Activismo musical
Se va Trump, pero la ‘supremacía blanca’ sigue latente. Así responde Rage Against The Machine
En el documental ‘Killing in Thy Name’, la banda de Los Ángeles y el colectivo de artistas The Ummah Chroma examinan el origen de la segregación racial en Estados Unidos y de los interés que la perpetúan.
El marco es racista
En 2020, se suponía, Rage Against The Machine iba a hacer al mundo rabiar de nuevo.
Falta hacía, Donald Trump iba enrutado hacia otros cuatro años en la Casa Blanca de racismo desatado, descarado, abierto, que perpetró crímenes como separar familias de inmigrantes y poner a sus bebés en rejas. Su negativa de condenar a blancos supremacistas en varios episodios, o de siquiera llamarlos eso públicamente, calificándolos de ‘personas respetables’, probaron que el racismo hizo parte de su agenda. Nunca lo ocultó.
La pandemia arruinó (entre muchas cosas más importantes) el tour que hubiera visto a Rage Against The Machine volar por su país y por el mundo después de 10 años. En ese, seguramente hubiera regado su mensaje de resistencia e inconformismo, de celebración de la diferencia y de la protesta desde las letras y la música. Y sí, hubieran hecho también mucho dinero.
Pero, en cierta medida, esa misma pandemia le costó la presidencia al mandatario. Cientos de miles de muertos asociados a su negligencia gubernamental llevaron a mucha gente a votar, en parte, por su supervivencia y la de sus seres queridos.
Tendencias
Trump, que como Adiós incitó a una turba de desequilibrados a tomarse el Capitolio, en un episodio que le significó ratings históricos a CNN, no será presidente desde el miércoles 20. Pero en la que es aún ‘la’ superpotencia mundial, lo votaron más de 68 millones de personas. El racismo y la idea de la supremacía blanca son latentes. Black Lives Matter estalló y, a diferencia de los dementes que se tomaron el Capitolio, sus protestantes fueron recibidos a gas y a bolillo.
En ese marco, que en siglos solo ha cambiado superficialmente, una banda como Rage Against The Machine canaliza un masivo grito de protesta y también ofrece una manera alternativa de mirar las cosas, de ampliar la perspectiva con fuentes no tan difundidas.
Desde comienzos de los años noventa, la banda de Los Ángeles se ha demostrado antisistema y antigobierno desde su rock enojado, entrega vocal de MC visceral, acordes magistrales y ritmo contundente. Y así a muchos les parezca que integrar una banda única de alcance global que vende millones y hace millones los inhabilita para hablar del estado de la sociedad, eso siguen haciendo, y sus letras y música siguen sonando tan relevantes como en el siglo pasado.
“Los niños siempre están mirando”
Esta vez, la banda apela a una entrega distinta: no hay versos furiosos de Zack de la Rocha, guitarras supersónicas de Tom Morello, ni son protagonistas el bajo de Tim Commerford o las baterías de Brad Wilk. Su música (más específicamente el reconocible golpe de su canción Killing in The Name) sirve para acentuar momentos y mensajes de Killing In Thy Name, el documental que estrenó hace días en su canal de YouTube y que realizó junto con el colectivo de artistas The Ummah Chroma. En 15 minutos, la producción explica el origen de la segregación racial, de la idea de “supremacía blanca”, y las desnuda como una construcción intencional para dividir a los desposeídos.
Resulta osado de parte del documental replicar la dinámica de un salón de clases, al reunir a una figura de profesor con un grupo de niños y adolescentes blancos, y presentar su mensaje sobre el origen de “gente blanca”. Con humanidad, soporta lo que presenta escritos de Jacqueline Battalora (autora de Birth of a White Nation), de Donald Yacovone y más voces que cuestionan un statu quo racista. Osado el método, pero deja en claro que responde a un hecho, que resume una cita del escritor y activista Chris Crass: ″Básicamente, los niños blancos quedan a merced de la supremacía blanca“:
Y, como la banda lo ha hecho a través de los años, el documental pone el foco en voces que hablaron contra el sistema y fueron silenciadas por la historia de su país: John Fee, Moncure Conway, Helen Hunt Jackson, Angelina y Sarah Grimké, cuyas historias bien vale revisar.
Sobre The Ummah Chroma
El grupo, integrado por Terence Nance, Jenn Nkiru, Marc Thomas, Kamasi Washington, Bradford Young, se hace llamar una ‘comunidad de color’ y se describe como un colectivo internacional e interdisciplinario que, desde la práctica artística, pretende marcar pautas para creaciones por venir. La idea, y bien se nota en el documental, es que esas creaciones cuestionen las narrativas dominantes y abran el camino para historias alternativas y libres de discriminación.
*Por Alejandro Pérez