Los jugadores santafereños pusieron el campeonato en las manos de Dios. | Foto: Carlos Julio Martínez

DEPORTES

Un campeonato con ayuda divina

La fe que los futbolistas santafereños depositaron en Dios fue fundamental para lograr el título de la Liga Águila.

19 de diciembre de 2016

Los jugadores de Santa Fe tienen un extraño ritual antes de sus partidos. Al momento de reconocer la cancha, gran parte del grupo de futbolistas salta a la grama con los pies descalzos, lo hacen por una razón espiritual.

La ceremonia nació en 2012 y está inspirada en Deuteronomio 11:24: “Todo lugar donde pise la planta de vuestro pie será vuestro”. Se convirtió en un rito obligatorio para consolidar la confianza que llegaba con el trabajo de cada entrenamiento.

La fe católica también ha sido muy importante para el técnico Gustavo Costas, que se encomienda al Todopoderoso antes de cada salida. El argentino es un ferviente creyente del Señor de los Milagros de las Nazarenas de Perú. No hay previa a un partido en la que no se aferre a un prendedor del ‘Cristo Moreno’, para hacer una oración en la que implora por un buen resultado.

La espiritualidad no es una prioridad exclusiva de la plantilla (jugadores y técnico). César Pastrana, presidente del club capitalino, es un devoto de la Virgen de Guadalupe y en 2012, antes de coronarse campeón, después de 37 años sin títulos, hizo la promesa de llevar cada trofeo ganado a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en Ciudad de México.

Esté domingo 16 de diciembre, la fe en Dios por parte de todos los integrantes de Independiente Santa Fe volvió a ser recompensada y el club capitalino logró su novena estrella del fútbol colombiano, luego de vencer al Deportes Tolima por 1 a 0.

La importancia de la devoción a la hora de lograr este título la confirmaron varios miembros del equipo. Cuando anotó el único gol del partido, el defensa Héctor Urrego levantó los brazos al cielo en señal de agradecimiento y al final del partido dijo: “Es un gol soñado. Esto solamente nos lo da Dios. Que la gloria y la honra sea para nuestro señor Jesucristo, porque le pedí mucho por esto”.

Otro ejemplo de fervor lo dio el defensa William Tesillo, que durante la celebración dijo: “Hay que darle la gloria y el reconocimiento a Dios como todos lo hemos dicho siempre”. Además, lució una camiseta con versículo bíblico de 2 Timoteo 4:7: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”.

Yulian Anchico, que junto a Omar Pérez se convirtió en el jugador más ganador de la historia con el expreso rojo con 8 títulos, también honró su fe en el Altísimo durante sus declaraciones al terminar la final: “El señor nos da la oportunidad de poder celebrar, Él ha sido muy bueno con el equipo”.

Entre los creyentes se dice que Dios actúa en lo que es imposible para los hombres, al inicio de los cuartos de final Santa Fe veía lejos la Copa, pero de la mano de Dios, el conjunto cardenal demuestra que puede hacer historia y el presidente César Pastrana ya debe estar pensando en su próximo a viaje a México.