Festival Estéreo Picnic 2025, día 3: entre la sensualidad de Nathy Peluso, la complicidad de Rawayana y Bomba Estéreo y la cruz de Justice

Aunque el tercer día de Festival Estéreo Picnic comenzó en medio de lluvia y un cielo nublado, el talento de los artistas y la pasión por la música de los asistentes hizo que se viviera una jornada inolvidable. Desde la 1:00 p. m., cuando se abrieron las puertas para un mundo distinto, ya se respiraba música, música, música...

De Mar y Río calentó la tarde. Radicados en Cali, pero provenientes del Pacífico colombiano, la agrupación se encargó de transportar a quienes llegaron al escenario Johnnie Walker a territorios ancestrales como Timbiquí, Guapí, López de Micay, Iscuande, El Charco, y Juanchaco, lugares de origen de sus integrantes. Al son de marimba, chonta y con sonidos tradicionales, De Mar y Río demostró que el Pacífico colombiano es juntanza, representación y diálogo.

Luego, el turno le llegó a Galy Galiano, una institución colombiana cuando se habla de música romántica, ranchera y tropical. El compositor, de 67 años, primer artista colombiano en aparecer en el listado musical estadounidense Billboard, se subió al escenario vestido con un traje rojo lleno de brillo, como lo ha sido su vida artística. El nacido en el municipio de Chiriguaná, en el departamento del Cesar, hizo cantar hasta a los más jóvenes. Al ritmo de Entre los amantes, El calmante y Me bebí tu recuerdo, el artista nos recordó que, a pesar de las diferencias generacionales, la música siempre termina uniendo. Al paso de la canciones, el show de Galiano terminó convirtiéndose en una carta de despedida.

En medio de un tímido llanto, Galy Galiano anunció su retiro de la música mientras ondeaba la bandera de Colombia. “Gracias a todos, no estén tristes”, decía Galiano mientras todos los asistentes aún procesaban la noticia. El retiro del cantante será progresivo y lo hará a través de La última y nos vamos Tour, el cual llegará a diversos municipios y pueblos del país. Esa misma tarde, en entrevista con SEMANA, el artista confesaría la razón de su retiro.

Después de la emotiva despedida del cantante colombiano, el show debía seguir. LosPetitFellas le regalaron una fiesta a la ciudad. El escenario Adidas se vistió de resistencia y los bogotanos se lucieron junto a la Soul Machine y Denise Rodríguez. Guiado por su pulsión de estar con lo suyos, Nicolai Fella, vocalista de la banda, saltó del escenario y en medio del público y al unísono cantó Simpática Fiesta. El rugir de las voces se tomó el Simón Bolívar.

La tarde bogotana ya avisaba su final y no podía ser de otra manera, los argentinos Ca7riel y Paco Amoroso, virales desde su Tiny Desk con más de 30 millones de reproducciones, aterrizaban en el escenario. Los asistentes agolpados no creían lo que pasaba. El irreverente y excéntrico dúo sedujo a sus fans con un show extravagante y erótico. Las voces estallaron cuando cantaron El único, y la estrofa “¿Tatuaje en el cuello? (Sí) ¿El pelo negro? (Sí) ¿De silicona? (Si) ¿Se vieron anoche? (Sí, fuck) We’ve been fucking the same girl”, retumbó en el oído de todos, hasta de los escépticos y puristas del rock argentino.

Entrada la noche, Nathy Peluso fue la encargada del derroche de sensualidad de la jornada. La cantante nacida en Argentina, pero criada en España, se encargó de hacer vibrar a todos en el escenario Adidas. I’m a nasty girl, no plastic. Este culo es natural o no plastic. Lo que toco lo hago bombastic, cantó la compositora mientras el clima bogotano daba una pequeña tregua con el agua. La impresionante voz de Peluso también entonó Todo roto, Vivir así es morir de amor, Erotika y Mafiosa, canción el que el derroche de empoderamiento femenino fue protagonista.

Alberto Montenegro y Li Saumet, vocalistas de Rawayana y Bomba Estéreo, se encargaron de transportar la playa al frío bogotano. Astropical, el proyecto musical entre ambos artistas, llenó el escenario Johnnie Walker y mantuvo hipnotizados a todos durante más de una hora. El color verde neón del abrigo de Li Saumet y el conjunto sobrio de Alberto fueron la perfecta sincronía para demostrar la complicidad de dos grandes exponentes de la música tropical caribeña. Venezuela y Colombia fueron uno, las fronteras se borraron y los asistentes pudieron disfrutar de canciones como Hora Loca, Me pasa, Llegó el verano hasta un cover de El tiburón.

La noche joven y electrizante apenas daba inicio y aún faltaba el “perdedor” de Beck. El icónico cantautor estadounidense nos transportó al rock de los noventa y el trap de Eladio Carrión nos regresó a la actualidad para recordarnos que, a veces, la fama se debe más a las redes sociales que los seguidores. El cantante sorprendió al finalizar su presentación 30 minutos antes de tiempo.

Como si de una religión se tratara, los asistentes del Festival Estéreo Picnic se dieron cita a la medianoche en el escenario Adidas frente a una gran cruz, la de Justice. El dúo francés, compuesto por Gaspad Augé y Xavier de Rosnay, hizo de las suyas. Desplegaron un gran repertorio de canciones que sincronizó el corazón de los asistentes.

El telón de la noche aún no bajaba para los que el peso de tres días seguidos de música no les había pasado factura en sus rodillas. La jornada del tercer día del Estéreo Picnic solo terminaría hasta que Monolink y Funk Tribu lo dijeran. Ellos auguraron el éxito de lo llegaría a ser el cuarto y último día del festival que permite, así sea durante cuatro días, vivir un mundo distinto.