Marina Heredia, la voz del cante jondo en el XIX Cartagena Festival de Música, mira a Lorca

El parque de Alfacar, ubicado en la parte alta de este municipio de la provincia de Granada, está dedicado al poeta andaluz Federico García Lorca y a las víctimas de la Guerra Civil española. Alfacar está ubicado junto a la fosa común en donde se cree que fue enterrado, tras su fusilamiento en 1936, el célebre autor de Un poeta en Nueva York y La casa de Bernarda Alba.

Cada 18 de agosto, en ese parque se realiza un acto de homenaje a García Lorca. En la presentación de 2022, una de las protagonistas fue la cantadora Marina Heredia. “Homenajear a Lorca siempre es difícil y en este día se suma también el homenaje a las víctimas”, les dijo Heredia a los medios a propósito de aquella ceremonia.

Y es que Heredia, quien empezó a cantar desde su infancia y ha llevado el flamenco a escenarios tan importantes como el Carnegie Hall de Nueva York, se ha convertido en una especialista en la poesía de García Lorca.

La cantadora ha participado en espectáculos colaborativos que recuerdan la obra del poeta andaluz, como Lorca y la pasión, que complementó su voz con las coreografías de la bailaora Eva Yerbabuena.

Heredia transmitió el espíritu de García Lorca en el XIX Cartagena Festival de Música junto a su ensamble, integrado por José Quevedo ‘Bolita’, en la guitarra; Paquito González (percusión) y Ana Heredia y Laura Marchena (coros y palmas).

En el concierto del jueves 9 de enero, en el Teatro Adolfo Mejía, la agrupación liderada por Heredia interpretó las Canciones españolas antiguas, una selección de soleares, seguidillas, bulerías, zambras y rumbas de García Lorca.

“García Lorca era una persona a la que le gustaba mucho la raíz, le gustaba lo verdadero, lo puro, y estaba muy en contacto con el pueblo. En ese momento, el flamenco era la música del pueblo de Andalucía y él estaba muy hermanado con ello”, aseguró la cantadora sobre el autor de Yerma y Bodas de sangre.

Heredia también llevó a Cartagena la obra maestra de otro ícono de la cultura española, el compositor Manuel de Falla. El miércoles 8 de enero, también en el Adolfo Mejía, cantó El amor brujo junto a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, bajo la batuta del suizo Thierry Fischer.

Esta pieza, que se ha traducido a formatos como el ballet, tiene como protagonista a una cantadora (inspirada en la bailaora gitana Pastora Imperio, quien estrenó la obra en 1915), que describe sus hechicerías para ganarse el corazón de un amor poco correspondido.

A partir de ese personaje, Falla construye una obra cuyos elementos musicales y literarios tienen como fuente de origen la música y la literatura gitana andaluza.

Además de esas presentaciones en el Teatro Adolfo Mejía, Marina Heredia se presentó en escenarios como la Capilla del Hotel Sofitel Santa Clara. En la tarde del martes 7 de enero, la cantante protagonizó el concierto Entre la tradición y las lorquianas. Una tarde flamenca, en el que propuso un recorrido por los principales palos del cante jondo, como los tangos, los tanguillos, las bulerías y las rumbas.

Heredia asegura que el palo que más le gusta es la soleá, que junto con la seguidilla es la base del flamenco. “Lo que pasa que es cierto que cada día tú estás de una forma y cada día tienes unas ganas de hacer unas cosas u otras. Estás más alegre, estás más triste, estás más melancólica, estás más romántica, y el flamenco te da esa facilidad”, finaliza.