlo todo. Y esto lo sabe bien la gente que, entrando al festival, entendió que o sumergía sus pies en el agua, o no entraba. Todos nos entregamos. Y hay algo mágico en esa locura, decimos ahora, que salió maravillosamente y podemos recordarlo con gracia.

Herramienta sublime: Tool hizo historia en el FEP

Al golpe de las 9:30 de la noche, cuando ya la amenaza de precipitaciones se había disipado y solo quedaban los charcos y el agua en los pies, llegó una salvación sonora que a los presentes nos hizo olvidar no solo lo duro de la loca jornada, también toda la vida hasta ese punto (excepto cuando esa vida implicó escuchar a la banda). Muchos habíamos imaginado a Tool aquí, en nuestros sueños, y solo hasta que, en el montaje del show, salió a la escena la batería de Danny Carey, se hizo plenamente evidente que sucedería. Y la gente vitoreó esa batería, en señal de una anticipación casi ansiosa (la mejor ansiedad que existe, quizá).

JUSTIN TIMBERLAKE
edición 15 del Festival Estéreo Picnic Bogotá 28 marzo 2025
Una nave espacial llamada Tool pasó por el país a partir en dos la historia. Y sin embargo, en su inolvidable concierto, Adam Jones (guitarra), Maynard James Keenan (voz), Danny Carey (batería) y Justin Chancellor (bajo) demostraron ser muy humanos después de todo. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

Oe, oe, oe, oeeee, tooo-oool, too-oool, cantó la gente, para decirles que los había esperado así, con amor y con ansias. Y ellos lo escucharon, lo recibieron y lo reciprocaron. Qué concierto. Un antes y un después. Tool, en el patio de nuestra casa. Solo escribirlo y recordarlo pone la piel de gallina. Y comenzó a sonar el latido de Third Eye, solo el latido, anunciando la llegada de los incomparables.

Desde que saltaron a escena hasta que se fueron, a las 11 de la noche, estos cuatro músicos dejaron en Bogotá la memoria imborrable y eterna de su amalgama perfecta, su experiencia sensorial, su corazón sonoro y visual. El “concierto” estuvo atravesado por un setlist cuidadoso, que, como lo visto en sus conciertos en Chile, tomaba en cuenta que era su primera vez en el país. Así, sumaron más canciones de Lateralus, como Schism, que no venían tocando hacía un tiempo. Y cómo sonó de lindo la gente también, especialmente en esa canción gloriosa, encajando las piezas, haciendo del cisma “between supposed brothers” una unidad humana.

Mucho se dice que son máquinas, estos cuatro hombres, y parecen serlo muchas veces. En Bogotá, probaron ser ambas con gran virtud. Porque cuando en Maynard James Keenan se adelantó en Vicarious y entró con la estrofa que no era, supieron reconocerlo, sin parar, ni más faltaba, y corrigieron el camino. Del error a la majestuosidad, para hacer este show más único aún. Y una venia para Danny Carey, en su naturaleza multiplicadora percutiva que entra por los poros, Adam Jones, con su presencia alta, afable y concentrada, entregando sus ondas y acordes desde la guitarra y el voice box; y Justin Chancellor, alimentando todo el piso de la onda con su ondulante sonido desde el bajo, con una claridad que aún asombra. Increíble.

Personalmente, escuchar piezas como The Grudge o Rosetta Stoned no deja de ser especial, por la absurda capacidad musical de ejecutarlas; por la emoción y crudeza y apertura emocional que evocan, y porque se pueden considerar de nicho. Esto, claro, se enaltece cuando son alternadas con fantásticas piezas como Jambi (Shine On, Forever, Shine On, Benevolent Sun) e himnos como Stinkfist, Schism y la esperada pareja hermosa de Parabol y Parabola. “Aliiiiiiiiii-iii-iii-iive”, eso gritamos anoche, con Tool en Bogotá. Sueño cumplido, y las palabras no alcanzan para explicarlo, así algunos dementes traten de hacerlo.

What’s the elevation here? Jesus...

Maynard James Keenan

Tool probó que en esta ciudad es más que una banda de nicho, y que un Movistar Arena debería estar entre las posibilidades futuras, ¿por qué no? Repetir esta magia sin molestos teléfonos celulares (no sean esa gente que graba todo sin importarle el resto), aún más inmersos, como debe ser, sería fantástico. Se vale soñar. Ayer lo probó.

Este fue el setlist de la noche hermosa en la que la herramienta hizo historia reconfigurando el panorama sonoro de esta existencia. En este alternaron canciones de sus enormes trabajos Ænima, Lateralus, de 10.000 Days y Fear Inoculum. No hubo canciones de Undertow o de su EP Opiate. Ya habrá momento para esas...

Música de día

Nuestro recorrido empezó escuchando a lo lejos la poética entrega musical de Gabriela Ponce, pasadas las tres treinta de la tarde, mientras la lluvia comenzaba a avisar que el viernes no zafaba. En esa franja inicial, hubo bastante talento nacional que no pudimos ver, pero del que hay grandes comentarios, como Kidchen, como Gato e’Monte, como Lunalé, Bad Milk y los experimentados Oh’LaVille.

Luego de ese primer chaparrón, vino un gran encuentro con Michael Kiwanuka, cantautor británico genial que con su guitarra, su voz, su banda y sus dos coristas maravillosas crea una verdadera atmósfera. Alguna gente no supo entender sus volúmenes, y asumió que podía hablar durante el concierto. Y lo decimos para recordarles que está bien que vayan en parche, que compartan, pero no está bien hablarle duro encima al concierto que alguien más se muere por ver.

Con Kiwanuka, que emocionó con varios de sus hits fantásticos (si no han escuchado Black Man in a White World, háganse el favor), cayó la tarde. Y se vino entonces el concierto de The Hives, mientras en el cielo el gris era ya demasiado oscuro... se venía la lucha épica del rock contra el agua.

Música de noche

Por cuestiones de no quedar tan lejos en Tool fue necesario sacrificar el concierto de Parcels, pero nos aseguramos de verlos en su maravilloso concierto del miércoles 26. Personas cercanas que los vieron ayer, ratificaron lo que ya habían mostrado en un espacio más pequeño en Bogotá: que su onda puede ir del disco al rave al funk, mutando, pero siempre desde una zona de luz.

Pasamos también por el Coke Studio a conocerlo, a escuchar el dj set de Hercvles and Love Affair. Por el momento que estuvimos, valió la pena. Hubo paredes sudorosas, como en club en el que se baile libre, como en club que se respete. Una vez se llena mucho, claro, se suda más, y, de nuevo, hay que entregarse...

THE HIVES
edición 15 del Festival Estéreo Picnic Bogotá 28 marzo 2025
Sin la música la vida sería bastante deprimente, nos dijo Pelle. Parece obvio, pero a veces se hace necesario reafirmarlo. Estos festivales son también escena de eso. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

El agua dio lucha, mandó truenos y alcanzó a marear, pero ganaron la música y la gente que la ama. Es importante recordarlo cuando aún faltan dos días geniales. ¿Preparados para un sábado enorme? Vayan listos, el sonido estará ahí para abrazarlos.

THE HIVES
edición 15 del Festival Estéreo Picnic Bogotá 28 marzo 2025
El 'tustedeo' de Pelle con el público fue un acto de amor, porque da genuina risa escucharlo comandar la noche. The Hives fue todo amor con el público colombiano. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA