Cine
Trabajos precarios y vidas ausentes: una charla con el irrepetible Ken Loach sobre “Sorry We Missed You”
#EnCartelera Desde los años sesenta, el director británico ha reflejado la vida en sus aspectos más duros sin maquillarlos, y eso recuerda con la cinta que estrena en Colombia. En charla exclusiva con SEMANA, el ganador de la Palma de Oro azota a la izquierda, a la derecha y a todos aquellos que normalizan la explotación laboral.
Mensajeros que, como usted, tienen hermanos, padres, madres y familias, están llevándole en este momento el mercado al vecino y el domicilio a alguien que usted conoce, y ojalá no les pase nada. La startup de domicilios para la que trabajan no inventó la precariedad laboral pero sí la refleja, y su éxito es clara señal de la normalización social de condiciones inaceptables.
Como deja en claro la película “Sorry We Missed You”, esta circunstancia es todo menos exclusiva de Colombia y de estos trabajadores independientes de economía y chaleco naranja. En el “primer mundo” también se vive hace un buen tiempo la otra cara de la moneda de las corporaciones exitosas: la de los domiciliarios y mensajeros librados a su suerte y la de empleados de servicios esenciales sin el presupuesto mínimo para cumplir sus funciones. En definitiva, la de millones de trabajadores explotados que no reciben ni respeto ni dignidad y a quienes se les pide ser agradecidos...
Desde su falta de oportunidades y su necesidad, la gente aguanta y trata de amar a sus seres queridos, pero no ve cómo romper el ciclo de trabajar horas eternas por un sueldo miserable. Este asunto abordan Loach y su guionista del confianza Paul Laverty en “Sorry We Missed You”. Los equilibrios entre poder, economía y humanidad que tanto se han desbalanceado con el paso de las décadas quedan al descubierto, y la cinta mueve porque refleja con franqueza cruda la vida de millones hoy sin olvidar que tienen corazón. Seguimos a Ricky y a Abbie y a sus hijos, y dolemos con ellos. La cinta se estrenó en 2019 en Europa y llega a Colombia al fin a cines (consulte abajo los teatros).
Un director reconocido globalmente, Loach se llevó la Palma de Oro en Cannes en 2006 por “The Wind That Shakes the Barley”, una cinta histórica sobre el conflicto irlandés que contó con actores reputados como Cillian Murphy. El británico de 85 años también ganó el premio César a Mejor película extranjera por “I, Daniel Blake” (disponible en Netflix), en la que siguió la metodología de encontrar actores naturales que también aplicó en este estreno actual.
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Su cine aborda ese sentido de libertad mentiroso del tiempo actual, la fragilidad de las relaciones humanas, y aborda el tema de los inmigrantes. Con él hablamos en 2020, a pocas semanas de un estreno de “Sorry We Missed You” en Colombia que la pandemia arruinó y pospuso hasta ahora, muchos meses después. En ese tiempo, los temas de la película solo se han vuelto más relevantes. Colombia, a su vez, despertó y le hizo común frente a la sobreexplotación estatal. Quizá Loach estaría orgulloso. Sobre el siglo XXI y el cine de su vida, esto nos dijo.
¿Qué une a “Sorry We Missed You” a sus películas anteriores y qué la separa?
Ken Loach: El tema viene de una idea que hemos abordado por un largo tiempo ya, sobre cómo el “trabajo” ha cambiado en estos últimos 30 o 40 años. Para la mayoría de la gente, solía darse que tenían un trabajo seguro, con un gremio/sindicato que los representaba. Si se enfermaban, les pagaban sus horas igual, si salían de vacaciones, estas eran pagadas, y no corría peligro su trabajo.
Eso ha cambiado mucho estos días, con las nuevas tecnologías, que son utilizadas por los empleadores para sacar mayores utilidades, no para el beneficio de la gente o para que su vida sea mejor. Las consecuencias de esto son desastrosas para la gente de la clase trabajadora. Trabajan horas mucho más largas en condiciones mucho peores, por menos dinero y no tienen ninguna seguridad, pueden perder su trabajo muy fácilmente.
