Experiencia

Nuevas suelas para bailar: test festivalero, en primera persona, de unos notables Under Armour

En el último BAUM Festival probamos una nueva experiencia desde los pies. Hechos para correr, testeados en la pista de baile, ofrecieron un inesperado impulso.

Alejandro Pérez Echeverry
20 de junio de 2025, 3:49 p. m.
Postales del Baum Festival 10.
Ahí estábamos, midiendo el suelo y los pasos, con esa notable suela aeroespacial. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

Para la experiencia disfrutable pero demandante que fue el Baum Festival 10, en la que el baile resultó tan normal como respirar durante dos jornadas, valió la pena darle un chance a una manera distinta de bailarla, caminarla y saltarla, con unas suelas tan futuristas como el festival mismo (que, como lo narramos, nos hizo sentir a veces como parte de BladeRunner2049).

En contexto, soy un hombre pesado, de más de 120 kilos, y llevaba más de un año dando uso constante a unos tenis adorados (que solo reemplacé por botas cuando la lluvia era inevitable). Desde el palo que les di y todos los conciertos y festivales que soportaron, puedo decir que esos tenis que dejé atrás pasaron el test del tiempo. Pero eternos no podían ser…

En ese punto, en el que un cambio se hacía inevitable y se acercaba el festival, recibí una comunicación de Under Armour. Lanzaron su línea de zapatos de correr UA Infinite Elite 2. Y me llamó la atención porque esos zapatos que les mencioné, que usé por tanto tiempo, eran precisamente running shoes.

Baum Festival 10 / Día 2
No soy runner, pero los running shoes me hacen más llevadera la obesidad en el día a día. En los festivales, esto se hace especialmente importante. | Foto: Santiago García / @electro_dynamique

No soy runner, pero necesito running shoes. Los uso hace años pues dan la mayor protección en el choque en los talones, y por ende, para alguien como yo, ofrecen comodidad y aguante. Alguien así de pesado suele sentir ese extra en los pies, especialmente tras largas jornadas de desplazamiento y movimiento, y lo que sirva para aliviar ese impacto es de sagrada consideración.

El tema era entonces si se justificaba cambiar de marca, y solo la prueba daría esa medida (si bien solo en una parte; en mi experiencia, el aguante en el tiempo es otro factor importantísimo y solo llega con los meses). Así pues, después de un año largo de uso constante mis apreciados Adidas ultra Boost (y antes, de otros pares de la misma marca en referencias previas), se hacía necesario el cambio, y el cambio llegó de la mano de Under Armour Infinite Pro 2.

Under Armour Infinite Pro 2
No se trata de zapatos económicos, pero el nivel de comodidad y estabilidad que ofrecen se justifican, especialmente si necesita un impulso extra en cada paso. | Foto: cortesía Under Armour

Sin duda, son zapatos atractivos, con colores blancos y verdes fosforescentes prístinos (mantenerlos limpios sí es un reto inmediato en épocas lluviosas). Más importante que el look, que no es menor, pero que no es lo que nos convoca, la sensación del zapato es sencilla desde el principio. Es de esos zapatos que abraza el pie, y esa es una buena señal. En la computación existe el concepto de plug and play, y así se siente aquí. Se habla de “cuello y lengüeta anatómicos que facilitan el calce y ofrecen un ajuste perfecto”, y la descripción no miente.

La parte superior consiste en una malla ligera que cumple su cometido: deja al pie respirar. Por eso se siente relajado incluso tras una patoneada y/ o bailoteo de seriedad. Y si el uso prolongado también se facilita es porque es un zapato supremamente ligero, cuya suela de goma ofrece también una buena respuesta y no suma peso innecesario.

Lo más relevante, claro, viene de cómo se siente su suela en el pie, en el cuerpo. Mencionamos el diseño del talón como punto esencial, y lo cumple, es profundo y suaviza considerablemente los aterrizajes. Es decir, ¡hace disfrutables los impactos con el suelo! Además, para alguien de tobillos frágiles, que los tenis de uso constante se sientan estables es una condición básica. La cumplieron para gran efecto.

Entonces, en ruta hacia el festival los caminé, sintiéndome como un astronauta en la luna. Una vez dentro del evento, ya bajo el embrujo de la música, quizá no me esperaba que el tema de la amortiguación fuera tan en serio. En el proceso de bailar al son de legendarios DJ’s como Carl Craig y Fatboy Slim, sentí algo que no había sentido antes: el zapato devolvía mis impactos. Me sorprendió. La amortiguación (se llama UA HOVR+) es tal que me exigió incluso adaptarme. Imaginé, de inmediato, lo fantástico que es para quienes sí los usan para correr y paso a paso tomar nueva tracción. Una vez entendí el nivel del impulso, en mi uso, de caminar y bailar, esa noche y desde entonces no han tenido ningún problema (excepto sentirlos un poco apretados, pero ese es otro tema que, personalmente, el uso va o confirmando o corrigiendo).

Under Armour Infinite Pro 2
La La amortiguación UA HOVR+ de Under Armour Infinite Pro 2 no es chiste. Realmente es un factor que propulsa los pasos. | Foto: cortesía Under Armour

¿Extraño a mis antiguos tenis? Solo el uso prolongado lo dirá. Si en tres meses estos Under Armour siguen amoldándose a mis pies, y triunfando en la causa festivalera, no veo por qué extrañar.

Por ahora, si Bogotá lo permite con algo de tiempo seco, estas nuevas suelas se preparan para Rock al Parque, su segundo festival. Y parecen estar a la altura de la circunstancia...