Crónicas de concierto

Linkin Park en el Vive Claro: una banda del siglo XXI se demostró viva, avasalladora y hermosa en Bogotá

Alimentada por la energía de su propuesta e impulsada por un público devoto, especialmente gentil y expresivo, la agrupación californiana inició su gira latinoamericana con una envolvente misa de rock que repasó sus más grandes éxitos y entregó pistas nuevas que sonaron genial. A primera hora, Poppy se probó más que una telonera...

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Alejandro Pérez Echeverry * Esteban Vega La-Rotta
26 de octubre de 2025, 5:00 p. m.
Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Emily Armstrong y Mike Shinoda, las voces de Linkin Park en su regreso a Bogotá. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Si el de Linkin Park no es el concierto del año, pega en el palo. Como mínimo competirá por ese honor. Lo indudable es que fue uno de los más felices. Eso se vio en la cara de la gente, en los abrazos que se dio con su combo, en la energía de sus cantos, sus brincos y sus pogos.

En el Vive Claro, la noche del 25 de octubre de 2025, la banda renacida dejó un regreso bogotano precioso a nivel emocional y avasallador desde la experiencia sensorial que desplegó. Fue un concierto, pero sobre todo fue una ceremonia rockera del siglo XXI, con incontables himnos que estallaron y pantallas que rompieron el canon tradicional, aprovechadas para gran efecto. A nivel general, el espectáculo usó paletas de color o muy bellas o muy interesantes y juegos entre los láser y las pantallas que hicieron sorprendente la experiencia.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Algunas personas imposibles de satisfacer dijeron que el concierto había sido “pura pantalla”. Lo cierto es que sí fue un absoluto espectáculo audiovisual. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Hace semanas escribí en este portal, tras lo sucedido con Kendrick Lamar, que una confianza se había roto. Es hora de escribir que esa confianza ha sido reestablecida. Kendrick ha sido el único lunar (uno muy doloroso para sus seguidores) y eso no tiene revés, pero el resto de shows han sido impresionantes. Además, se han ido puliendo detalles clave en la experiencia. Desde Guns n’ Roses dejó de hablarse de la tribuna como casa del temblereque. Esa es una buena señal.

‘Linkin Bogotá’

Luego de la que fue su primera visita al país en 2024, para propulsar esta nueva era con Emily Armstrong y su nuevo disco From Zero, este segundo show en la capital de Linkin Park empezó con un cronómetro regresivo de diez minutos. La tribuna lo agradeció porque pudo sumarse al “conteo final” (Europe estaría orgulloso). Celebró los últimos diez segundos y, acto seguido, a las 8:55 de la noche, vio como todo se fue a oscuro y se desató una noche inmarcesible.

Después de una introducción atmosférica que de entrada marcó el tono audiovisual de la noche, lanzaron la primera inyección al alma, “Somewhere I Belong”. Y todos los presentes pertenecimos, de inmediato. Qué poder.

Linkin Park dejó una experiencia 'supersónica' en el Vive Claro.
Linkin Park dejó una experiencia 'supersónica' en el Vive Claro. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Es inevitable y casi automático esperar a Chester Bennington, pero si bien no esta, ahí está, en espíritu y en sus geniales melodías. Emily no las hace suyas, las canciones, las abraza con la banda y con el público, dando lo mejor que tiene, su potente voz y una actitud de puta madre. Recibió una avalancha de amor y la devolvió.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Las sonrisas y el despeluque fueron constantes de ambos lados de este poderoso espectáculo. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Para abrir la segunda mitad del concierto, que fue casi perfecto, tronó “One Step Closer”, que contó con la voltajuda participación de Poppy en los coros y la absoluta vibración del público, que perdió el control, rindiéndose al despeluque y el grito catártico (digamos, más de lo que lo había hecho hasta el momento, que no era poco). Después de semejante descarga todo quedó suspendido, pero no en silencio... con un sonido bello y sutil en el aire mientras las cámaras filmaron por unos minutos al público de primera fila y sonrisas que la plata no compra (o bueno, sí, pero solo después de décadas de amor por una banda y la suerte de poder verla).