Es ese cambio que nos interesa, y justo en este momento ha alcanzado un nivel muy alto. La mayoría de trabajos nuevos son así, temporales, casuales...
¿Cómo ha reaccionado la gente a su película? Toca un tema muy global que trasciende las fronteras británicas...
K.L.: La gente que la ha visto, en general, nos ha hablado de cómo los detalles son distintos en sus países pero el principio es el mismo. Y es una consecuencia directa del libre mercado. Si pones a grandes compañías a competir entre sí van a sacrificar a su fuerza laboral, a “abaratarla”. Este ha sido un problema también para la izquierda, que no ha sido capaz de organizarse y conseguir algo en el frente de la seguridad laboral. Es como si hubieran aceptado este estado de las cosas, y ese realmente es un fracaso. La izquierda social-demócrata básicamente desapareció de Europa cuando dejó de representar los intereses de los trabajadores.
¿Su arte es político?
K.L.: Trata sobre cómo vivimos. Sobre cómo vivimos juntos. No diría que es político en el sentido estrecho de “partidos políticos”, pero sí espero que sea político en un sentido más profundo. ¿Cuál es el balance entre las fuerzas de clase en esta sociedad?, ¿por qué la clase dominante es tan fuerte y en capacidad de dictar los destinos de la gente de la clase trabajadora? En ese sentido, sí, es político, porque mira a la estructura de la sociedad y cómo esta refleja el poder económico.
Mi cine es político en el sentido en el que mira a la estructura de la sociedad y cómo esta refleja el poder económico
¿Qué tanto pensó sobre el tema del Brexit mientras planeaba esta cinta y la rodaba? Podría empeorar las cosas mucho más.
K.L.: Las cosas van a empeorar, pero va mucho más allá del tema de la Unión Europea. La UE es un acuerdo comercial, particularmente inclinada a los intereses de las grandes corporaciones y empresas medianas. No se trata en el fondo de solidaridad europea, es un arreglo económico. Y estas medidas, este trabajo inseguro, este nivel de explotación lo teníamos estando en la Unión Europea. Quienes queremos que nos vayamos, la extrema derecha, quieren incrementar esta explotación, no ponerle punto final. Es un cambio, pero es un cambio en la dirección errada.
Lo suyo es mostrar una realidad dura e importante de retratar. ¿Qué tan afortunado se siente de llevar a la pantalla estas películas?
K.L.: Mucho. Empecé con esto en los años sesenta. En ese entonces nos dimos a conocer con unas películas y eso significó que pudimos seguirlo haciendo, pero muchos directores y realizadores no corren con esa suerte. Y pudimos empezar en la era en la que la televisión hacía películas de este corte, Eso ya no sucede. Ya nadie podría empezar como yo lo hice.
Cada generación es diferente de todas formas y cada director trabajaría ideas similares de una manera distinta. De eso se trata, así se desarrolla el trabajo. Estos días es muy difícil conseguir dinero para hacer cintas que examinen la manera en la que vivimos. Y esta no es la decisión de directores o escritores, es la decisión de los financieros.
Katie Proctor interpreta a Liza Jae, y ofrece un momento que personalmente golpeó fuerte. Háblenos de congregar este reparto poderoso para “Sorry We Missed You”...
K.L.: Los dos jóvenes provienen de las escuelas donde filmamos. Siempre encuentras talentos tremendos. La juventud es talentosa. Luego de encontrarlos era cuestión de integrarlos a la historia, de arreglarlo todo para que pudieran responder con franqueza. Y nunca estás del todo seguro cómo van a responder. Sabes, cuando estás eligiendo te haces una idea de si pueden responder con franqueza. Eso es lo que yo quiero. Es lo que trasciende, lo auténtico. Se trata entonces de establecer todo para que responder así sea fácil. También se trata de contar con gente que crea en lo que se está haciendo, que recuerden ser lo mejor que pueden ser.
Por medio de Abbie (Debbie Honeywood), considerando su trabajo como cuidadora/enfermera de pacientes de tercera edad, la película toca ese cruel sistema de salud que deja a la gente de lado, que lo trata como un número...
