En materia musical, el año que va terminando transcurrió con mucho éxito, aunque no sin algunos bemoles. Bemoles porque las orquestas, teatros, auditorios y festivales pasaron por alto el bicentenario del nacimiento de Johann Strauss II, el Rey del Vals. Los 50 años de la muerte de Dmitri Shostakóvich se resolvieron programando su sinfonía más popular y listo. Maurice Ravel tuvo mejor suerte: la Filarmónica de Bogotá conmemoró, y muy bien, los 150 años de su nacimiento. Lo del éxito tuvo que ver, primero, con la calidad de la variada oferta musical y, quizá más importante, con la recepción del público: casi sin excepción, los conciertos y espectáculos –especialmente los realizados en el Teatro Mayor y en el auditorio León de Greiff– tuvieron lleno completo.
A diferencia del año que termina, 2026 no ofrece grandes aniversarios, salvo los 150 del nacimiento de Manuel de Falla.

Si no hay grandes conmemoraciones, la programación del Teatro Mayor de Bogotá sí propone una temporada abrumadora, en el buen sentido de la palabra. Porque, así se lo proponga el más tenaz de los melómanos, disfrutar de los prácticamente 150 espectáculos, entre el primero de febrero y el 20 de diciembre, sería casi imposible.
La fortaleza de la programación 2026 del Mayor estriba en su versatilidad: música de cámara, vocal, sinfónica, ballet, ópera, zarzuela, y en lograr convocar lo mejor de los músicos nacionales junto con los internacionales.
Hay apuestas intimidantes, como medírsele, el 14 y el 16 de septiembre, a recorrer la colosal Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach, con seguridad el monumento musical más grande de todos los tiempos.
Entre el 19 y el 22 de febrero, el teatro alza el telón para presentar el estreno en Colombia de El holandés errante, el drama musical de Richard Wagner: piedra angular de su pensamiento estético y filosófico. Estarán la soprano colombiana Betty Garcés en el papel de Senta, el bajo barítono argentino Hernán Iturralde como protagonista y Valeriano Lanchas en la parte de Daland. Dirección musical de Stefan Lano y escénica de Marcelo Lombardero. La orquesta será la Filarmónica de Bogotá y el Coro Nacional de Colombia.
Enorme expectativa despierta la presentación del muy joven pianista bogotano Daniel Díaz –el año entrante con 20 años–, radicado en Moscú, laureado en importantes competencias internacionales y ovacionado ya en dos oportunidades con la Filarmónica en el León de Greiff. El 18 de agosto ofrecerá su primer recital profesional en el país, con obras de Mozart, Schubert, Schumann y Chopin.
Sin embargo, la gran pica en Flandes la pone el Teatro Mayor con lo que parecía imposible: dos presentaciones de la legendaria Orquesta Filarmónica de Berlín. Pocas orquestas, a lo largo de la historia, parecen estar rodeadas del halo que rodea a la de Berlín. Aunque oficialmente se fundó en 1882, su historia se remonta, en realidad, a 1867. Por su podio han pasado personalidades como Hans von Bülow, que con su disciplina la convirtió en una de las mejores agrupaciones sinfónicas de Europa. Lo sucedieron Arthur Nikisch y Wilhelm Furtwängler, también legendarios. Pero quien la convirtió en la más mítica orquesta del siglo XX fue Herbert von Karajan, que estuvo al frente durante 34 años. A su muerte lo sucedió el italiano Claudio Abbado y, entre 2002 y 2018, el honor recayó en el británico Simon Rattle.

A Bogotá llega dirigida por su actual titular, el ruso Kirill Petrenko, de quien se dice que “es minucioso y perfeccionista; sus interpretaciones son musicalmente sólidas, revelan profundidad, están cargadas de tensión dramática, presentan tiempos muy vivos, logran atmósferas esplendorosas y sonoridades oscuras; la manera como trabaja el registro grave de la orquesta, sobre todo en metales y maderas, es su rúbrica personal”.
Para la noche del 14, Petrenko dirigirá la Sinfonía n.º 4 de Piotr Ilich Chaikovski, junto con las Variaciones enigma, de Edward Elgar. El segundo programa parecería superar –si es que cabe– al primero: en la segunda parte, el poema sinfónico de Richard Strauss Así habló Zaratustra y, en la primera, la presentación del ruso Daniil Trifonov en el Concierto n.º 1 para piano y orquesta de Johannes Brahms. Trifonov –que cuando toque en Bogotá tendrá 25 años– es para muchos el pianista más grande de su generación y uno de los más formidables de los últimos 100 años. A sus 25 años, los más importantes auditorios del mundo hacen hasta lo imposible por lograr una presentación suya. De él dijo la gran Martha Argerich: “Lo tiene todo y más. Lo que hace con sus manos es técnicamente increíble; es también su toque, que tiene ternura y también un elemento demoniaco”.

Que entre los mencionados 150 espectáculos de la temporada 2026 del Teatro Mayor esté la oportunidad de disfrutar algo de la talla de la Filarmónica de Berlín dirigida por Petrenko, y con Trifonov como solista, despierta una razonable luz de esperanza en el futuro. Como tituló el compositor inglés del Renacimiento William Byrd una de sus obras: Fantasía para estos tiempos alterados.
Para ver la programación completa: www.teatromayor.org