Desde ese punto, hasta el final, todo sonó tan inmaculado como potente. Mezclaron lo viejo, lo nuevo, y triunfaron en cada paso. Y en su arrollador cierre, encadenaron la contundente “Papercut”, la inmortal “In the End” y la genial “Faint”. Y esto dice mucho sobre cómo la banda quería mandar a la gente a su casa. Lo consiguió.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Dave 'Phoenix' Farrell, bajista de la banda, cumplió con lo que prometió. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

En su entrevista con nosotros previa al concierto, Dave Farrell, bajista de la banda habló de un show mucho más robusto que el que entregaron en 2024. Sin haber estado en el otro show, este se sintió bastante avasallador. Nuestro fotógrafo Esteban Vega La-Rotta, presente en ambos espectáculos, así lo confirma. Nos cuenta que no solo Emily se ha apropiado del rol, la gente la abraza de lleno. Esto ya no es una prueba, es una realidad. Y todo fue más vasto: con pantallas más notables, con pasarela, con humo y con onda amplificada por la nueva escala del espectáculo.

En resumidas cuentas, en la primera parada de su gira latinoamericana 2025, Linkin Park entregó una experiencia supersónica, elevada por su propuesta visual, que integró láseres y pantallas generosas y diferentes, dos dos enormes cubos arriba del escenario en el centro de la propuesta. En ese sentido, es lógico y genial que la noche integró mucha videografía y trabajo VJ en tiempo real. El nivel en esa “pura pantalla” fue altísimo.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Linkin Park estalló desde su vanguardia y su mezcla sonora, con el rock, con las tecnologías, con los samples, y mixes y scratches. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Musicalmente, el sonido fue llegando a su perfección. Cuando todo cuadra en una banda así, que ostenta instrumentación de rock (con genial bajo, guitarra y batería) pero también capas sonoras que brotan de su talentosísimo DJ y artista visual Joe Hahn y de los teclados de Shinoda, es notable. Se agradecen también los momentos de transición atmosférica que conectan los puntos de su concierto. La experiencia nunca suelta al asistente.

La gente, protagonista

Este es un fanbase que roza con la ternura, y eso, en acción, es lindo de sentir de cerca. Porque hay una dosis de furia y catarsis asociada a la música que se escuchó anoche, pero también muchos detalles dulces de parte de la audiencia (equilibrada entre hombres y mujeres) que fue a vivirla. Hubo mucho movimiento, mucho circle pit lleno de alegría.

Para la muestra un botón: se ve en redes ese hombre en silla de ruedas que el público elevó por los aires en una escena de crowdsurfing que cuando nace así, orgánicamente, es siempre épica y emocionante.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
El de Linkin Park es un fanbase rockero pero tierno, ¡y se le agradece! | Foto: Esteban Vega La-Rotta

No fue necesario pedirle a este público que le lanzara apoyo a Poppy, porque fue a verla, a reconocerle el camino y a rockearla. A este devoto gentío no hubo que anotarle que tirara arengas para Emily Armstrong, lo hizo por segunda naturaleza y con constancia. Casi que la gente le cantó más a ella que al resto de la banda, pero a nadie parece molestarle, porque se sabe de qué se trata todo esto, y sabe en qué contexto se da todo...

Lo que fue y lo que es

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
A Emily Armstrong le llovieron arengas desde el público, y nadie tiene lío con eso. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Esta es una misa viva en torno a la música genial que dejaron por años y discos con Chester Bennington. Y en varios tramos de estas pistas clásicas, Emily mide a la gente y le ofrece mucha pista (como en el principio de “Crawling”). El público de las tribunas también coordinó un momento bello para encenderse en luces varias, en lo que Cerati hubiera podido llamar “un multicolor pasto digital”.

Pero, además, estos conciertos son una declaración incontestable de que la música nueva de la banda es jodidamente buena y en vivo suena increíble. Solo por mencionar algunas de las ocho que sonaron anoche, “IGYEIH”, “Up From the Bottom”, “Two Faced” y “Bleed It Out” provocaron agites fantásticos, mientras que “Overflow” dejó un interludio profundo e inolvidable.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
En 2024, nuestro fotógrafo sintió que Emily estaba aún midiendo el reto mientras la gente la medía a ella. En este show de 2025, nos confirma que Emily se lo apropió y la gente la ha abrazado. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Mike Shinoda, la navaja suiza que impulsa esta agrupación desde su voz, su rapeo, sus guitarras y sus teclados, se demostró un genial líder y además un hombre del pueblo. En un punto, descendió de la plataforma y se acercó a su gente, y a un dedicado fan llamado Carlos le regaló su gorra. La gente coreó a Carlos, que no olvidará ese detalle. Nadie lo olvidará a él tampoco.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Mike Shinoda, hombre de muchos talentos desplegados, lideró la carga en Bogotá y se acercó al público. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Por su parte, volvemos a recalcar que Joe Hahn se demostró un héroe sin capa. No solo brindó muchos de los sonidos que distinguen las canciones clásicas, también demostró su dimensión como artista visual y como DJ, con un solo tremendo. Salió a la plataforma al final, a recoger los aplausos que se ganó de sobra, haciendo evidente todo lo que aporta a este arte.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Joe Hahn, un señor artista que en la plataforma fue a recoger los aplausos que se ganó toda la noche. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Poppy: ¿telonera, o lujo?

