Cine
Fotografiada por el colombiano Angello Faccini, ‘La misteriosa mirada del flamenco’ ganó un Grand Prix en Cannes
Sobre la notable película chilena que se llevó el premio mayor en la muestra ‘Un Certain Regard’ del Festival de Cine de Cannes, esto nos dijo el artista nacional.

Investigando sobre la participación colombiana en esta edición que viene de terminar del Festival de Cannes cruzamos caminos con Angello Faccini. El fotógrafo iba a Cannes 2025, no como parte de una producción colombiana, sí representando La misteriosa mirada del flamenco, la ópera prima del chileno Diego Céspedes, que terminó por llevarse el Grand Prix en Un Certain Regard. En esa categoría también se llevó el Premio del jurado la película colombiana Un poeta, de Simón Mesa Soto.
Su bio profesional indica que Angello Faccini nació en Bogotá, que estudió cine en la ESCAC en Barcelona, y que trabaja como director y director de fotografía, gestionando proyectos narrativos, documentales y comerciales.

Como director de fotografía, Faccini ha trabajado en ocho largometrajes rodados en Colombia, México, India, España, Perú y Chile. Su trabajo ha sido presentado en festivales como la Berlinale, Venecia, Sundance y el Festival Internacional de Cine de Toronto. Y aquí nos tiene hablando su película más reciente, La misteriosa mirada del flamenco, estrenada con todo éxito en la 78ª edición del Festival de Cine de Cannes.
Antes del estreno, hablamos con él sobre lo que lo atrajo al proyecto y los retos que le implicó. Esto nos dijo.
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SEMANA: ¿Por qué fotografía esta película? ¿Qué lo enganchó?
Angello Faccini: Lo que primero me atrajo al proyecto fue, sin duda, el guion. Es una historia que ocurre en los años ochenta, en el desierto de Atacama, alrededor del mundo minero chileno. En una casa de prostitución trans, queer, viven distintos personajes que se hacen apodar como con nombres de animales. Y existen los personajes de Flamenco y Lidia, su hija adoptiva.
A partir de aquí como que ocurre que el sida, si bien en ese momento no entendemos que es el sida, se empieza a esparcir. La gente se empieza a morir en el pueblo y creen que es una enfermedad que se transmite a través de la mirada de los trans. Entonces, el camino de la joven es descubrir si este mito es verdad o no. Y la peli entra en una dimensión de realismo mágico (es mejor no usar esa expresión, pero es una manera de entenderlo), donde ella intenta descubrir la verdad. Y a partir de aquí hay subtramas y cosas que ocurren en la historia.

Lo interesante de la aproximación fue, sobre todo, lo coral. Estos personajes que se desenvolvían en este paisaje, en este lugar tan increíble como es Atacama. Eso me llamó la atención. Y además vi los cortos de Diego, también premiados en Cannes. Él había ganado con su primer corto Cine fundación y con su segundo corto había estado en la Quincena de los realizadores.
Lo interesante de la aproximación fue, sobre todo, lo coral. Estos personajes que se desenvolvían en este paisaje, en este lugar tan increíble como es Atacama. Eso me llamó la atención
Sobre todo, su primer corto me impactó: la forma de narrar el mundo, el juego del fuera de campo. Vi un montón de cosas a nivel de lenguaje y de historias que me interesaban. Entonces me embarqué en el proyecto. En ese momento estaba rodando una película en Colombia y me fui a Chile, a emprender ese viaje de la peli, uno bastante intenso.

SEMANA: Cuéntenos de los retos que vivió cómo fotógrafo en esta película y las gratificaciones...
A.F.: Fotografiar esa ópera prima tuvo muchísimos retos. Uno, a nivel de producción, es que era inviable rodar toda la película en Atacama, y mucha de la historia ocurría en este interior de la cantina. Entonces, lo que hicimos fue rodar gran parte de esta cantina e interiores en Santiago y luego rodamos una última semana en el desierto de Atacama. Combinar y matchear este desierto en Santiago, que tenía otra vegetación, otro look, otra luz, fue todo un reto.
Otro reto vino de todo este mundo humano y emocional que uno vive a lo largo de la película, de trabajar con una variedad de personajes. Porque unes eran actrices y otres eran personajes reales, y había volatilidad eso; exigía entender que unos días estuvieran bien y otros días estuvieran algo peor.

Y sobre las gratificaciones, sin duda, una fue ver cómo este rompecabezas tomaba forma. Inicialmente estaba como superdesperdigado, y cuando vi el primer corte de la película todo estaba junto y funcionaba. El resultado es gratificante.
Y lo de Cannes, es el mejor estreno posible para una ópera prima de cine independiente. La visibilidad, el empuje, el impulso que da un estreno en Un Certain Regard en Cannes, es soñado para para este tipo de cine".
El mejor estreno posible, vale decir, implicó ganar la muestra en la que participó.

La sinopsis
A principios de los años ochenta, en el desierto chileno. Lidia, de 11 años, crece en el seno de una extravagante y cariñosa familia homosexual, que se ha refugiado en un cabaret a las afueras de una dura y polvorienta ciudad minera. Cuando una misteriosa enfermedad mortal empieza a propagarse -se rumorea que puede transmitirse con una simple mirada, cuando un hombre se enamora de otro-, la comunidad se convierte rápidamente en el blanco de los miedos y las fantasías colectivas. En este western moderno, Lidia emprende una búsqueda de venganza en un mundo desgarrado por el odio y la intolerancia. Su familia se convierte en su único refugio, y el amor, quizá, en el mayor peligro de todos.