Cultura
Oración a San Francisco de Asís por la paz
Este santo brindaba gran ayuda a los necesitados y a la iglesia.
Los cultos religiosos continúan ampliándose a nivel mundial, diariamente estos continúan formando parte de la sociedad, llegando a ser un tema de debate constante, tanto entre sus seguidores, como para quienes se apoyan a estos y sus posturas ante la sociedad.
Muchas de estas costumbres pueden variar de acuerdo a la cultura y a la ubicación geográfica, sin embargo, la gran mayoría de ellas suelen ser regidas a partir de un Dios, y de unas escrituras sagradas dentro de las cuales se narran o explican ciertos paradigmas religiosos, así como también la relación de Dios con el mundo terrenal.
El culto hacia muchas de estas figuras puede variar ampliamente, sin embargo, muchas de estas poseen sus oraciones propias, a partir de las cuales se les demuestra devoción, como lo es, por ejemplo, en el caso de San Francisco de Asís.
Este fue un santo que vivió en Italia durante 1181 y 1182, y que se caracterizó por brindar limosna a los más necesitados y aportar de distintas maneras a la Iglesia. Brindó distintos aportes a los enfermos en los hospitales y regalaba vestimenta a los pobres.
En este caso, se suele rezar a este santo con el fin de pedir por la paz y buscar estabilidad en el mundo en general, así como también por cada una de las vidas de quienes recitan esta oración.
¿Cuál es la oración?
“Oh, Señor, hazme un instrumento de tu paz.
Donde hay odio, que lleve yo el amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la unión.
Donde haya duda, que lleve yo la fe.
Donde haya error, que lleve yo la verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, como amar.
Porque es dando, que se recibe; perdonando, que se es perdonado; muriendo, que se resucita a la vida eterna.”
De esta forma, se recomienda rezar esta oración con una asiduidad diaria, y con intenciones puras y sinceras, con el fin de poder atraer todos los beneficios a la vida a partir de estas divinidades.