Ha causado revuelo que en shows como este y como el de Green Day (no así el de Guns n‘ Roses, que abrió 1280 Almas) el “telonero” haya sido internacional. Por un lado, es innegable que ese primer espacio solía ser una vitrina para bandas locales. Por el otro lado, con bandas como Bad Nerves y Poppy, es difícil quejarse. El nivel es elevadísimo y son artistas que quizá no hubieran venido de otra manera.

Lo cierto es que, por lo que se ha visto, no son teloneros, son otro show de lujo que abre la faena. Spiritbox viene con Korn. Por Dios, ¡My Chemical Romance se tiene tanta confianza que viene con The Hives abriendo la noche!, y bien se sabe que The Hives, como mínimo, equipara lo mejor de la noche: jamás son superados (eso quedó claro una noche hermosa de marzo en la que con Tool dejaron una noche histórica).

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
La fiesta de Linkin Park terminó con la selfie grupal, pero empezó con un rotundo concierto de cuarenta minutos de Poppy. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Volviendo a lo más reciente, a ayer, lo de Poppy fue muy potente. No se esperaba menos, pero la estadounidense rockeó con su presencia, con su voz fluctuante entre melodías capaces de conmover y alaridos de fuego que agitan. Y, con ella, una banda que la propulsa, conformada por unos cuantos Gentlemen of djent y un baterista brutal. “Oeee, oee oe ooeee, Poppyy, Poppyyy”, le cantaron desde temprano en su set, porque se lo ha ganado y porque se lo ganó.

Linkin Park Setlist Vive Claro - Distrito Cultural, Bogota, Colombia 2025, From Zero World Tour

Notas de concierto

*Para el transporte, porque no clasifiqué al parqueadero del lugar, apliqué el servicio de parqueadero en el Centro Comercial Plaza Claro, con servicio de bus de ida y de regreso. Fluyó bien en ambos sentidos, y eso que llegué sobre la hora (6:45 p.m., siendo el último servicio ofrecido a las 7p.m.).

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Linkin Park dio buen uso de su plataforma/ pasarela para acercarse a su fervoroso público. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

*No llovió, si bien había llovido mucho y pintaba que iba a llover. Pero sí ha caído agua en la ciudad y hubo que lidiar con algo de barro, sin que fuera crítico. Al Vive Claro hay que llevar buen zapato de todas formas: calzado capaz de sortear los elementos.

*Si algo despertó esta noche fue un hambre especial por vivir lo que será Massive Attack, el 5 de noviembre. Esta es una agrupación pionera en lo que a trip hop se refiere, pero también en lo que a propuestas audiovisuales, políticas, retadoras y altamente virtuosas. Me arriesgo a pensar que, en algún punto, Massive Attack alimentó el camino de Linkin Park. Y si no lo hizo, trazar una línea entre sus vanguardias se hizo fácil esta noche.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Linkin Park dejó el corazón, y así la gente... | Foto: Esteban Vega La-Rotta

*Es una fortuna contar buenas noticias. El que una banda así venga a la ciudad y agite emociones a este nivel y deje memorias nueva y fuertes jamás dejará de ser noticia en este espacio. Es la magia que mantiene andando a muchos en medio de este demente siglo del fascismo normalizado.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Los "nuevos chicos" dejándolo todo: Emily Armstrong y Colin Brittain en la noche del 25 de octubre de 2025 en el Vive Claro. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

*Si en Gunners nos quejamos pues no dejaron trabajar a nuestro fotógrafo y a los de algunos otros medios, en este caso fue lo contrario. A los fotógrafos de los medios que aceptó la banda (lo sabemos, no son todos los que quisieran), no solo se les dio el chance de captar el inicio, también algunas canciones del explosivo final del espectáculo.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
Si bien “Heavy Is the Crown”, Emily la portó con gloria. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

*Concierto a concierto hay detalles por anotar. La ubicación de la tribuna para gente con movilidad reducida ayer se vio parcialmente bloqueada por una de las torres. No se pueden meter todos los goles, pero siempre se puede mejorar.

Linkin Park en el Vive Claro de Bogotá, el 25 de octubre de 2025.
En sus dos horas en el escenario, a lo largo de su show memorable, la banda tocó 27 canciones. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

…I tried so hard and got so far

But in the end, it doesn’t even matter

I had to fall to lose it all

But in the end, it doesn’t even matter