Cultura

“Mi corazón de madre no me dejó demandarlo”: la increíble historia de la mujer que dio a luz a octillizos por tratamiento ‘in vitro’

Por primera vez, Natalie ‘Nadya’ Suleman narra con sus propias palabras lo que fue querer embarazarse de su séptimo hijo, pero terminar dando a luz a octillizos vivos en 2009, tras una fertilización In Vitro.

11 de mayo de 2025, 3:51 p. m.
Mis octillizos, de Lifetime.
'Mis octillizos', de Lifetime. | Foto: Lifetime

Natalie ‘Nayda’ Suleman, una joven mujer que creció como hija única y cuyo sueño siempre fue tener una familia grande, decidió, siendo ya una madre soltera de seis niños, buscar el séptimo; sin embargo, tras un tratamiento de fertilización in vitro terminó en un embarazo óctuple.

Desde que su historia se conoció en medios, el hospital y el médico que la trataban se convirtieron en centro de interés, al tiempo que la sociedad acumulaba opiniones sobre ella y su decisión.

Luego dar a luz a sus octillizos vivos, toda una historia única, con lo que completaba 14 hijos, lo que podría haberse celebrado como un momento de inspiración se tornó en una historia oscura, de la que todos querían un pedazo de la fama de los niños: desde el especialista en fertilización que hizo el procedimiento, pasando por el hospital donde nacieron, hasta la prensa. Y mientras tanto, la sociedad la tildaba de irresponsable, tanto que la apodó Octomom.

Alrededor de la polémica que generó su extraordinario caso, para Suleman, lo que más malinterpretó el mundo fue la cantidad de hijos que ella quiso tener siendo una mujer soltera.

“Yo nunca quise tener más de siete hijos. Quería uno más, que de por sí ya son muchos hijos para una madre soltera, pero ese es el mayor error, el malentendido”, relató.

Natalie ‘Nadya’ Suleman, Mis octillizos de Lifetime.
Natalie ‘Nadya’ Suleman, Mis octillizos de Lifetime. | Foto: Lifetime

Como madre soltera de 14, Suleman hizo todo lo que pudo por mantener a su familia, aceptando las ofertas de los medios de comunicación para tener de manera exclusiva diferentes lados de su historia. Pero esa misma decisión la convirtió en una de las mujeres más odiadas del mundo, recibiendo incluso amenazas de muerte.

Con el tiempo, las ofertas fueron disminuyendo y, en medio de una situación oscura, pero decidida a vencer las adversidades para mantener a sus hijos bajo el mismo techo, Suleman hizo todo lo necesario para darle un giro a su vida y mantener a su familia a salvo y unida.

“La primera palabra que me viene a la cabeza cuando oigo mi propio nombre es ‘mamá’. Soy una madre como cualquier otra que lucharía por su familia sin importar las circunstancias o las pruebas, tribulaciones y obstáculos a los que se enfrente”, dijo Suleman en una rueda de prensa para medios de Latinoamérica, previa al lanzamiento de su película autobiográfica Mis octillizos, el 31 de mayo en Lifetime.

Conseguir el equilibrio para ser madre, ser mujer, tener su salud mental bajo control, las finanzas en orden y ser capaz de sobrevivir para contar la historia fueron los siguientes retos. Sobre cómo lo hizo, Suleman contó:

“Estaba en modo de supervivencia, psicológicamente se llama lucha contra la huida o modo congelado. Y yo soy una luchadora. Así que yo estaba en piloto automático y desde el principio probablemente utilizando muchos mecanismos de afrontamiento solo para sobrevivir mentalmente. Era como una máquina moviéndose a 500 kilómetros por hora y no tenía tiempo para sentarme y sentir cualquier emoción o procesar cualquier emoción. Así que fui capaz de seguir y seguir y seguir, trabajando incansablemente, sin descanso, para mantener a mi familia. Y no había nada que no hubiera hecho para mantenerlos a salvo, sanos y bien adaptados. Y todos lo están hasta el día de hoy”.

Natalie ‘Nadya’ Suleman, Mis octillizos de Lifetime.
Natalie ‘Nadya’ Suleman, 'Mis octillizos' de Lifetime. | Foto: Lifetime

Y si bien hoy tiene una familia cuidada, del pasado asegura que se arrepiente “de no haber demandado al médico, porque prácticamente me tiré debajo del autobús para protegerlo, porque si no hubiera sido por sus innovadores procedimientos de FIV, yo no habría podido tener ningún hijo. Así que mi corazón no me dejó demandarlo″, afirmó Suleman.

Aun así, el hombre perdió su licencia por mala praxis médica y negligencia grave.

Ante la magnitud de su historia, Nayda Suleman sentencia de manera categórica: “No soy la Octomom en absoluto. Mi verdadero carácter es el polo opuesto, la antítesis total de la caricatura deshumanizada e inventada por los medios de comunicación que no era real. Es muy fácil para la gente, para el público, proyectar ese odio fuera de lugar en algo que no es humano o que no se percibe como humano, y mucho menos en una madre. Así que es fácil que la gente lo haga. Pero lo que quiero que la gente sepa es que solo soy una madre y eso es todo lo que me importa”.