K.L.: Paul Laverty* escribió este guion maravilloso y condujo la mayoría de la investigación. Conocí a mucha gente por medio suyo, tanto conductores como cuidadoras. Y ellas, como lo mencionas, están sobre explotadas. Es un trabajo muy difícil, cuidar de alguien de edad avanzada, alguien que sufre de demencia, alguien que no se puede cuidar. Tienes que sacarlos de la cama, tienes que darles su medicina, bañarlos, limpiarlos. Es un trabajo muy subvalorado y terriblemente pagado. A la vez, es enorme su importancia, es el cuidado de la gente de edad en manos de gente que recibe sueldos que bordean la línea de la pobreza. Su trabajo es esencial.
*Loach y Laverty trabajaron también en “I, Daniel Blake, disponible en Netflix.
En el medio está Ricky, un conductor que hace entregas. No parece coincidencia este protagonista en tiempos de Amazon y de servicios de entrega que tercerizan todo...
K.L.: Encontramos gente que no ha actuado mucho. Kris (Hitchen), quien interpreta a Ricky, es de otra región del país, Manchester, lejos de Newcastle, donde se desarrolla la película, con su propio acento y dialecto y equipo de fútbol. En la vida real, empezó como actor pero se volvió plomero, y eso ha sido la mayoría de su vida. Ha manejado la van, conoce esa rutina, esa vida. Mucho viene de su experiencia personal, él fue el experto, a él le preguntaba cómo haría las cosas. Eso le dio poder y me ayudó a mí.
Después de tanto recorrido, es relevante escucharlo destacar ese hecho, de no ser el que manda, ser el que pregunta...
K.L.: Valoro mucho la intuición de los actores. Cuando lo están haciendo no quieres que pase por su cerebro, quieres que pase por el estómago, tiene que ser instintivo, espontáneo, no quieres que lo planeen. Y si conocen el trabajo, si conocen la situación, no la tienen que pensar, viene en su propia respuesta.
Valoro mucho la intuición de los actores. Cuando lo están haciendo no quieres que pase por su cerebro, quieres que pase por el estómago, tiene que ser instintivo, espontáneo, no quieres que lo planeen. Y si conocen el trabajo, si conocen la situación, no la tienen que pensar, viene en su propia respuesta.
En Colombia al título se le sumó ‘Lazos familiares’, pero se conservó su título “Sorry We Missed You”. Háblenos de los sentidos distintos de ese título...
K.L.: Por un lado remite a la nota que deja el conductor en el buzón cuando no hay nadie para recibir un paquete. Por el otro, en el contexto familiar, expresa que simplemente no están para el otro. Esa es la consecuencia de ese nivel de explotación, que las familias no pueden funcionar como se quisiera, con gente que está ahí para apoyarse. No hay quien pueda cocinar una cena. Todo se hace por medio del teléfono. Así que entre ellos se extrañan.
Usted no tiene ningún interés en trabajar con la máquina de Hollywood, ¿verdad?
K.L.: Estamos en lados opuestas del espectro. Es quizás mi menor deseo.
¿Alguna cinta latinoamericana o colombiana que haya visto y lo haya marcado?
K.L.: He visto muchas películas, pero la pregunta me complica porque mi memoria no es buena. A ver, hay una muy buena, “La jaula de oro” (Ken Loach va y averigua el nombre del director, y regresa) de Diego Quemada-Diez, sobre los inmigrantes que van a Estados Unidos y llegan a hacer trabajos terribles. Por otro lado, los documentales de Patricio Guzmán, “La batalla de Chile” dejaron una tremenda huella. Son impresionantes. Y seguro hay más, he visto muy buenas películas latinoamericanas, pero mi memoria no da más.
“La jaula de oro” de Diego Quemada-Diez, sobre los inmigrantes que van a Estados Unidos y los documentales de Patricio Guzmán, “La batalla de Chile”, dejaron una tremenda huella
¿Está trabajando en algo nuevo?
K.L.: No en el momento, puede que esto sea lo último...
“Sorry We Missed You” se exhibe en salas de Cine Colombia (Av. Chile, Calle 100, Andino, Embajador, Santafé) y Procinal (Bima, Palatino, Salitre Plaza).