Cultura
Una exposición en Países Bajos indigna a Egipto al mezclar a Beyoncé con sarcófagos
Los ritmos de la música hiphop resuenan junto a sarcófagos y estatuas.
En un museo neerlandés, la música de la cantante estadounidense, Beyoncé, se mezcla con los sarcófagos, y los comisarios de la exposición aseguran querer ilustrar la influencia del antiguo Egipto en los artistas de raíces africanas, pero en el país norafricano no opinan igual.
La muestra expone una fotografía de Beyoncé como la reina Nefertiti y un video de Rihanna bailando frente a las pirámides junto a unos bustos antiguos.
En medio de una sala hay una máscara dorada que parece pertenecer a un faraón pero luego resulta ser una escultura moderna que reproduce la portada de un álbum del rapero Nas.
Los artículos conforman la exposición “Kemet” (Tierra negra) del Rijksmuseum van Oudheden de Leiden. La exhibición ha causado indignación en Egipto, que vetó a los arqueólogos del museo neerlandés en una excavación.
Tendencias
El servicio egipcio de antigüedades dijo que el museo “falsificaba la historia” con su enfoque “afrocéntrico” y denunció la apropiación de la cultura egipcia, según los medios neerlandeses.
Algunos comentarios sobre la polémica en redes sociales eran “de naturaleza racista u ofensiva”, lamentó el museo de Leiden.
Así, lo que antes era una estimulante celebración de “Egipto en el hiphop, el jazz, el soul y el funk se ha convertido en objeto de una batalla cultural.
“Nada chocante”
El museo, situado a orillas de un canal de esta pintoresca ciudad universitaria, recibe a un puñado de visitantes que exploran sus exhibiciones en la mañana de un martes.
Portadas de álbumes de música colocados junto a objetos antiguos intentan mostrar la influencia de la civilización egipcia en artistas como Tina Turner, Earth Wind and Fire y Miles Davis.
Daniel Voshart, un artista canadiense de 37 años, opina que la reacción egipcia a la exposición no tenía “ningún sentido”.
“Puede que intenten marcar puntos políticos... Para mí, nada fue chocante”, asegura. “No es que el gobierno neerlandés haya pagado a Beyoncé para que se convierta en egipcia”, agrega.
El museo evitó todo comentario, pero en su web ha consagrado una sección a la “agitación” provocada por la muestra.
La institución, que también es el Museo Nacional de Arqueología, señala allí que la exposición busca “mostrar y comprender la representación del antiguo Egipto y los mensajes musicales por parte de artistas negros” y “mostrar lo que la investigación científica y egiptológica pueden decirnos del antiguo Egipto”.
El comisario de la exposición, Daniel Soliman, es medio egipcio y un gran amante de la música, indicaron fuentes del museo.
“Complicada” relación con África
La exposición, que abrió a finales de abril y se mantendrá hasta septiembre, puede haber sido víctima de una controversia más amplia.
En abril, expertos y responsables egipcios se indignaron después de que Netflix lanzara una serie en la que una actriz negra encarna a la célebre reina Cleopatra, insistiendo en que tenía “la piel blanca”.
Unos meses más tarde, las autoridades del país norafricano vetaron a los arqueólogos del museo neerlandés de la necrópolis de Saqqarah, al sur de El Cairo, según el diario NRC.
El personal del museo llevaba casi cinco días trabajando en el enorme sitio arqueólogico, conocido especialmente por sus pirámides.