Entrevista
Joe Sacco: la resistencia a través de los cómics
Invitado al Hay Festival 2021, el reportero de guerra y caricaturista habló con SEMANA sobre sus inicios, sus influencias, sus obstáculos y reflexiones en torno a la política, los medios y la tierra.
*Por Catherine Dousdebes Fernandez
El periodista e ilustrador maltés ha logrado retratar la vida de la población civil en medio de la guerra por medio de cómics como: Palestina (2001), Notas al pie de Gaza (2009), Gorazde: Zona protegida (2000), por el cual recibió el premio Eisner y la Beca Guggenheim. Su nueva obra gráfica Un tributo a la tierra (2020), se acerca de manera incisiva a las tribus nativas de Canadá, afectadas por la explotación de recursos naturales.
¿Cómo y cuándo decidió fusionar periodismo e ilustración?
Estudié periodismo en la universidad y pensé que sería un reportero que escribiría noticias duras. Cuando me gradué, intenté conseguir un trabajo de ese estilo y simplemente no se dio. Logré conseguir un trabajo en el campo periodístico, pero era muy diferente a lo que quería hacer. A los medios les interesaba más vender anuncios que las historias que yo escribía. Así que, me eché para atrás, me salí del mundo del periodismo y empecé a hacer algo que he hecho desde niño: dibujar.
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Empecé a tantear el terreno para ver si podía ganarme la vida dibujando. Ilustré afiches de bandas de rock en Europa y, a la vez, dibujaba cómics autobiográficos. Sin embargo, yo seguía interesado en el periodismo, en lo que ocurría en el mundo y en lo que ocurría particularmente en el Medio Oriente. Pensé en ir a Palestina y hacer un libro de cómic de mis aventuras, algo así como un blog viajero autobiográfico. Estando en el territorio empezó a brotar toda esta sangre de periodista que llevo dentro, así que empecé a indagar, a recolectar historias en torno a la gente, ya no solo en mi experiencia como extranjero en el Medio Oriente. Dibujé todas estas vivencias, entrevistas e información que conseguí. El proceso de unir ambos campos fue muy orgánico, para nada premeditado.
¿Sus referentes en el mundo del cómic han cambiado con los años? ¿Quién ha estado siempre presente, quién lo ha sorprendido recientemente?
Los artistas que siempre han estado presentes son: Robert Crumb y Will Elder de MAD Magazine. A través del tiempo he llegado a conocer personas que admiro como Art Spiegelman, creador de Maus (1991). Actualmente hay varios artistas que hacen periodismo y me interesa su trabajo como: Josh Neufeld (estadounidense) y Jesús Cossio (peruano). Me atrae como se acercan a ciertos temas, pues cada quien tiene una forma única de abordar el periodismo y el arte juntos.
¿Qué tan complejo fue el proceso de plasmar arte a un periódico o revista? ¿Hubo barreras o incrédulos que bloquearon en su camino?
No creería que bloquearon mi camino, pienso que simplemente no entendían lo que yo quería hacer, sobre todo los editores. Cuando publiqué el libro de Palestina (2001), pensé que podría interesarle a algún editor y enviarme a Bosnia durante la guerra, pero no ocurrió. Al final, yo terminé pagando mi viaje y mis gastos en Bosnia. Con el tiempo estas barreras se han difuminado porque hay muchos dibujantes trabajando en el medio y es bien recompensado. Los medios se han dado cuenta de que la narrativa del cómic es una forma de comunicación relevante.
Los medios se han dado cuenta de que la narrativa del cómic es una forma de comunicación relevante
Háblenos de su nuevo libro, Un tributo a la tierra, ¿qué lo impulsó a escribirlo?
Por una parte, quería alejarme de dibujar violencia, quería hacer algo diferente y decidí tratar el tema del cambio climático. Pensé en hacer un cómic que no estuviera enfocado en el cambio climático como tal, sino en las personas afectadas por la extracción de recursos naturales, y estas personas eran los indígenas.
En Canadá, me adentré en una comunidad y descubrí que el tema era mucho más complicado de lo que creía ya que, detrás de la extracción de recursos naturales, había un contexto colonialista marcado que hoy en día sigue afectando a las tribus nativas norteamericanas. El gobierno canadiense en sus intentos de alejar a las comunidades de su territorio, apartaron a los niños de sus familias y los enviaron a colegios para alfabetizarse, cristianizarse y reeducarse. Solo con este contexto, la historia ya es violenta, pues una forma de quebrantar una cultura es imponiendo sus leyes y creencias.
El tema principal se convirtió en una historia más extensa, en donde todo estaba conectado con los interrogantes del territorio, el colonialismo y la violencia por parte de los gobiernos.
¿Qué aprendió en ese proceso?
Aprendí que hay muchas formas de pensar el mundo. Yo critico constantemente la forma en la que el mundo occidental concibe la tierra. Generalmente en Occidente la tierra es un eje central, es propiedad. Mientras que la tierra para las comunidades indígenas no es una posesión, al contrario, la comunidad le pertenece a la tierra. Es importante reflexionar acerca de este pensamiento como filosofía de vida, pues es algo que se debería aprender y aplicar en el diario vivir.
Generalmente en Occidente la tierra es un eje central, es propiedad. Mientras que la tierra para las comunidades indígenas no es una posesión, al contrario, la comunidad le pertenece a la tierra
La mayoría de su trabajo habla sobre la resistencia. ¿Qué le interesa de la lucha constante de la gente en contra de las políticas de los gobiernos? ¿Ve algún progreso prometedor a raíz de la lucha?
Siempre he creído que los progresos más prometedores ocurren en América Latina, donde también existen las reacciones más violentas en contra de esos progresos. Yo estuve en Chile durante las manifestaciones del 2019 y fue increíblemente inspirador sentir el poder de la gente y ese poder de comunidad se ve mucho en Latino América.
¿Tiene algún objetivo como reportero gráfico? ¿Lo ha logrado con los años?
Sí lo he tenido. En un comienzo quería hacer historias autobiográficas, luego historias periodísticas y he logrado plasmar lo que he querido hacer en este tiempo. Hoy en día me interesa la psicología y me encantaría traer esos elementos al periodismo. A veces el periodismo se queda solo en los hechos y considero que es importante hacer un ejercicio de introspección y preguntarse a uno mismo sobre la naturaleza humana. Mi meta principal es introducirlos a la gente tan maravillosa que he conocido en todo este tiempo, quiero crear ese tipo de conexiones a través de mi trabajo.
Su trabajo puede ser leído por cualquier tipo de público. ¿Usted cree que medios narrativos como los cómics pueden ayudar a las generaciones más jóvenes a interesarse más en las problemáticas del mundo?
Eso espero, pero también espero que las generaciones más viejas se interesen en la problemática del mundo. Lo que quiero es que la gente pueda usar mi trabajo no solo como introducción a un tema, sino como un impulso que los invite a reflexionar sobre el mundo y su gente. Que mis lectores puedan ponerse en los zapatos de los otros.
¿Ha considerado trabajar en un cómic centrado en América Latina?
Me interesa la liberación teológica, eventualmente podría tocar ese tema.
Vea la entrevista completa de Joe Sacco con Juan Cárdenas en el marco del Hay Festival aquí.